Las cubiertas y techumbres tienen una máxima importancia en la construcción de edificios y viviendas, ya que, como explica Miguel Ángel Gálvez, Académico del Departamento de Arquitectura de la USM, estos elementos cumplen “funciones de protección frente al sol y la lluvia. Además, se encuentran en contacto directo con el ambiente exterior, por lo que son una “fachada” más por la que se pierde y/o gana calor”.

De acuerdo con lo anterior se muestra Carolina Montt Steffens, Directora Escuela de Diseño de la Universidad del Pacífico, quien señala que “la cubierta es la que, principalmente, va a cobijar y proteger del clima desde varios aspectos importantes como la impermeabilidad a la lluvia; la protección térmica básica, ya que por las techumbres es por donde se puede producir la mayor pérdida de calor de una edificación; y la generación de sombra, para el caso de lugares de mucho asoleamiento. Además es capaz de otorgar aislación acústica e intimidad junto a los cerramientos verticales”.

“Las techumbres, y en particular las cubiertas en una edificación, actualmente se han transformado en una quinta fachada, por lo que también cumplen un rol estético; algunas por sus pronunciadas pendientes forman parte de la visión simple de ellas, pero otras que aunque estén ocultas a la vista a niveles de terreno natural, tienen gran visión desde las edificaciones de mayor altura que se encuentren a la redonda, por lo que su aspecto y terminación también debe ser considerado”, agrega la profesional.

Miguel Ángel Gálvez comenta que hoy en día se utilizan diversos materiales para cubiertas y techumbres: metálicos (acero, zinc y cobre) en planchas, cerámicos en forma de tejas, todo tipo de composites, entre ellos el fibrocemento y el onduline, y algunos plásticos como el policarbonato. Dependiendo del tipo de estética que se quiera lograr o del requerimiento técnico o del presupuesto, será el material a emplear, sostiene Carolina Montt Steffens, quien detalla que hay cubiertas en formato de tejas o tejuelas, las que pueden ser de arcilla cocida, de mezclas cementicias, de fibrocemento, de maderas nobles o tratadas, metálicas con tratamientos de pinturas de terminación, y asfálticas en formato de peinetas.

“También existen cubiertas en formatos mayores como planchas de acero galvanizado o pintado, con diversos dibujos en sus pliegues, los que le otorgan estructura, y membranas asfálticas en diferentes acabados, especialmente para cubiertas de mínima pendiente, etc.”, añade.

La Directora Escuela de Diseño de la Universidad del Pacífico sostiene que las nuevas tecnologías en este ámbito apuntan, principalmente, “a la mayor eficiencia en la construcción, con especial preocupación por el bajo costo, la rapidez del montaje y la eficiencia energética, dada por la aislación térmica y la luminosidad según corresponda”.

Agrega que se ha desarrollado una variada oferta de productos fabricados a base de fibrocementos, tejuelas asfálticas con soporte de fibra de vidrio, membranas asfálticas y diversos tipo de planchas de acero galvanizado y con pinturas de alta temperatura. Además, se ha avanzado en la fabricación a base de compuestos de poliuretano para impermeabilización de azoteas de hormigón.

Por su parte, el Académico del Departamento de Arquitectura de la USM, destaca entre las tecnologías hoy disponibles, “las numerosas soluciones industrializadas existentes, como los paneles sándwich, que incorporan aislamiento, junto con las soluciones de cubiertas verdes (ecológicas) y las cubiertas invertidas”.

Miguel Ángel Gálvez resalta que de todos los elementos constructivos que constituyen la envolvente de un edificio (muros, cubierta y pisos en contacto con el exterior), “la cubierta es el de mayor exigencia térmica, fundamentalmente porque recibe una alta radiación en verano. Y, en consecuencia, es al que debe exigirse mayor nivel de aislación”. En efecto, acota Carolina Montt Steffens, el área de la techumbre es la más expuesta a la pérdida de temperatura interior o a la radiación solar y calentamiento de la edificación, por lo que su aislación térmica es de primera importancia.

“Dependiendo de los presupuestos, existen distintas tecnologías en productos de aislación térmica; las hay a base de lanas de fibra de vidrio, lanas minerales y de fibras sintéticas. También existen a base de compuestos espumosos de poliuretano, que solidifican, o bien, de poliestireno expandido en placas rígidas. Además, se procura dejar buenas cámaras de aire ventiladas en los entretechos de las techumbres”, afirma.

Ambos profesionales coinciden en que es clave que exista una adecuada mano de obra e instalación en lo que respecta a cubiertas y techumbres.

“Es fundamental en la ejecución, para evitar futuras infiltraciones de agua y aire, así como pérdidas térmicas”, enfatiza Miguel Ángel Gálvez.

En virtud de lo anterior, Carolina Montt Steffens destaca que la mano de obra para cualquiera de los casos, debe ser especializada y conocer las instrucciones del fabricante de la techumbre a utilizar.