En los últimos años, las grandes empresas han hecho enormes avances al eliminar la ineficacia de TI mediante la consolidación de sistemas y la implementación de virtualización. Las infraestructuras virtualizadas ayudan a analizar los datos de maneras nuevas y eficaces a través de aplicaciones de administración de inteligencia empresarial y relaciones con los clientes.
La virtualización también simplifica los desafíos de mantener a un personal sumamente móvil que depende de una plétora de dispositivos para interactuar con aplicaciones, correo electrónico, sitios web y medios sociales.
Nuevos Servidores Dell PowerEdge de la 12ª generación
No obstante, en el caso de muchas empresas pequeñas, el costo de la potencia informática requerida para lograr estas iniciativas avanzadas constituye una barrera insuperable. Ahora, esta situación ha cambiado. Los nuevos y accesibles servidores blade, en rack y en torre Dell PowerEdge de la 12ª generación están diseñados para suministrar el rendimiento y las herramientas que las pequeñas y medianas empresas necesitan para empezar a aprovechar los mismos beneficios de virtualización que ya disfrutan las empresas de mayor magnitud.
Esta facilidad de recuperación surge de las mejoras en el rendimiento de la CPU o memoria, así como de las nuevas controladoras RAID de Dell y la interfaz de bus PCI Express (PCle) de tercera generación.
Beneficios de la virtualización para pequeñas y medianas empresas
La virtualización ofrece a las Pymes un camino hacia la reducción de gastos operativos y la creación de una infraestructura sólida y flexible, dado que las ayuda a eliminar servidores de una sola función desaprovechados que consumen demasiado espacio y energía y requieren excesiva administración de TI. Una infraestructura virtualizada también aumenta la disponibilidad, simplifica la recuperación antes desastres y aumenta la capacidad de manera dinámica para cumplir con las cambiantes exigencias del negocio. La virtualización ofrece otro beneficio que a algunas pequeñas y medianas empresas les resulta atractivo: permite que las aplicaciones heredadas continúen ejecutándose y evita las actualizaciones del sistema operativo o hardware. ¿Por qué una organización optaría por este enfoque? Supongamos que una empresa tiene una aplicación heredada personalizada que se ejecuta sin problemas. En algún momento, el soporte del proveedor del sistema operativo o el servidor físico expirará. Llevar forzosamente software antiguo o plataformas nuevas es, a menudo, un problema significativo, que requiere una rescritura de código extensa para controladores de dispositivos y otras herramientas, o para la aplicación en sí. Sin embargo, una vez que una empresa virtualiza una aplicación y su sistema operativo, ya no necesita migrarlos a hardware nuevo. La máquina virtualizada independiente se puede utilizar indefinidamente y proveer a cualquier dispositivo físico dentro de la infraestructura virtualizada. La virtualización amplía enormemente el ciclo de vida de las aplicaciones heredadas, dado que ya no se encuentran vinculadas a una pieza específica de hardware.