René González G.

¿A qué responde el alto riesgo de la construcción en seguridad laboral?
El sector construcción enfrenta una amplia variedad de peligros a los que se pueden ver expuestos los trabajadores, debido a que la cantidad de tareas y actividades que se desarrollan en las obras son numerosas. Asimismo, en las faenas de construcción se manejan procesos que implican grandes cantidades de energía (mecánica, potencial, cinética, eléctrica, etc.), la que, eventualmente, puede dañar a un trabajador en un accidente.

¿Cómo enfrentan las constructoras este escenario?
El nivel de seguridad entre las empresas constructoras es muy variable. Este dependerá del grado de cultura que cada una de las organizaciones tenga en este ámbito. Esta diversidad es importante: hay casos donde las compañías tienen muy buenas culturas de seguridad, mientras que en otras son más deficientes.

¿Cuáles son los principales avances que se han producido en prevención?
Los principales avances en temas preventivos en el país están relacionados con la inclusión, en el día a día de la operación y en los protocolos de control de agentes que producen enfermedades profesionales (como por ejemplo, el ruido, sílice, etc.).

Otro avance es que se ha introducido fuertemente la normativa asociada al manejo manual de carga, que muchas veces genera problemas físicos de largo aliento en los trabajadores, como así también, factores psicosociales.

¿Qué desafíos están aún pendientes por cumplir?
En la actualidad las tasas de accidentabilidad en el rubro van a la baja, no obstante, los accidentes con resultado de muerte se presentan como la gran deuda del sistema, dado que la cantidad de casos en los últimos tres años se ha mantenido con una tendencia al estancamiento.

Uno de los componentes importantes de los accidentes fatales son los llamados “de trayecto”, que afectan por igual a todos los sectores económicos. Como país también tenemos una deuda en seguridad vial.

¿Cómo es la normativa actual en esta área?
En general la normativa es bastante completa. No obstante, las características propias del rubro de la construcción juegan, muchas veces, en contra de la implementación de las medidas preventivas mínimas requeridas para la ejecución de las faenas de forma segura.

Me refiero a características y aspectos tales como: plazos de construcción cada vez más reducidos, bajo nivel de escolaridad de los trabajadores, disminución de costos de los proyectos y bajo nivel de conocimientos técnicos preventivos de los profesionales del rubro, entre otros.

¿Se fiscaliza adecuadamente el cumplimiento de las normas?
Si bien la cantidad de fiscalizaciones, que va regularmente en aumento, favorece la mejora de las condiciones de trabajo que impactan en la disminución de accidentes, es necesario que se mejore la profundidad técnica de las mismas. Por ejemplo, atacar las causas que generan las caídas al mismo nivel de un trabajador es mucho más fácil que gestionar las causas que dan origen a un derrumbe en una excavación, requiriendo, esta última, de competencias técnicas más profundas.

¿Qué debería incluir un buen plan de seguridad laboral en una constructora?
Lo primero y primordial está relacionado con el compromiso e involucramiento de los dueños de empresa, directivos y gerentes generales, quienes deben incorporan en su balanza de intereses los aspectos relacionados con la protección de sus trabajadores (así como también lo son los costos, plazos de entrega y calidad). Asimismo, los esfuerzos de gestión deben considerar los siguientes campos de acción: las personas, la tecnología, los lugares de trabajo, el clima y las normas.

La Cámara Chilena de la Construcción (CChC), en conjunto con Mutual de Seguridad, tienen disponible un sitio web, el cual contiene distintas herramientas para el control de los peligros críticos presentes normalmente en faenas de construcción. La página es http://cerofatales.cl/wp/inicio/, la cual incluye fichas, videos y material de apoyo sobre los riesgos críticos en la construcción.