Vista panorámica, equipamiento importado de Europa, espacios amplios, integrados y flexibles, son algunos de los elementos que caracterizan a este proyecto inmobiliario, una propuesta vanguardista, centrada en las necesidades de los modos de vida contemporáneos.

Tal como señala Gabriel Bendersky, el proyecto consta de departamentos, con distintas orientaciones y programas, que tienen como característica principal, la flexibilidad e integración de los espacios. Se ha diseñado en forma tal que un dormitorio puede desaparecer e incorporar su superficie a la del estar mediante paneles correderos que se ocultan tras los muros y camas articuladas que se transforman en un mueble mural. De esta forma, se capitaliza la ocupación de un mismo espacio para diferentes usos, privilegiando así la amplitud de los mismos. De igual modo, las cocinas, completamente equipadas, están siempre integradas a los espacios de estar, concebidas como lugares primordiales de interacción en la forma de habitar.

Las fachadas del edificio, son en hormigón expuesto y blanqueado con dióxido de titanio.

En lo que respecta a las fachadas del edificio, son en hormigón expuesto y blanqueado con dióxido de titanio. Cabe señalar, además, que fueron trabajadas a la manera de un volumen cincelado, generando planos en distintas inclinaciones de forma de capturar diferenciadamente la luz del sol. En este proyecto se han privilegiado materiales nobles que envejecen como tal en el tiempo, como por ejemplo, el hormigón a la vista, vidrio, maderas claras, mármol, aluminio y aceros inoxidables.

Este proyecto está dirigido a satisfacer el “LifeStyle” de grupos familiares no tradicionales, es decir, personas que viven solas o en pareja, que aprecian los espacios amplios y luminosos para compartir en vez de la cantidad de dormitorios. Además, valoran la flexibilidad de los recintos y un diseño moderno y depurado.

Con solo 38 departamentos de un promedio de 122 m² y dos dormitorios, este proyecto apuesta por mezclar elementos sofisticados y terminaciones de alta calidad, tales como pisos de mármol español, mobiliario y quincallería italiana, equipamiento de cocina suizo, entre otros del más alto estándar.

Las fachadas del edificio, son en hormigón expuesto y blanqueado con dióxido de titanio.

Además, posee una ubicación estratégica en la comuna de Vitacura, con vistas privilegiadas al Cerro Manquehue, cercano a nuevos y tradicionales polos comerciales con una excelente conectividad tanto vial como peatonal.

Gabriel Bendersky sostiene que esta propuesta viene a responder a las necesidades de un perfil de usuarios. “El mercado inmobiliario de edificios de departamentos durante una treintena de años ha venido ofreciendo una ecuación que se reduce a un producto vendible que fija su valor en base a la cantidad de dormitorios que posee. Mientras más recintos quepan en menos metros cuadrados, mayor es la rentabilidad del negocio. Eso ha provocado la proliferación de departamentos planimétricamente bastante estandarizados y por ende soluciones habitacionales muy normalizadas, olvidando las diversas formas de vida de diversos usuarios”, concluye.