Andrés Vito, Secretario de Estudios de la carrera de Ingeniería Civil de la Universidad San Sebastián, comenta que este mercado tiene un gran potencial de expansión y flexibilidad, lo que obedecen, en primer lugar, a la variedad de marcas disponibles, sobre todo por la inclusión de nuevos productos importados desde las economías emergentes. En este sentido, explica que “aparte de las marcas clásicas conocidas a nivel mundial, han surgido otras marcas asiáticas menos conocidas y que deben representar aproximadamente el 20% del mercado. Lo anterior ha provocado una disminución en los precios de arriendo y compra en dichos equipos de a lo menos un 30%, abarcando, por ejemplo, los equipos chinos.

Agrega que también se aprecia en este mercado un aumento de la confianza en nuevas marcas. Al respecto, señala que “hoy no se puede afirmar que una maquinaria de origen chino tendrá una durabilidad muy inferior a otros productos del mismo tipo, pues los diseños, las terminaciones y la calidad de muchas de ellas son similares, lo que se debe, principalmente, a las nuevas tecnologías utilizadas”.

Por su parte, Ana María Sepúlveda Valderrama, Coordinadora Nacional de Construcción Civil, IP Santo Tomás, sostiene que “para hormigones existen muy buenas máquinas de fabricación nacional (por autonomía, precio, etc.), que son hechas en Chile con licencia extranjera”. Añade que hoy se aprecia una gran tendencia al arriendo de maquinaria, más que a la compra, por la vertiginosa actualización de tecnologías. “Además, el costo hundido del equipo no compensa la desactualización de los equipos en el corto plazo”, afirma.

En lo que respecta a compactación y pavimentación, la profesional asegura que “un equipo altamente utilizado, en arriendo y/o compra, son las placas compactadoras, por su gran rendimiento y bajo gasto de combustible. Se busca autonomía de la maquinaria dentro de la obra”. Añade que “otras maquinarias que destacan son la sonda vibradora, que debe tener gran frecuencia RPM, y las vigas vibratorias allanadoras de pavimento. En general, los atributos deben ser un fácil uso, seguridad y alto rendimiento”.

Complementando lo anterior, Andrés Vito acota que en el área de compactación y pavimentación, también tienen un gran uso las terminadoras (finisher), camiones imprimadores, rodillos doble tambor y neumáticos para su compactación. “Para tratamientos superficiales y sellos asfálticos, se utilizan gravilladoras, barredoras, camión imprimador y rodillos doble tambor y neumáticos. En tanto, para pavimentos de hormigón se utiliza la terminadora”, comenta.

Plantea que en Chile existe un importante número de empresas que realizan dichas labores, por lo que la oferta de equipos es suficiente para los requerimientos del país. “Los principales atributos que deberían ofrecer estas maquinarias son: buena relación precio-calidad, fiabilidad, eficiencia, facilidad de uso, cumplir con estándares de solicitados y facilidad de actualización tecnológica”.

Una de las tendencias que se observa en maquinaria liviana en los países desarrollados es a la automatización. Andrés Vito sostiene que se tiende a utilizar herramientas tecnológicas modernas automáticas para lograr un mayor rendimiento, precisión y una mejora en la capacidad general en la ejecución de los trabajos. “Por ejemplo, la utilización de GPS (Global Positioning System), en equipos de movimiento de tierras o en equipos de pavimentación, aumenta la precisión vertical milimétrica en menor tiempo. Esta tecnología puede ser utilizada para un monitoreo continuo de la flota, generando un mayor control de las actividades”, declara.

Agrega que, por otro lado, mejoras específicas en el diseño de equipos repercuten en la seguridad y ergonomía, permitiendo un mayor confort para el operador, mejor visibilidad, controles táctiles, etc; y un menor consumo de combustible mediante dispositivos electrónicos, lo que potencia la rentabilidad de las compañías y la sustentabilidad.