Erwin Navarrete Saldivia.

¿En qué está hoy el Sistema de Calificación Energética de la Vivienda (CEV)?
La CEV es hoy un instrumento de uso voluntario, sin embargo, se espera que sea obligatorio en los próximos años. Para ello, el Ministerio de Energía elaboró la propuesta de Ley de Eficiencia Energética, que está en primer trámite en el Senado, y que incluye la Calificación Energética de Viviendas. Luego de la aprobación de esta ley, el Minvu proyecta la incorporación en la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones, OGUC, de la obligatoriedad de evaluar la eficiencia energética de las viviendas nuevas, como requisito para obtener el permiso de edificación.

Además, el Minvu inició la actualización de la reglamentación térmica, instrumento que establece las exigencias mínimas de eficiencia energética que deben cumplir las viviendas del país. Dicha actualización contemplará la CEV como el instrumento que demostrará el cumplimiento de los requerimientos de la OGUC. Se proyecta que la modificación entrará en vigencia durante 2020.

A su vez, el Ministerio de Energía, en el documento “La Ruta Energética 2018- 2022” describe que en el marco de la ley de eficiencia energética se establecerá que la calificación energética que obtenga una vivienda se informe al momento de la venta de una nueva, lo que mejorará los estándares de eficiencia energética en nuevas construcciones.

¿Cómo es el equipo de calificadores energéticos existente a nivel nacional?
Las evaluaciones son realizadas por evaluadores energéticos, profesionales capacitados y acreditados por el Minvu para aplicar esta evaluación. Actualmente se cuenta con una dotación de 744 Evaluadores Energéticos a lo largo del país, y para fines de este año se sumarán cerca de 120 más. El listado de evaluadores se encuentra disponible en http://www.calificacionenergetica.cl.

¿Cuál ha sido la evolución de la CEV desde su implementación?
La CEV está vigente en Chile desde 2012, luego de su diseño conjunto por parte del Minvu y el Ministerio de Energía. Chile fue el primer país sudamericano en contar con un sistema de evaluación de este tipo. Al 30 de septiembre, y a lo largo de todo el país, se han realizado 45.418 evaluaciones de viviendas con este sistema.

Durante 2018 esta herramienta fue actualizada, incorporando, entre otros elementos, mejoras en el análisis del sobrecalentamiento de las viviendas en verano y la identificación del porcentaje de ahorro energético. Este mejoramiento se hizo considerando la experiencia recogida en estos años respecto al funcionamiento del sistema, y a la contribución de distintos actores y representantes de los sectores académico, industrial y gubernamental, además de los propios evaluadores energéticos.

Esta actualización se presentó en junio de 2018 cuando se lanzó el nuevo sello de la CEV, un elemento distintivo que recibirán las viviendas una vez evaluadas, y que indica el porcentaje de ahorro energético de la vivienda, y la cantidad de energía que necesita para calefacción y enfriamiento. Cuanto más alto es el porcentaje de ahorro, menor es el requerimiento energético de la vivienda para calefacción y enfriamiento y, por tanto, más eficiente. Existe un sello para evaluaciones de una sola vivienda, y otro para el conjunto habitacional. Este último indica el promedio obtenido por las viviendas que lo componen.

¿Qué elementos resultan necesarios para potenciar el sistema?
En el Minvu trabajamos para que, en el corto plazo, la eficiencia energética se transforme en un criterio que influya al momento de adquirir una vivienda.

Para ello, es necesario que el mercado la reconozca como una señal de compromiso con el medioambiente y la sustentabilidad, y también, con la calidad de vida al interior de una vivienda. Por esta razón, es fundamental el trabajo de difusión que se está llevando a cabo, que busca impulsar con fuerza la calificación energética y su nuevo sello, pues con ello estamos enfatizando la importancia que tiene la eficiencia energética como uno de los atributos más importantes de una vivienda.

Esta difusión apunta a instar a inmobiliarias y constructoras a que se diferencien de su competencia mediante el uso de este sello, evaluando sus proyectos con los evaluadores energéticos que se han acreditado en todo el país. De igual forma, el llamado es a que generen proyectos más amigables con el medioambiente y que, a su vez, aporten a la economía familiar, siendo parte de la nueva forma en que se diseñan las viviendas, considerando criterios de sustentabilidad y calidad para mejorar las ciudades y viviendas de nuestro país.

Y en lo técnico, ¿cuál sería el desafío?
Extender a todo el país la implementación de los nuevos y más exigentes estándares térmicos para viviendas, los que hoy están vigentes solo en algunas zonas con PDA. Esto se hará a través de la actualización de la Reglamentación Térmica contenida en la OGUC. Adicionalmente, se preparan las condiciones para transformar la Calificación Energética de Viviendas en un requisito obligatorio al minuto de vender una vivienda nueva, a modo de evidenciar su real desempeño energético, y que las familias puedan conocer los ahorros futuros que dicha vivienda les generará en el período de uso, en el caso que tenga un desempeño superior al mínimo normativo exigido.

¿Qué regiones del país están más avanzadas en este ámbito?
Todas las regiones del país cuentan con capacidad instalada para que la CEV funcione y se sumen nuevos evaluadores energéticos acreditados, contemplándose realizar procesos de acreditación en cada región del país, una vez por semestre. Al comienzo de la instalación de capacidades el avance fue más rápido en las regiones del centro y el sur, principalmente debido a que la CEV no abordaba la necesidad de energía para enfriar las viviendas, lo cual es muy relevante en el norte. Esta diferencia ha disminuido sostenidamente, en especial, con la entrada en vigencia de la actualización de la CEV, que considera los requerimientos energéticos para enfriamiento.

¿Cuáles son las ventajas concretas que entrega a las personas este sistema?
La actualización de la CEV -puesta en práctica el presente año- incluye un nuevo sello que permite informar de manera simple, y siempre como un atributo positivo, las decisiones que mejoran la eficiencia energética de una vivienda, lo cual impacta directamente en las personas, ya que pueden identificar la calidad térmica de una vivienda en la que no han vivido aún y ponderarla con otros atributos, como ubicación, tamaño, vistas, etc.

Además de lo anterior, desde la primera versión, la CEV permite conocer el porcentaje de energía que necesita una vivienda para calefacción y enfriamiento, lo que permite a las familias estimar el presupuesto que se gastará en estos ítems, comparar y comprar de manera informada. Todo esto en directo beneficio del presupuesto familiar.

Asimismo, una mejor temperatura interior de las viviendas contribuye al bienestar y salud de las familias y, finalmente, al consumir menos energía estamos aportando al cuidado del medioambiente, al disminuir la generación de gases de efecto invernadero (GEI) y la contaminación atmosférica. Por ejemplo, una vivienda ubicada en Santiago que tenga una superficie de 60 m2 y cuya evaluación sea de 50% tendrá un ahorro aproximado en el gasto energético de $500 mil anuales, en comparación con otra que no posea ninguna de estas medidas. Una vivienda energéticamente eficiente no solo involucra menor gasto de dinero para energía y enfriamiento, sino también, tiene un impacto directo en la calidad de vida de las familias, y en la vida útil y plusvalía de la vivienda.