El diseño de la AlveoPlaca se fabrica con unión tipo machihembrado para que encajen unas piezas con otras, lo que permite colocarlas de forma vertical u horizontal en fachadas o cerramientos, constituyendo una excelente solución para cierres industriales, muros de contención, etc. Además, permite realizar vanos modulados de diferentes dimensiones según las necesidades propias de cada obra.
Cierres perimetrales y de naves industriales
Las placas alveolares pretensadas son una alternativa ideal para cierres perimetrales, los cuales se definen como sistemas compuestos por todos aquellos elementos de seguridad física instalados alrededor de un inmueble con la finalidad de conseguir la máxima seguridad del mismo. Las actuales exigencias en seguridad han provocado que con mayor frecuencia se requiera de elementos más resistentes y durables; en este contexto, las placas alveolares presentan importantes ventajas respecto de otros sistemas similares.
Los muros prefabricados de hormigón pretensado o placas alveolares son fabricados industrialmente en forma de placa con armadura de acero para pretensado, canto constante, aligerado por alvéolos longitudinales en su composición. Una vez fabricados son trasladados a su ubicación final, donde son montados de forma rápida, y la instalación de estos muros tiene la posibilidad de incorporar otros elementos prefabricados o también ejecutados in situ. Respecto de la colocación, estos pueden ubicarse tanto vertical como horizontalmente, permitiendo la versatilidad del uso. Además, son fácilmente modulables, entregando una solución rápida y eficaz para los cerramientos de naves, fachadas de edificios, bodegas, etc.
Proceso de fabricación y montaje
Las AlveoPlacas son fabricadas en anchos de 120 cm, con un canto de 15 cm y luces requeridas según diseño de cálculo. Los materiales utilizados en su fabricación son cuidadosamente seleccionados y se producen en una central de hormigón, la cual garantiza excelentes condiciones de dosificación y mezclado, con una relación baja de agua/cemento, dando como resultado un hormigón de alta resistencia (f ‘c = 450 Kg/cm²). La principal ventaja de la fabricación industrializada es que permite asegurar la calidad del producto mediante el ensayo de los mismos y el control de todos sus procesos.
Para permitir una mayor resistencia, en el proceso de pretensado, son utilizados alambres con una resistencia a la rotura de fy= 18000 Kg/ cm² como armadura activa, variando su diámetro y cantidad según resultados del cálculo. Esto, versus otros sistemas, aporta una gran resistencia ante impactos directos de vehículos y otros. Respecto del montaje en forma vertical, este se realiza de forma sencilla y rápida, permitiendo avances de aproximadamente 40 metros lineales diarios en su sentido vertical gracias a su machihembrado. Se requiere una excavación que llegue al sello de fundación cubriendo ¼ de la placa, y para el emplantillado deberá usarse un hormigón pobre. Es importante mencionar que no requiere pilares de apoyo intermedio. Una importante ventaja es la reducción de la mano de obra, ya que para montar se requiere de una grúa pluma y una pequeña cuadrilla que acomode la placa en la fundación.
