El proyecto del Teatro Regional del Biobío nace ante la necesidad de impulsar el desarrollo cultural y artístico en la ciudad de Concepción. En 2011 el arquitecto chileno Smiljan Radic se ganó el proyecto que tiene una estructura de seis niveles. Los trabajos de construcción comenzaron en 2015 y el 7 de marzo pasado tuvo lugar su inauguración.

Este teatro se ubica en la ribera del Río Biobío, al lado del Memorial a las víctimas del 27F. Es un volumen imponente de 30 m de alto, con estructura reticulada de hormigón, el cual simula una gran caja apoyada sobre pilares y revestida en politetrafluoroetileno, la que en la noche resalta por su iluminación.

La madera tiene en este proyecto un protagonismo especial, ocupando 25.000 m². Se distinguen las salas de teatro y de cámara, con capacidad para 1.200 personas y para 250 butacas, respectivamente, las que fueron creadas para tener diversos usos. Matías Ullibarry, Productor Técnico del Teatro Biobío, comenta que en estas dos salas están integrados cuatro tipos de tabiques de madera, los cuales tienen cortes, orificios y calados para darles las frecuencias y difracciones que se necesitan para espacios que deben ser destinados a distintos espectáculos. La elección del tipo de madera y su color tampoco ha sido al azar o por gusto de los creadores del proyecto. Cada recinto cultural debe estudiar qué es lo que quiere proyectar, cuántas personas habrá en sus salas y qué tipo de espectáculos albergarán para definir de qué manera se utiliza esta materia prima.

En el caso del Teatro Biobío, los tabiques acústicos perforados y los acanalados están pintados de negro y tienen un absorbente acústico que sirve para manejar las frecuencias. “La madera en general se trabaja en cuanto al estudio acústico que se haga y a lo que quieres llegar. Entre más rugosa, tiene más absorción acústica y lumínica. Entre más lisa y brillante más difracción sonora (rebote) existe. Tiene que ver con el uso sonoro y lumínico”, agregó Ullibarry.

Además de su capacidad al momento de recepcionar el sonido, este recurso natural posee otras ventajas que hacen altamente recomendable su uso en este tipo de proyectos.

Destaca, por ejemplo, la versatilidad que da en otros ámbitos, como los escenarios en donde la estructura se puede montar y desmontar en poco tiempo y a menor costo.

A lo anterior se suma la calidez de este material, que confiere belleza y una atmósfera acogedora a los espacios.

Otra característica del Teatro Regional del Biobío es que fue construido para funcionar con eficiencia energética, lo que se logra debido a que su estructura está cubierta por una capa que absorbe la energía y que funciona, por ejemplo, para que se mantenga el sistema de climatización.