Según explicó Nina Hormazábal, académica del Departamento de Arquitectura y directora del proyecto, “esta nueva versión tuvo como primera etapa un Taller de Diseño Participativo, el que fue dictado por el equipo de arquitectos de Casa FENIX y al que asistieron cuatro familias de los Cerros La Cruz y Las Cañas, siendo una de este último sector, la escogida para la reconstrucción de su vivienda”. Esta iniciativa, permitió que las familias se involucraran en el proceso de diseño de la nueva vivienda. “Les entregamos un kit con siete módulos, que representan espacios como dormitorios, cocina, baño y sala de estar, además de los espacios destinados a escaleras y pasillos. Luego de este primer esbozo, realizamos las consideraciones técnicas necesarias para luego presentar la propuesta final”, agregó.

Dado que esta vivienda está acogida al subsidio de reconstrucción del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, debió estar ubicada en una zona de bajo riesgo y mitigable. “Además del proyecto de nuestra Universidad y con el que la familia obtuvo el subsidio, se recibieron donaciones en materiales de empresas; generando un modelo de colaboración donde se une a cuatro actores: las víctimas de una catástrofe, el Gobierno, la empresa privada y la USM”, detalló la académica.

Recientemente tuvo lugar la inauguración de la construcción, donde una familia del cerro Las Cañas que perdió su casa tras el incendio que afectó a la ciudad puerto en abril de 2014, recibió las llaves de su nuevo hogar: Casa FENIX Huerta Carvajal, bautizada precisamente con sus apellidos.

Nina Hormazábal indicó que Casa FENIX “produce la energía que va a consumir la familia. Tiene un set fotovoltaico que convierte la energía solar en electricidad, además de un sistema de agua caliente sanitaria; la casa está extremadamente bien aislada para esta zona, categorizada con letra A, que es la mejor. Creemos que es la primera vivienda solar-social que tiene esta categoría. Está orientada y diseñada para esta latitud, por lo tanto toda la envolvente está calculada para que la gente tenga una mejor habitabilidad posible en el interior de la casa”. Esta nueva versión de Casa Fenix, de 92 metros cuadrados, comprende una sala de estar, cocina comedor, baño, tres dormitorios y una galería solar.

Respecto a la eficiencia térmica y energética de esta vivienda -cuyo costo estimado es de $34 millones-, cuenta con termopaneles de PVC, que permiten mantener la temperatura adecuada en su interior y evita las filtraciones por esta vía, mientras que el envolvente de los pisos, muros y techos, cuenta con aislantes de lana mineral que presentan excelentes características de aislación térmica y son retardadores del fuego.

En cuanto a las características activas de la vivienda, que es capaz de resistir hasta tres veces el terremoto de 1985, destacan los paneles fotovoltaicos, que permiten generar 1 kW de energía eléctrica y suplir entre el 80% y el 90% del consumo total, y los paneles solares térmicos que aportarán cerca del 70% del agua caliente sanitaria.

Sobre la iniciativa, el Director Regional de Serviu, Nelson Basaes, indicó que “acá lo que se produce es un circulo muy virtuoso entre el mundo universitario, que a partir de esta investigación realizada ha logrado este tremendo proyecto, y la empresa privada, con sus aportes y donaciones, pero por sobre todo también el Gobierno y el Estado, que ha dispuesto un subsidio bastante robusto respecto de lo que eran los subsidios anteriores y que ha incorporado también elementos que han permitido mejorar la condición del suelo”.