Fotos: Gentileza Dynamobel distribuido por Kalpakian en Chile.

Es muy distinto la oficina de Google a una oficina de abogados, tienen colores y códigos distintos, por lo que no se trata de comprar muebles y ponerlos en cualquier lugar; es necesario que el proyecto en cuestión refleje un poco la propuesta de valor que quiera transmitir la oficina.

El interiorista Cristián Preece señala que “en términos del layout, en un espacio de trabajo es recomendable una decoración y una propuesta que sea tranquila, con la menor cantidad de distracciones posibles. Sin embargo, al mismo tiempo debe ser un ambiente que nos permita desahogarnos. Por ejemplo, muchos bajan a fumar o a distraerse con compañeros de trabajo, y es ahí cuando no estamos al frente de un computador y nacen las mejores ideas. Entonces, ojalá que las oficinas tengan estos espacios que puedan albergar este tipo de conversaciones informales en donde muchas veces salen buenas ideas y buenos proyectos a futuro que van a servir al desarrollo de la oficina en términos del layout”.

Por otra parte, respecto de materiales, el especialista comenta que su uso dependerá de la propuesta de valor que se busca transmitir. “Si mi empresa es full tecnología, de vanguardia, de comunicaciones, los tonos que vamos a usar deberían ser más limpios, blancos, más iluminados. En el caso de una oficina de abogados, en cambio, que quiere demostrar elegancia, sofisticación y seriedad, los tonos que tienen que primar son aquellos más oscuros como los de la madera o mármol”.

Cristián Preece enfatiza que todo recae en el tipo de oficina que queremos construir. “Es un error el concepto de oficina estándar, pero sí creo que la tendencia es a espacios abiertos y donde se generen este tipo de conversaciones entre los mismos trabajadores. Hay que generar un tipo de comunicación más transversal que vertical. Esas oficinas donde están todas las puertas cerradas y hay que pedir audiencia con los jefes, generan más trabas y no permiten que el fluir de la oficina sea más amable”, afirma.

Consultado sobre si existen determinados perfiles de oficinas que dediquen más importancia a su diseño interior, Cristián Preece plantea que se trata de un tema que interesa a todas por igual.

“Independiente de de la marca del cliente, la dedicación es la misma. Muchas veces la gente cuando entra a un cubo blanco, lo encuentra fome, sin embargo, puede que le hayan dedicado muchas horas de pensamiento para poder llegar a eso y que refleje lo que la oficina quiere comunicar. No porque una oficina tenga muchos elementos se pensó más que en otra que posea menos elementos. Yo creo que el trabajo de pensar es igual para todo, independiente del resultado final”, precisa.

Respecto de cómo aborda el proyecto de efectuar el diseño interior de una oficina, el profesional destaca que mediante la metodología del diseño. Explica que “nos juntamos con el cliente para entender de qué se trata la marca y cuál es la esencia de la oficina. Después, cruzamos esa información con las necesidades de la empresa, desde saber cuántas personas trabajan, hasta cuántas salas de reuniones se necesitan”.

Cristián Preece añade que siempre se conjuga la esencia de la marca con las necesidades que tiene, y de eso se propone, se formaliza y se obtienen los resultados. “Cuando uno entra a la oficina y respiras la marca, es cuando un proyecto está bien logrado. Cuando entras y sientes que es Coca Cola, o Mac, o de abogados, etc., ahí es cuando un proyecto se logró. Cada proyecto es independiente de sí mismo. Mi sello está en no copiar y no repetir, sino que en tratar de entender la esencia de cada proyecto y reflejarlo en su construcción”, concluye el especialista, quien fue parte de un taller de interiorismo con la Samsung Galaxy Tab Pro S, junto con el centro de estudios La Escuela.