Hoy es común ver a los vendedores que muestran departamentos, empezar el recorrido por mostrar los equipamientos del edificio, que normalmente incluyen una piscina, antes de que entren a la vivienda propiamente tal. Es indudable que el esfuerzo constructivo y los costos de mantención asociados constituyen un alto valor agregado al inmueble que tiene una piscina frente a los que no la tienen. Esto también tiene que ver con crear lugares de encuentro y espacios de juego para los niños, debido a que en nuestras ciudades han ido desapareciendo los patios y los antejardines, mientras que la calle está más orientada a los autos.

Tipos de piscinas

En segmentos de menores ingresos se ha incrementado explosivamente la compra de piscinas plásticas armables, que incluso tienen sistema de filtrado. Hay de diversos tamaños y ofertas.

Luego, en aquellos segmentos que adquieren una segunda vivienda es tendencia incorporar en interiores piscinas temperadas climatizadas que funcionan todo el año. Esto, además de valor agregado, se aprecia como elemento de relajación y recreacional. Dentro de estas tendencias se usan las piscinas sin límite, es decir, recortadas sobre una vista a paisajes naturales, sean marítimos o lacustres; técnicamente tienen escondido un rebalse que hace que el agua escurra por el lado del paisaje y luego se recicla.

En casas se han incorporado las piscinas rectangulares, poco anchas y muy largas, como parte de un lugar para que el nado sea un ejercicio físico. En esto, el mercado ofrece incorporar mecanismos que producen olas y el nado contra corriente.

También han crecido y han estado más relacionadas con la venta de parcelas de agrado, las piscinas prefabricadas de fibras de vidrio o algún polímero, las cuales son transportables, por lo que se limitan a tamaños acordes a las ramplas de los camiones y dimensiones de caminos y carretera. Estas tienen la ventaja de instalarse muy rápidamente y, como se colocan en espacios exteriores, suelen usarse formas curvas como las de un riñón.

Diseños

Desde siempre el agua ha sido un elemento de paisaje y las piscinas muchas veces cumplen funciones decorativas, principalmente buscando mejorar la estética de lugares, mediante elementos como el brillo, color, movimiento, sonidos y reflejos, que generan atmósferas de agrado y acompañan otros usos, como lugares de estar, quinchos o terrazas.

Dentro de estas tendencias se usan combinaciones de madera para los bordes y revestimientos pétreos con algunas pequeñas rocas, buscando equilibrios más naturales y sensaciones de estar en paisajes, escondiendo lo artificial.

Finalmente, el mercado ofrece una gran gama de soluciones. Las tecnologías asociadas a las máquinas y filtros son cada vez menos caras y simples de instalar; más bien son los valores del suelo y el agua los que incrementan los costos y no la construcción misma. En este sentido, hay una tendencia en condominios, por ejemplo, de compartirlas como bien común.