Cuando el usuario visita un proyecto residencial, de oficinas o de otro tipo, lo primero que ve es su apariencia; de ahí que las terminaciones sean un aspecto fundamental. Como explica Jaime Arriagada Araya, Académico de la Facultad de Ingeniería y Arquitectura de la Universidad Central, “los materiales con los que se reviste una edificación representan el aspecto visual de los recintos, estableciendo parte importante de la personalidad de una edificación". Lo anterior, complementado con los aspectos formales de la construcción, genera lo que suele denominarse un proyecto integral. Por otra parte, añade el profesional, “en términos de costos, los revestimientos, al ser parte de la etapa de terminaciones, ocupan un porcentaje importante del presupuesto del proyecto”.

Jaime Arriagada señala que esta etapa tiene gran impacto en el potencial cliente que busca comprar o arrendar un departamento u oficina.

“El usuario tendrá una sensación de calidad relacionada con los materiales que los proyectos tienen o con cierto estilo estético, aludiendo por tanto a un aspecto emotivo que busca proyectar durante su utilización. Frente a lo anterior es que se utilizan recintos “piloto” que permiten que el futuro propietario pueda vivenciar de manera anticipada lo que posteriormente podrá eventualmente utilizar”.

El mercado de productos para revestimientos, tanto para interior como exterior, es muy extenso y diverso, existiendo una completa gama de opciones para cada tipo de proyecto, ya sea residencial, comercial, industrial, institucional o de espacio público.

Cada vez se encuentran soluciones más variadas, producidas en nuestro país -que se van adaptando a las tendencias locales- así como otros producidos por las empresas más importantes en el mundo.

En ambos casos se conciben a partir de estudios profundos e integrados por distintos profesionales, principalmente arquitectos y diseñadores de ambientes.

El docente de la Facultad de Ingeniería y Arquitectura de la U. Central, comenta que “en términos de materialidad, se puede definir una amplia gama de ellos, desde las tradicionales pinturas y papeles murales, hasta los más modernos de polímeros o de madera y acero; para el primer caso se aprecian aquellos con nuevas propiedades, por ejemplo, térmicas, y en el segundo, realizados a partir de modelos paramétricos y de corte láser”.

Es relevante tener en cuenta que, al momento de seleccionar un determinado revestimiento, debe considerarse si estará expuesto al exterior o interior, donde agentes como polvo, rayos UV, humedad y muchos otros factores del entorno, afectan el material.

El producto a seleccionar dependerá del uso en particular, según sea el caso de cada obra.

En este sentido, de acuerdo a expertos en el tema, el proyecto es el que genera necesidades según su destino, y los materiales tendrán que ir en la línea de cumplir esa función particular.

También hay que tener en cuenta la intensidad de uso que tendrá la superficie, el tipo de carga a la que será sometida o la abrasión.

El uso de revestimientos interiores de tipo ornamental es altamente valorado, ya que permiten embellecer ambientes de distinto tipo y destinos. Es importante que su atractivo dise- ño se complemente con características de calidad que permitan una larga protección de las superficies que cubren.

Entre las misiones que deben enfrentar los revestimientos en general, se encuentran higiene, resistencia, imagen, rectificación de obra gruesa e impermeabilización.

En cuanto a revestimientos interiores en proyectos residenciales, Jaime Arriagada indica que los más habitualmente utilizados son aquellos coherentes con dos grandes tendencias en el diseño de viviendas y oficinas: aquellas de aspecto y dise- ño cálido, y los minimalistas. En relación a las altermativas disponibles en el mercado, están los revestimientos naturales, como por ejemplo, maderas que dan calidez a los ambientes y que poseen propiedades de aislación térmica, y piedras, que crean espacios rústicos y elegantes a la vez. Los distintos tipos de piedras generan ambientes muy diversos.

Otras opciones son las cerámicas, comunes en suelos y paredes de zonas húmedas, porcelanatos, microcemento, revestimientos metálicos y vinílicos, entre muchos otros.

En el caso de buscar calidez en los ambientes, los revestimientos preferidos son los de tonos amarillos, rojos y café, principalmente, y con acabados rugosos o vetados, siendo ejemplos de ello la madera o los textiles. La segunda clasificación se asocia principalmente a colores fríos y pocos elementos de decoración.

En lo que respecta a revestimientos exteriores, con el paso del tiempo estos han ido ganando terreno, ya que además de potenciar el resguardo de la envolvente de una construcción, también aportan a la estética de esta.

Incluso, en el caso de edificios comerciales, el uso de productos de variadas texturas y colores puede fortalecer la imagen corporativa de las empresas.

Considerando la tendencia orientada a potenciar la construcción industrializada de viviendas y a la construcción en seco, adquiere relevancia en algunos proyectos el uso de revestimientos resistentes y durables, como el fibrocemento.

También destacan los sistemas EIFS, Exterior Insulation and Finish System, (Sistema de Terminación y Aislación Exterior), los cuales utilizan placas lisas de fibrocemento como sustrato para recibir pastas elastoméricas de diferentes colores y texturas.

El Académico de la Facultad de Ingeniería y Arquitectura de la U. Central indica que en materia de revestimientos exteriores resulta clave que se trate de productos de buen nivel, que sean resistentes a las condiciones climáticas, por lo que priman materiales plásticos, metálicos o vítreos.

El portafolio de alternativas disponibles en el mercado es tremendamente amplio, estando nuestro país a la altura de cualquier otro más desarrollado en términos de diseño, ya que en proyectos que requieren productos muy específicos, el proveedor los importará en función de cumplir con los requerimientos del cliente.