Si bien inicialmente las soluciones constructivas de cielos falsos se orientaron principalmente a oficinas, hospitales y aeropuertos, en el último tiempo su uso se ha ampliado a otro tipo de edificaciones, como oficinas, centros educacionales, auditorios, salones, e incluso en proyectos de menor envergadura.
Tipos de cielos y prestaciones
Dentro de la oferta de cielos, Hernán Bugueño, arquitecto y académico de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Central de Chile, indica que se encuentra el de tipo modular, que es una palmeta que se monta en una subestructura metálica y que permite un fácil registro del cielo falso. El arquitecto agrega que también existen los cielos falsos que no son registrables o “plenum” y que dejan un espacio entre la losa y el cielo que va por debajo. Este último es de bajo costo.
Por su parte, Gustavo Sarabia, del Departamento de Arquitectura de la Universidad Técnica Federico Santa María, comenta que hoy en día los proveedores de cielos falsos permanentemente se están poniendo al día en la inclusión de elementos y soluciones más sofisticadas para atender a requerimientos cada vez más específicos, lo que ha implicado un aumento en la oferta y diseños con mayores virtudes. “En Chile se ha llegado a un buen nivel en la oferta de productos que salen del tradicional ‘cielo americano colgado’, con diseños que pueden ser incorporados a variados conceptos de terminaciones arquitectónicas, por ejemplo tramas, texturas, módulos, etc”.
Además, según el proyecto al que se orienten, los cielos falsos pueden tener distintas prestaciones. “Hay cielos que son absorbentes acústicos y otros que son reflectantes acústicos; hay cielos con aislación térmica y otros modelos que no la incorporan como parte de su manufactura”, explica Saravia, agregando que, “independientemente de las prestaciones, todos los cielos falsos tienen que cumplir con las siguientes características: fácil montaje, rapidez para inspección y durabilidad”.
Sarabia destaca que los cielos falsos modulares se usan mayormente en edificios donde confluye un gran número de personas o en edificaciones con instalaciones con cierto nivel de complejidad (redes, climatización, agua, etc.), que requieren ser cubiertas y protegidas. En esos casos, el cielo se presenta como una capa de terminación que oculta “el sistema nervioso” del edificio.
Su rol como caracterizador de ambientes
Sarabia señala que el diseño de estos productos tiene una importancia relevante y que, aunque queda a criterio del arquitecto su elección, el cielo falso junto a la terminación de muros y revestimiento de piso, son los encargados de caracterizar los ambientes que serán habitados por personas, sin olvidar obviamente el trabajo de luces y sombras, colores, iluminación artificial o mobiliario. “De esta manera, el aporte de un cielo falso puede ir por la tectónica que desea lograr el diseñador, pero también queda supeditada a este la elección de las luminarias, también relevantes para vestir un espacio”, plantea. Agrega que la tendencia actual se puede separar en dos áreas: acercarse más a lo natural o rústico con cielos en madera, o posicionar una imagen más moderna con cielos metálicos y de colores estridentes.
Respecto de este punto, Bugueño acota que existen placas y sistemas de montaje de distintos tipos. “Existes los sencillos, que cumplen aspectos funcionales y que son económicos; los que mejoran la estética y aseguran una buena terminación; y los que ya vienen con un sistema de fácil montaje y además han evolucionado en términos de materialidad. Existen cielos falsos de madera, metálicos, de fibras de vidrio, de placas de yeso cartón, y con terminaciones pintadas, serigrafiadas y de otros tipos”.
Instalación rápida y fácil
La facilidad de instalación es uno de los puntos que no se transan en un cielo falso. Saravia precisa que “una de las grandes virtudes del cielo falso industrializado es la rapidez de montaje, lo que lo hace una alternativa atractiva en relación al cielo tradicional en base a listoneado de pino y yesocartón”.
En tanto, Bugueño explica que los cielos falsos modulares traen una serie de elementos que parten desde la instalación del entramado metálico en el cual se coloca las placas y que la instalación debe ser autorizada por especialistas. Agrega que otro dato importante es que Chile es un país sísmico. “Con el último terremoto, la mayoría de los cielos falsos modulares se cayeron, como ocurrió en el Aeropuerto de Santiago; por lo tanto, hoy en día es importante que la instalación de cielos falsos en edificios públicos cuente con un sistema antisísmico”.
Ventajas y valor agregado
Bugueño sostiene que los cielos falsos permiten una fácil mantención de las instalaciones que van por el cielo, como de iluminación, climatización, sistemas de detección de humo, redes húmedas, etc. En ese caso, la prestación es acceder fácilmente para reparación o mantención periódica.
También destaca que permiten obtener calidad de terminación o revestimiento cuando el edificio lo requiere. “Por ejemplo, los revestimientos pueden integrar rejillas de aire acondicionado, luminarias y rociadores de aguas para incendio, entre otros, existiendo cielos que hacen posible embutir estos elementos sin necesidad de romper el cielo en caso de alguna reparación”.
“A lo anterior se suma su flexibilidad, amoldándose a cambios. En hospitales y sobre todo en oficinas cuando se necesita cambiar la ubicación de los puestos de trabajo se puede mover fácilmente la instalación del aire acondicionado o de una luminaria, porque cambió la distribución espacial”, declara.
