¿Cómo ha evolucionado el prefabricado de hormigón?
El prefabricado en general, cubierto en la Norma NCh2369 de Diseño Sísmico de Edificios e Instalaciones Industriales en la actualidad es muy usado, aunque no siempre fue así. Junto a mi socio fuimos pioneros en este sistema en los años 60, pero inicialmente no se logró su penetración en el mercado, dado que los aranceles de importación encarecían su uso. Hoy, en cambio su demanda ya es masiva. El alza del costo del acero hizo competitivo el prefabricado en hormigón armado, solución en torno a la cual ha habido, además, un gran desarrollo tecnológico.

¿Qué ocurrió con el "prefabricado seco" durante el terremoto?
El prefabricado con uniones secas, que es soldado o apernado en terreno, fue uno de los materiales que tuvo un mal comportamiento durante el pasado sismo. En sectores como Huechuraba, Quilicura y Pudahuel, por ejemplo, hubo diversas industrias que experimentaron serios problemas. En todo caso, es importante precisar que las falencias observadas respondieron a fallas en la clasificación de suelos o por incumplimiento de la norma.

No sucedió lo mismo con el "prefabricado húmedo"…
No. El prefabricado con uniones húmedas, en que las conexiones se hicieron con hormigonado en obra, en general se comportó muy bien. Un ejemplo está dado por las Losas Prefabricadas Tralix, consistentes en losas de hormigón nervadas, constituidas por viguetas y bovedillas, más una sobrelosa de hormigón armado vaciada en obra, armada con una malla de acero electrosoldada. Cabe destacar que estas losas no presentaron problemas como fisuras en distintos puntos del país, incluso en la zona epicentral del terremoto.

¿Cuáles son los principales atributos de las losas Tralix?
Su gran atributo reside en su capacidad estructural. El conjunto compuesto por la vigueta, bovedilla y sobrelosa armada forma una sección resistente, que actúa monolíticamente, permitiendo que la sobrelosa se comporte como un diafragma rígido.

A esto se suman otras numerosas ventajas, como el hecho de que mejora el control de la temperatura en el interior de los recintos, con el consiguiente confort y calidad de vida para los usuarios; su durabilidad y calidad, su menor peso y rapidez de construcción.

Los beneficios técnicos, arquitectónicos, estructurales y económico-constructivos de este sistema han hecho posible su uso en viviendas, obras civiles, edificios comerciales e institucionales, entre otros.