El nivel de inversión de la minería en el año 2016 será moderado en relación a lo que se ha venido observando hasta hace algunos años atrás. Ello se explica fundamentalmente por la incertidumbre que existe respecto del comportamiento mundial y particularmente de China, que es el principal consumidor de metales del planeta, lo que junto a otros factores como el alza del dólar ha generado una importante caída en la cotización de los metales, todo lo cual impone a los inversionistas una alta dosis de cautela.
De acuerdo a la visión de la ministra de Minería, Aurora Williams, el impacto nacional de la producción de cobre ha aumentado considerablemente en las últimas dos décadas, influyendo decisivamente en la estabilidad macroeconómica de nuestro país. Junto a ese éxito ha surgido naturalmente la pregunta sobre cuánto tiempo y de qué manera seguirá siendo el cobre el motor de la economía chilena. “Una premisa central es que el cobre puede ampliar su valor si se vincula a la innovación tecnológica. Como Gobierno hemos hecho una apuesta importante, que lleva consigo un desafío mayor, la innovación, el uso de nuevas tecnologías, el desarrollo de iniciativas rupturistas pero que a la vez aporten en hacer de esta industria una vitrina de Chile hacia el mundo. Es por ello que impulsamos las alianzas que nos nutren como país, aun cuando Chile resalta permanentemente su liderazgo con el 30% de la producción mundial de cobre y contamos además con el 40% de las reservas del planeta, las condiciones que posibilitan el desarrollo de esta industria han cambiado, los costos han aumentado, la productividad ha disminuido, las leyes han bajado, y la sostenibilidad ambiental y social hoy día es un imperativo”, señala la secretaria de Estado.
Ante dicho escenario de más baja inversión, es que todas las empresas asociadas a la actividad minera han evidenciado en carne propia los efectos de la situación internacional de la minería. “Ellas deben compartir los esfuerzos que estamos haciendo en términos de ahorro y productividad, porque es la única forma de sobrevivir a este período complejo que estamos viviendo y que no sabemos cuándo terminará. El sector construcción no está ajeno a los avatares de la minería y creemos que en la medida que se mantengan o reactiven proyectos emblemáticos de las grandes empresas eso traerá aparejado el desarrollo del sector construcción”, destaca Patricio Chávez, Vicepresidente de Asuntos Corporativos y Sustentabilidad de Codelco.
Proyectos
Para el Vicepresidente Ejecutivo de la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco), Sergio Hernández, “durante este año no van ingresar nuevas operaciones en Chile, ya que la mayoría de las iniciativas que se han catastrado por Cochilco tienen puesta en marcha presupuestada para después de 2018, mostrando que tanto 2016 como 2017 serán años de optimizaciones de las operaciones actuales y reestructuración de compañías en miras a realizar mejoras productivas”, señala. Y es que la actual coyuntura de precios ha generado estrechez financiera lo que ha llevado a las empresas a priorizar las operaciones que generan caja, postergando las decisiones de inversión y por ende, de construcción.
Durante 2016 se concretarán proyectos de optimización por un monto cercano a los US$250 millones, no obstante son proyectos que no involucran saltos en los niveles de producción de cobre”, destaca el ejecutivo de Cochilco. De cierta manera, estas iniciativas mantendrán a la actividad de la construcción asociada a la industria minera con perspectivas moderadas.
El escenario de Codelco
“La inversión en la industria minera más relevante que veremos en el presente año son los proyectos estructurales de Codelco, a lo que se agrega la planta desaladora de Minera Escondida y el proyecto óxidos de Minera Centinela. No obstante, los montos de inversión de la industria minera serán modestos”, continúa en la misma línea Álvaro Merino, Gerente de Estudios de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami).
La caída en los precios del cobre que se ha observado en los últimos meses, ha impactado en forma significativa en las empresas mineras, particularmente disminuyendo los ingresos, reduciendo los márgenes, generando menor producción, paralizando y postergando la inversión, recortando el empleo y moderando las expectativas de los accionistas. “Asimismo, es preciso señalar que esta situación ha afectado en mayor medida a las empresas de menor tamaño, a la pequeña y mediana minería que son precisamente las que muestran mayores costos. El año 2015, el precio del cobre cayó en alrededor de un 20%, respecto del valor promedio registrado en el 2014, lo que ha impactado con fuerza a la minería en su conjunto”, comenta Álvaro Merino.
En Codelco se tiene claridad respecto de lo complejo que será este año, “pero mantenemos una cartera de proyectos ambiciosa que hemos ido adecuando a la realidad de Codelco y del sector. Seguimos revisando y optimizando el plan de ejecución con el fin de adaptarlo a las restricciones financieras que enfrentamos”, complementa Patricio Chávez. A la fecha, los principales proyectos de la estatal presentan el siguiente avance: Chuquicamata Subterránea, con un avance de un 25.8%, Nuevo Nivel Mina El Teniente, con un 36.3%; RT Sulfuros Fase II, con un 68.4% en ingeniería de detalle, Desarrollo Futuro Andina, que se encuentra en Estudio de Prefactibilidad; Nuevo Sistema de Traspaso Andina, con avances del orden del 20.5% y Rajo Inca, en Estudio de Prefactibilidad.
Foto gentileza Codelco.
Proyecciones
Dada la coyuntura del mercado del cobre, dominado por una elevada incertidumbre, “las compañías debieran profundizar en el control de costos para asegurar el margen del negocio. Por otra parte, el término del súper ciclo del precio tiene como consecuencia natural la contracción de la inversión. Hoy parece razonable que las compañías moderen sus inversiones a la espera que se consolide un alza en el precio que se prevé será a inicios de 2018. En consecuencia es poco probable ver este año y el próximo una recuperación del sector construcción en la minería local”, expresa Sergio Hernández.
Una de las tareas prioritarias en el quehacer de las compañías mineras durante el 2016 será continuar con el férreo control de costos, la optimización de procesos productivos, de gestión, y la innovación continua en las actividades mineras. “Todo ello con el objeto de hacer frente a la caída en la cotización del metal, defender los márgenes, elevar la competitividad y productividad”, expresa Álvaro Merino. Desde la vereda de Codelco en tanto, este será un año centrado en tres ejes principales: reducción de costos, ahorro y productividad. “El año recién pasado logramos una producción histórica y redujimos nuestros costos gracias a un tremendo esfuerzo de nuestras trabajadoras y trabajadores. Este año debemos perseverar en reducir los costos y elevar la productividad. Con mucho esfuerzo logramos ubicarnos en el segundo cuartil de costos, esto es, el 50% de las empresas mineras que presentan menores costos de producción; ahora debemos ser capaces de mantenernos ahí”, finaliza el ejecutivo de Codelco.
En resumen, el año 2016 no se observa muy fructífero en términos de proyectos nuevos o en la entrada en operación de nuevas minas, lo que responde a una situación global de la minería mundial. No obstante, pese a lo complejo de esta coyuntura se debe destacar que los proyectos mencionados representan cerca de US$676 millones, los que sumados a los procesos inversionales que está llevando a cabo Codelco en sus proyectos estructurales, entregan una base de sustentación para la industria, contratistas y proveedores, en momentos en los que en muy pocas partes del mundo se invierte en minería.
