Según datos de la empresa de investigación de mercado Penta Research, anualmente el mercado de pinturas vende más de 19 millones de galones -el 95% es producido en el país-, alcanzando la facturación total la suma de US$240 millones. De esta cifra, unos 16,5 millones de galones son vendidos a empresas por volumen -en sus líneas decorativas e industriales- y otros 2,5 comprados en el comercio minorista por público general.

Como tendencia en la utilización de algún tipo de pintura, en los últimos años se ha impuesto el esmalte al agua para uso sobre todo residencial. Esto se debe a que las alternativas, como el látex, presentan menor poder cubridor. Para pintar una pared se pueden necesitar tres manos de látex versus dos manos de esmalte al agua. Además, tiene características importantes que hacen que su uso se haya extendido, como su adaptabilidad tanto para superficies exteriores como interiores, a lo que se suma su buena impermeabilidad y que es lavable. No obstante, cabe destacar que, en general, en este mercado predomina mucho el costo de los productos y los consumidores miden primero el precio y después la calidad.

Un aspecto importante aquí es que aún falta avanzar en la capacitación de quienes desarrollan el proceso de aplicación de las pinturas. En muchos casos existe falta de conocimiento, a pesar de que la construcción ha crecido sostenidamente durante los últimos años.

En ocasiones, los productos que se aplican en las obras constructivas -sobre todo en el ámbito residencial- presentan numerosas fallas. Conscientes de esta realidad, los proveedores hacen un detallado análisis de los pasos que es necesario dar para asegurar la calidad de la pintura en la obra, tanto desde el punto de vista de las características técnicas de los productos utilizados, como del proceso de pintado, los que muchas veces no son respetados por quienes pintan.

La calidad de la pintura utilizada está relacionada con la criticidad de la estructura que se requiere proteger, por lo tanto, no siempre se considera importante aplicar una pintura de alta calidad y tecnología a una vivienda, a pesar de los problemas de postventa que esto pudiera tener como consecuencia.

Las distintas empresas de pinturas poseen una gran variedad de acabados. Por ejemplo, se ofrecen en el mercado chileno pinturas opacas o mates, que no son reflectantes y pueden ocultar imperfecciones, aunque son menos durables. También están el esmalte semisatín, que es resistente a la suciedad y el moho; y el esmalte satinado, que presenta un acabado perlado, es fácil de limpiar, resistente a la humedad y es más durable. Otra variable son los acabados de imitación, que son mucho más económicos, pero que mantienen el estilo y dinamismo en cualquier lugar. Estos acabados vienen en piedra sintética, terminaciones de piedra caliza, yeso desmenuzado, etc., y se pueden crear con algunas técnicas de pintura.

En cuanto a los elementos a considerar al seleccionar una determinada pintura, básicamente, se deben tener en cuenta dos factores: si lo que se va a pintar está en exterior o interior, y el tipo de superficie a pintar.

Para pintar superficies como muros, existe el látex y el esmalte al agua. El óleo se utiliza en puertas y elementos menores y metálicos.

Tanto el látex como el esmalte al agua tienen como solvente el agua, por lo que tienen una resistencia aceptable a la alcalinidad y un secado bastante rápido. El hecho de que sean resistentes a la alcalinidad, hace que se puedan aplicar sobre hormigón, estucos o ladrillos nuevos. Además, el esmalte al agua es más costoso que el látex, pero requiere menor cantidad de manos, aparte de ser lavable. El óleo, por otra parte, tiene como solvente el aceite. Esto hace que requiera ambientes ventilados para su secado y una mayor cantidad de tiempo, ya que es lento en ese proceso. Por otro lado, son resistentes a la intemperie, pero no a la alcalinidad, lo que reduce su aplicación en hormigón, estucos o ladrillos.

En Chile existen normas referentes a pinturas, como la NCh 1001 of. 1989 Pinturas - Determinación de la densidad y la NCh 1007 of. 1989 Pinturas - Determinación de la película seca. También está la NCh 2154 of. 1991 Pinturas - Determinación de la adherencia, entre otras. No obstante, las pocas normas que existen son antiguas y la industria ha generado nuevos productos y procedimientos que ya han superado la velocidad con la que se actualizan.

De todas maneras, una de las principales recomendaciones que se debe hacer es que se requiere una mayor preparación o capacitación de los obreros para que apliquen correctamente los productos en las construcciones. Esto, porque no se obtienen resultados positivos si la pintura es la adecuada, pero quien aplica no está preparado o no respeta la forma correcta de utilización de la pintura.