Diego Lafertte.

Durante un tiempo se contrató perfiles, en su mayoría seniors, quienes se convirtieron en actores clave para los resultados en la rentabilidad de los proyectos. La experiencia de los colaboradores seniors en el mercado inmobiliario fue aplicada transversalmente en las distintas áreas del rubro, considerando que la manera de construcción de los proyectos era en términos de estructuras organizacionales más reducidas concentrando en gran parte las responsabilidades en cargos de terreno.

Desde que inició la reforma tributaria y cambió la diferenciación del cobro en la compra de un bien inmueble se generó incertidumbre en el empresariado inmobiliario, lo que llevó a profundas modificaciones en la industria en términos de organigrama interno, cobros al consumidor, rentabilidad, costos de los proyectos entre otras variables.

El principal impacto lo podemos ver en cómo cambió el perfil de contratación para los cargos de terreno, buscando la especialización como pilar fundamental, dada la alta competencia actual de profesionales del rubro.

La falta de claridad en la reforma, impactó directamente a los grandes proyectos, paralizando en un 20% aproximadamente la industria por los nuevos costos que se generaron tanto para la empresa como para el consumidor final. Este escenario obligó a cambiar las estrategias de venta, la planificación de los costos de construcción y además generó despidos de aproximadamente el 25% de la industria en lo que respecta a cargos de jefaturas en terreno. Este cambio se vio reflejado principalmente en proyectos de edificación en altura lo que generó una sobre oferta de profesionales del rubro.

Por otro lado, los cargos de jefatura de terreno que se mantuvieron dentro de las organizaciones aumentaron sus rentas en un 21% como parte de estrategia de retención de estos talentos, asignando sus responsabilidades a otro tipo de áreas como estudios de propuestas, oficina técnica, estudio de anteproyecto, encareciendo aún más, los presupuestos de construcción, dado que tuvieron que ser reasignados para realizar otras funciones adecuadas a su cargo.

Lo anterior, genera una burbuja salarial, pues actualmente los empresarios entienden más la reforma, lo que ha permitido recobrar la confianza en el mercado, de tal manera que se han ido reactivado los proyectos frenados de manera paulatina, lo que ha creado nuevas oportunidades para los profesionales, manteniendo el incremento en sus rentas del promedio del 21% para el mismo cargo con las mismas funciones de antes.

Sin embargo, y a consecuencia de lo anterior, los proyectos se han encarecido, especialmente en la edificación en altura, pues se han generando estrategias de contratación con foco en los profesionales de alto impacto, que sean capaces de mantener de manera eficiente los proyectos, respetando los plazos de construcción. Lo que nos deja entrever cómo los cargos en terreno se ha ido especializando, con focos específicos y acotados, respetando los plazos, lo significa en resumen, un costo inicial mucho más alto, pero con un control de riesgo en la fuga de costos que pueden incidir en la rentabilidad.