¿Qué viene en materia de reconstrucción?
Hay una cierta lectura respecto a aseverar que la emergencia se superó o se habría superado incluso algunos meses después del terremoto, lo que es un error. De hecho, existen experiencias internacionales que demuestran que los tiempos de emergencia son normalmente más extensos y los hechos lo corroboran, porque en Chile aún hay gente que sigue viviendo en las mismas condiciones que al día siguiente del terremoto.

¿La reconstrucción está recién empezando?
Estoy convencido que el proceso de reconstrucción será lento, porque reconstruir no significa sólo volver a hacer lo que había, sino que es la oportunidad para mejorarlo y avanzar también en las condiciones del ordenamiento del territorio y del espacio para hacer mejores ciudades. Todo esto es posible frente a la oportunidad que en muchos casos significa volver a construir partiendo desde cero.

Lo importante es no confundir los objetivos, porque los tiempos de la emergencia no son los mismos de la planificación. Lo que las personas afectadas necesitan es la recuperación rápida de las condiciones mínimas para poder habitar un espacio… No pueden esperar el resultado de la planificación para resolver su problema de vivienda. En definitiva, lo que necesitamos es una planificación pero por etapas, que responda a las urgencias de la emergencia y, al mismo tiempo, se proyecte a un futuro mejor.

¿Era necesario proceder de manera diferente?
Definitivamente. El terremoto habría requerido desde el primer minuto un plan especial, una normativa y un subsidio exclusivamente de reconstrucción y no ser sumados a los subsidios ordinarios. En una declaración pública, de abril del año pasado, dijimos que era necesario llevar a cabo un Plan de Reconstrucción Patrimonial y una Agencia de Reconstrucción, de tal manera que se pudiera coordinar en forma más efectiva las distintas instancias gubernamentales, para encarar la reconstrucción y la emergencia, y no solamente recurrir a los instrumentos regulares para resolver estos problemas.

¿Qué debe considerar la reconstrucción de viviendas sociales?
Respecto a la materialidad, es importante tener en cuenta cómo fueron afectadas las viviendas de adobe, ya que por desconocimiento, susto y temor se echaron abajo muchas casas de tierra y otras construcciones que perfectamente se podrían haber recuperado. En este sentido es importante aclarar que si se cumplen ciertas normas básicas, las construcciones en adobe resisten extraordinariamente bien. Pueden ser muy confiables si se tienen los cuidados del caso y se aplican las técnicas adecuadas, lo que permite aprovechar sus ventajas acústicas, térmicas y también lo que significan desde el punto de vista de identidad de nuestro patrimonio.

¿Este es un aspecto que se ha visto postergado?
Así es. Y aunque se han hecho esfuerzos por regularlo, no han recibido los adecuados subsidios o se han demorado mucho, ya que en un principio, dada la legislación vigente, estaban excluidos de la ayuda estatal, sin considerar que cerca de un 50% de las construcciones dañadas eran de adobe. Este es un tema que el Colegio ha estado planteando con bastante preocupación, tanto por su carácter de urgencia para los habitantes como por el valor patrimonial que tienen esas construcciones. Felizmente, en el último tiempo esta situación se ha revertido en parte, aprobándose por parte del Minvu aportes para restaurar y reconstruir construcciones que estaban excluidas inicialmente.

Respecto al emplazamiento, ¿Qué criterios deben utilizarse?
En primer lugar revertir la tendencia de construir en terrenos inadecuados, lo que quedó claro luego de ocurrido el tsunami, a falta de un adecuado mapa sísmico del país y del hecho que los suelos se comportan de manera distinta de acuerdo a su cercanía con el mar. Esta es la oportunidad de re-estudiar y reordenar, mediante un adecuado diseño urbano, muchos de los cascos antiguos de las ciudades, para rediseñar nuevos trazados urbanos y generar nuevos ordenamientos territoriales y ciudades del futuro, como de alguna manera lo están intentando los Planes de Regeneración Urbana.

¿Qué puntos son urgentes de atender?
A mi juicio, hay "3P" que son vitales de abordar: planificación, participación y patrimonio.

Es absolutamente necesario planificar el futuro a raíz de esta desgracia que vivimos -que es también una oportunidad- sin desconocer la urgencia del tiempo, de manera que la planificación no sea sinónimo de estudios que se alargan indefinidamente.

Asimismo, la participación es un aspecto significativo, donde además de las autoridades es importante que las comunidades se integren a la construcción, y como entes activos de la solución, no sólo como parte de la problemática. En este sentido, la integración y colaboración de las autoridades locales y regionales es una instancia fundamental que debe encontrar un espacio adecuado de participación.

En relación al patrimonio, es un tema también fundamental por todo lo que significa que el terremoto haya afectado a un lugar como la zona centro-sur, que es histórica y además fiel representante de nuestra identidad. Entonces, ahí no se trata de hacer lo mismo, sino que se debe reconstruir incorporando nuevos materiales, conceptos de sustentabilidad y un tipo de respuesta que sea acorde con lo que ha sido la tradición y el pasado de esos lugares, lo que representa un desafío enorme y sobre el cual aún está pendiente una gran reflexión: tenemos que construir creando nuevos patrimonios, lo que nos obliga a hacerlo de la mejor manera posible.