Daniel Díaz.

Los muro cortina son ya una tendencia. Edificios públicos, oficinas y construcciones corporativas; todas han optado por esta tecnología que otorga una estética única, grandes vistas a la ciudad, mayor luminosidad y una optimización de los sistemas de calefacción interior.

Pero proyectar una fachada es además un importante reto arquitectónico, no solo porque revela la personalidad de una edificación, sino por su alta complejidad técnica. Constituidos por estructuras de aluminio, anclajes y cristales, su instalación requiere entonces de ciertas precauciones que permitan sacar el máximo provecho y seguridad a las obras, desde su diseño hasta su correcta instalación.

La primera consideración es que el desempeño de un muro cortina depende significativamente de la correcta realización de las uniones y las juntas que sirven para ensamblar los diferentes elementos que lo constituyen.

Un correcto diseño, la selección del sellador apropiado para cada uso específico y la realización de controles de calidad para asegurar el buen funcionamiento del sello durante su vida útil, son los pasos clave para asumir este tipo de proyectos.

Así, es fundamental establecer un procedimiento de control de calidad de los productos a utilizar en el pegado de vidrio a metal, partiendo por el fabricante del termopanel como primer eslabón relevante de una cadena de productos y proveedores que deben asumir un rol en la capacitación específica de los operadores. En obras importantes, lo recomendable es exigir una garantía respecto de los productos involucrados, su año de fabricación, normas de seguridad, entre otros aspectos.

En nuestro país, además, es necesario tomar precauciones con las condiciones climáticas variadas, por lo cual la calidad de los materiales es muy importante. También se debe considerar los desastres naturales como terremotos, donde los envolventes deben ser capaces de resistir estos embates de la naturaleza.

En ese sentido una buena alternativa de guía es el Manual de Recomendaciones Técnicas para Muros Cortina. El documento del año 2014, contó con el aporte en conocimientos y experiencia de Sika Chile, entre otros actores del mercado, y es una actualización al Manual del 2006 y que contiene todos los avances y las lecciones aprendidas durante el terremoto de febrero de 2010.

La empresa de muros cortina deberá conocer las especificaciones técnicas del proyecto, tanto en lo relacionado con los materiales a usar, como con las prestaciones técnicas requeridas - cargas de viento, dilataciones térmicas, deformaciones, estanqueidad al agua, entre otras.

En Chile, las siliconas que pueden ser usadas para estas aplicaciones estructurales deben cumplir con la norma técnica ASTM, que establece una resistencia de diseño para los selladores estructurales en todas sus aplicaciones, tanto en los sistemas de dos como de cuatro lados. Siempre se deberán utilizar selladores estructurales de cura neutra certificados por su fabricante para aplicaciones de sellado estructural. Asimismo, las muestras ensayadas deben cumplir con una resistencia a tracción en las más diversas condiciones climáticas.

La norma europea EOTA ETAG, en tanto, posee requisitos y estándares similares a la ASTM, pero además incorpora mejoras medioambientales, como ciertas certificaciones leed y estándares de eficiencia energética en busca de dotar de mayor sustentabilidad a los proyectos.

Más allá de las diferencias entre ambas normas, es clave considerar la garantía que puedan ofrecer los proveedores de los anclajes químicos utilizados, las siliconas estructurales, los sellos climáticos y los retardantes del fuego.

Previo a la aplicación de estos productos, los jefes del proyecto pueden exigir el acompañamiento y capacitación necesarios para la aplicación de cada una de estas tecnologías, lo que finalmente redundará en mejores resultados en toda la cadena de valor.