Para nadie es un misterio que los sectores de oficina que presentan mayor demanda corresponden a los ya consolidados barrios El Golf, Nueva Las Condes o Tajamar; todos en Las Condes, la comuna con el mayor desarrollo de edificios de oficinas.

Resulta interesante también lo ocurrido en Santiago Centro, que luego de haber sido históricamente el centro financiero, pasó por un estancamiento en su desarrollo y, luego, por un proceso de renovación urbana residencial, acompañado por nuevos proyectos de oficinas.

La necesidad de expandir el desarrollo de los polos de oficinas ha ido extendiendo la construcción de este tipo de edificios hacia distintos subsectores, entre ellos, la zona oriente de la capital.

Es así como el mercado de oficinas de Las Condes dejó de tener como límite Los Domínicos, marcado por el término de Línea Uno del Metro de Santiago, para llegar hacia zonas como Estoril o San Damián, tomando partes de las comunas de Vitacura y Lo Barnechea, con una vía de accesibilidad principal por Avenida Las Condes, apoyadas por la Avenida Kennedy y la Costanera Norte, transformándose esta última en una importante variable para los nuevos polos de desarrollo hacia Lo Barnechea, reduciendo en un altísimo porcentaje los tiempos de desplazamiento entre Santiago oriente y poniente.

Dentro de este nuevo eje de desarrollo, es posible encontrar edificios de alta calidad constructiva y tecnoló- gica, destacando el de Indumotora, diseñado por Sabbagh Arquitectos, una de las oficinas de arquitectura más sobresalientes del país.

Este edificio, es un ícono arquitectónico, particularmente por su diseño curvo, que responde a la solicitud de Indumotora de realizar una construcción con una fuerte imagen y presencia corporativa, que representara la unidad de marcas con las que trabajan.

Tiene certificación Leed Gold, pues es altamente eficiente en su uso energético, gasto de agua, materiales y manejo de desechos.

Parte de su eficiencia radica en su doble muro cortina, compuesto por cristales curvos en termopanel y doble capa de plata, lo que permite una mayor aislación térmica, acústica y un alto traspaso de luz natural.

Esto, sumado a que su sistema de climatización es a través de VRV con sistema de enfriamiento por agua y renovación del aire interior.

Además, tiene un excelente comportamiento antisísmico, debido a los disipadores de goma natural con nú- cleo de plomo en los subterráneos-7 y -1, lo que reduce considerablemente el impacto de los eventuales movimientos.

Su estructura se compone por un nú- cleo central y pilares perimetrales, lo que libera el interior de las plantas y gracias a sus 3,60 m de altura entre losas, la sensación de amplitud por su vista en 360°, hace que sea un lugar con condiciones de habitabilidad confortables, impactando favorablemente en la calidad de vida laboral de quienes trabajan en el edificio, fomentando el uso de planta libre y los espacios flexibles, promoviendo las relaciones internas y colabora tivas entre los equipos. Dentro de sus amenities, cuenta con bodegas, bicicleteros, duchas y camarines, absolutamente en línea con las nuevas tendencias de movilización a través de bicicletas o scooters.

Marcando tendencia en el sector

Mariana Sabbagh, arquitecta de la oficina Sabbagh Arquitectos, señala que "creemos que el edificio marca una tendencia en el sector al proponer básicamente dos operaciones, una respecto a su inserción urbana y la otra respecto a su forma.

En cuanto a su emplazamiento, propone espacios de uso público en el primer piso. A través del diseño y paisajismo, se busca incorporar la vereda al terreno, permitiendo un recorrido por todo su perímetro. Se pensó en un programa comercial que le dé vitalidad a este espacio y ofrezca servicios al sector".

Respecto al diseño curvo del edificio, explica que es una forma más suave y sutil de coexistir con las construcciones vecinas. Agrega que la imagen singular, la transparencia, la fluidez y continuidad de los espacios y su altura, son exploraciones en nuevas tendencias de confort para los espacios de trabajo.

La arquitecta comenta que resalta la simpleza de la forma y la unidad de materiales que aportan una lectura sencilla de la propuesta arquitectónica y, a la vez, única.

En relación a la fachada, destaca que es una envolvente de doble cerramiento acristalado, separados medio metro entre sí, que produce un biombo climático, o colchón ventilado que permite regular y mejorar el control solar, los reflejos y la sobreexposición, logrando importantes ahorro en el consumo energético de climatización e iluminación, sin perder transparencia.