Si bien a nivel domiciliario se utilizan mayoritariamente las fuentes de energía más tradicionales como leña, gas y parafina, existe una tendencia a utilizar sistemas más eficientes, y que tengan menores costos de funcionamiento, tales como la calefacción a pellet, que ha tenido un incremento importante en los últimos años. Otra tendencia interesante es el incremento del uso de sistemas de aire acondicionado para uso de calefacción, los cuales son muy eficientes, al utilizar sistemas de bombas de calor.

En cuanto a los sistemas que se observan en el país, estos dependerán de la zona geográfica, restricciones ambientales y acceso a combustibles más baratos. De esta forma, en la Región Metropolitana hay una predominancia en el uso de estufas a kerosene, a gas licuado y calefacción eléctrica. En cambio, yendo hacia el sur, aumenta la presencia de la leña en los hogares, llegando a estar presente en cerca del 90% de ellos, con calefactores a leña.

En los últimos años han entrado los sistemas de calefacción a pellets, o de biomasa, que se perfilan como una buena solución como reemplazo de las estufas a leña. Una de sus ventajas es que sus emisiones contaminantes son mucho más bajas que la leña, lo que es especialmente importante para la zona sur donde su uso es mayoritario, y donde hay ciudades que ya presentan problemas por altos niveles de contaminación. La desventaja es que este sistema aún no se masifica por lo que sus costos de inversión son sustancialmente mayores (a modo de ejemplo, un calefactor a pellet puede costar 3 o 4 veces más caro que un calefactor convencional a leña).

A nivel de calefacción central, las calderas de condensación son una alternativa muy interesante, que en Europa se encuentra muy masificada. Estos sistemas poseen rendimientos sobre el 100% (P.C.I.), lo que hace que sea mucho más económica su operación respecto a calderas convencionales a gas natural o gas licuado.

Finalmente, otra tendencia creciente es el uso de aire acondicionado para calefacción. En la actualidad existen sistemas muy eficientes, tales como los sistemas con Inverter, que permiten modular la velocidad del compresor de acuerdo a los requerimientos de temperatura, generando un menor consumo energético. Por otro lado, en la actualidad existen sistemas Multisplit, que permiten tener una sola unidad al exterior de la vivienda y varias unidades al interior de las piezas, lo que soluciona en parte el problema estético. Estos sistemas poseen costos de operación mucho menores, que sistemas normales de calefacción eléctrica.

Ahora, antes de partir por buscar soluciones eficientes o más económicas, siempre se debe partir trabajando en la aislación de los hogares. No tiene sentido una casa mal aislada con espacios para el ingreso de aire frío en puertas y ventanas, con el sistema de calefacción más eficiente del mercado.

¿Qué impacto tiene en esta área el tema de la sustentabilidad? Frente a esta interrogante hay dos ejes importantes. Uno es el uso eficiente de la energía, a través de sistemas adecuados y dimensionados para cada edificio. Con esto se evita un consumo excesivo e innecesario, lo que se traduce en menores costos de funcionamiento.

Por otra parte, es importante el impacto en el medio ambiente de los distintos tipos de energía. No es lo mismo utilizar leña, gas, parafina o sistemas eléctricos. Esto afecta el medio ambiente exterior, pero también al interior del edificio, ya que dependiendo del tipo de calefactor, también se producen emisiones que afectan la habitabilidad de los espacios.

De esta forma, es importante, independientemente del sistema de calefacción que se use, preocuparse de la calidad del aire interior, es decir que si se usa estufas con combustión al interior del hogar y sin salida de gases al exterior, es necesario ventilar constantemente. Y en el caso de las emisiones al exterior, se debe tener cuidado de que se cumpla la normativa.

Es relevante generar conciencia de la importancia del confort térmico al interior de los hogares. Esto quiere decir que mantener un hogar confortable genera muchos beneficios, tales como menores enfermedades, mayor productividad, etc. La forma de llegar a esto se tiene que trabajar de diversas maneras:

• Promoviendo la aislación térmica en los hogares construidos antes de 2000.

• Dando información a los usuarios respecto a las ventajas y desventajas de cada sistema.

• Mejorando la capacidad técnica de instaladores, respecto a las tecnologías nuevas y antiguas que se están utilizando.