En un escenario donde las ciudades se densifican, aumentan sus habitantes y el número de edificio, la exixtencia de parqies, plazas y otros espacios públicos cobra especial relevancia, ya que contribuyen a potenciar la calidad de vida de las personas al otorgarles entornos de recreación y esparcimiento.

Recientemente, el Área de Investigación Social y Contexto de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Central realizó un encuentro en el que expertos analizaron los desafíos y el futuro del diseño urbano en Chile.

En la oportunidad, se abordaron distintas aristas sobre esta disciplina, que fueron desde su definición conceptual, sus alcances, las problemáticas que resuelve en la ciudad, el campo de acción y cuáles son sus escalas, entre otros.

También se analizaron intervenciones en el espacio público, a través de la gestión del Estado, la empresa privada y la participación ciudadana.

Uno de los expositores en esta actividad fue el arquitecto Marcelo Reyes, quien se refirió al “Estudio sobre Diseño Urbano Participativo. Didáctica DUP”, trabajo que va en su última etapa.

El profesional comentó que para la mencionada investigación, entrevistó a profesores de 17 escuelas de Arquitectura del país en temas relativos a la definición del diseño urbano, el impacto en el currículo formativo de las carreras de pregrado y los cambios en el proceso de producción del espacio urbano, en cuanto a una demanda de mayor participación y la experiencia que han tenido en los talleres que imparten. Señaló que los entrevistados coincidieron, en general, en plantear el diseño urbano como una disciplina que está entre la planificación urbana y la Arquitectura, cuyo elemento central es el espacio público.

El especialista precisó que se requiere “del aporte social y del diálogo entre las distintas disciplinas, cuyo mandante e la institucionalidad pública o la comunidad. Implica la Arquitectura concebida desde y para el espacio público”.

Todo ello “se expresa en la imagen urbana”, donde el proyecto “reconoce su foco en el espacio público, pero se involucra en aspectos formales y programáticos” que lo determinan, como son la vivienda, infraestructura, equipamiento y patrimonio, entre otros. Respecto al diseño urbano participativo, puntualizó que se refiere a problemas, lugares y comunidades reales, contacto con las personas y con agentes claves.

También hay un “diagnóstico informado por la observación y por las observaciones de los diferentes sujetos del medio social, donde los resultados son evaluados por los agentes contactados”.

Por su parte, la arquitecta Emelyn de los Ríos, quien se refirió a “La visión del espacio público desde el Estado”, en la que habló sobre la gestión y nueva metodología del Programa Nacional de Espacios Públicos del Ministerio de Vivienda y Urbanismo.

La profesional subrayó que esta instancia se orienta a invertir en la construcción del espacio colectivo y ciudadano, ya sea en barrios u sectores de la ciudad, permitiendo construir obras nuevas o rehabilitar las existentes como iluminación, mobiliario urbano y áreas verdes para mejorar la vida urbana.

Luego de detectar algunos problemas en su aplicación, se planteó una nueva metodología para “asegurar que el uso que se le da a esos lugares persista” y que el programa era “una nueva forma de entender el rol del Estado en inversiones públicas y asegurar la calidad de vida”.

En tanto, el arquitecto Pablo Fuentes hizo referencia a las plazas públicas de bolsillos y los desafíos para intervenir lo que se denomina el nuevo espacio público, que ha derivado en el urbanismo táctico, pop ups, placemaking y otros.

En ese contexto, relató su experiencia en la implementación de las plazas de bolsillos, iniciativa del Gobierno para darle uso a terrenos fiscales eriazos. Hoy, como socio fundador de “Ciudades de Bolsillo”, su trabajo se ha enfocado en habilitar y mejorar espacios vecinales en Chile y el extranjero, que se encontraban subutilizados.

La docente Macarena Ruiz se refirió a “La gestión del espacio público desde el actor privado. Su participación en el diseño de la ciudad”. Se trata de espacios de propiedad privada que se abren para el acceso libre de las personas, y que si bien no presentan todas las condiciones y garantías de un espacio público desarrollado sobre un bien nacional de uso público, como una plaza o calle, sí logran usos de carácter públicos asociados a las actividades privadas que los originan, que están en el comercio y las residencia, entre otros.

Galerías comerciales, pasajes entre edificios y espacios interiores de manzanas, son algunos ejemplos de este tipo de espacios.

Un caso que mostró fue el de Nueva Las Condes, barrio financiero y empresarial, en que también hay un paseo peatonal. “El 80% de los usuarios que circulan son trabajadores, que lo usan en ciertos horarios”, indicó la arquitecta, y precisó que casi no se ve presencia de niños, ni personas de la tercera edad.

Macarena Ruiz enfatizó que esos lugares generalmente están ligados al consumo, gestionados y administrados por empresas, en los cuales pueden circular las personas, pero a la vez establecen control y seguridad, como los cierres del acceso durante la noche. Asimismo, “generan continuidad con la calle, entregan cobijo a los individuos”, puntualizó.

Cabe señalar que la oferta disponible en este ámbito actualmente en el mercado es amplia y diversa.

Existen numerosos proveedores que comercializan, entre otros, bancas y escaños con distintos diseños y materiales, como hormigón, metal, madera o una combinación de ellos. Sus dise- ños también son variados y van desde estilos tradicionales hasta otros más minimalistas y contemporáneos, de manera de adaptarse a las necesidades de todo tipo de proyectos.

A ello se suman basureros y evacuatorios caninos, bebederos, jardineras, protecciones de árboles, revestimientos para pisos, pasto alfombra y vegetación para obras de paisajismo. Otros productos orientados a esta área son los juegos para niños, má- quinas para hacer ejercicios y bicicleteros, que con el aumento del uso de bicicletas, son cada vez más necesarios.

Los proveedores del rubro complementan esta oferta con completo servicio de pre y postventa orientado a lograr la plena satisfacción de sus clientes

Dado que la oferta exixtente en el mercado nacional es diversa, es importante que el mobiliario y equipamiento a implementar en parques, plazas y espacios públicos reúnan ciertos atributos, considerando que serán utilizados por muchas personas.

Al respecto, deben ser productos de alta calidad, resistentes, para durar cierto período de tiempo, seguros y con buenas terminaciones.

Mención especial tiene la necesidad de realizar una mantención periódica y adecuada de estos elementos, para garantizar su buen funcionamiento en el largo plazo y, por ende, los servicios que brindan, ya sean confort, descanso o recreación.