Cristian Hermansen.

¿Cómo evalúa la infraestructura vial en Chile?
Fuimos pioneros en infraestructura vial y marcamos pauta en su momento, pero nos hemos ido quedando atrás. Nuestro problema es que como país caemos en la autocomplacencia; tenemos puertos y carreteras que cumplen las expectativas en cuanto a las exportaciones que genera hoy Chile, pero es necesario tener siempre una mirada de futuro. En términos generales, nuestra infraestructura vial es de buena calidad y está preparada para enfrentar el paso del tiempo y nuestra condición de país sísmico, pero es indispensable seguir invirtiendo en desarrollos que nos permitan estar siempre mejorando.

¿En qué nivel se encuentra Chile en materia de puentes?
Nuestro país posee una tradición centenaria en relación a la buena calidad de los puentes, pero es necesario avanzar aún más. Debemos invertir más en infraestructura y tecnología vial, y abandonar la tradición de comprar la tecnología afuera y desarrollar la nuestra. En este sentido, el puente sobre el Canal de Chacao es un gran paso para la ingeniería chilena: en este proyecto participarán 12 jóvenes chilenos, los que después transmitirán su experiencia y podrán aplicarla en futuras construcciones.

¿A ello apunta el Programa de Especialización de Ingenieros Jóvenes en Planificación, Diseño y Construcción de Puentes?
Exacto. La idea de este programa es que la experiencia de construir un puente de la envergadura del que se va a construir, invirtiendo más de 700 millones de dólares y proyectando uno de las 10 estructuras colgantes más grandes del mundo, se quede en el país. Los profesionales seleccionados serán los encargados de la transferencia tecnológica de esta experiencia, que podrá ser utilizada como base para futuros puentes y obras públicas en el país. Los 12 ingenieros seleccionados apoyarán las tareas que realiza la Dirección de Vialidad del MOP en la construcción del puente Chacao, trabajando directamente como asistentes de las jefaturas del proyecto, y se especializarán en estructuras, construcción, mantenimiento y operación, entre otras. El programa de especialización contará con tres niveles de aprendizaje: nivel básico, donde los participantes recibirán la información básica sobre puentes; nivel medio, en el que una vez superado el primer nivel comenzarán a especializarse en las áreas de estructuras, construcción, mantenimiento y operación; y nivel avanzado, en el que les serán asignadas algunas de las especialidades que conforman el plan de formación específica.

¿Cómo ha sido la respuesta de los ingenieros chilenos al programa?
Hemos superado nuestras expectativas, pues estamos hablando de más de 100 interesados en llenar 12 cupos. La convocatoria invitó a ingenieros jóvenes, con no más de dos años de experiencia, titulados en obras civiles o estructuras.

¿Diría que este programa proyecta una nueva etapa en la ingeniería nacional?
Sin duda. Chile es un país pionero en exportación de ingeniería y esta iniciativa potencia la calidad profesional de nuestros ingenieros.

¿Qué aspectos destacaría del puente sobre el Canal de Chacao?
La construcción de un puente sobre el Canal de Chacao para unir la isla grande de Chiloé con el continente, es el proyecto de mayor envergadura en diseño y construcción que se ha llevado a cabo en nuestro país. La estructura será la pasarela colgante más larga de Latinoamérica, le entregará conectividad a una zona aislada mejorando la calidad de vida de todos sus habitantes y marcará un hito para el futuro, ya que es de esperar que esta experiencia se repita en otras zonas del país.

¿Hacen falta más puentes en Chile?
Existe una deuda vial con la zona austral de Chile. Falta infraestructura, carreteras y puentes, y no estamos hablando de estructuras gigantescas, sino de puentes de 50 y 100 metros que unidos entreguen una conectividad óptima. Hay muchas tecnologías que se pueden aplicar, que podríamos incluso exportar a otros países, pero lo que nos falta como país es creernos el cuento y proponernos esto como meta.

¿Cómo estamos en reparación y conservación de puentes?
Los puentes reciben la mantención necesaria porque son vistos como inversiones con una visión a largo plazo; son estructuras que forman parte de nuestra historia y que trascienden a los gobiernos.

¿Cómo se proyecta el Colegio de Ingenieros hacia el futuro?
Nuestro objetivo seguirá siendo defender la profesión de los ingenieros y ampliar nuestros lazos con las universidades. Y no estamos hablando solo del año 2015; queremos proyectarnos a futuro, pensar la ingeniería mirando 2030. Bajo ese norte, Chile es un país pionero en exportación de ingeniería, por lo cual nuestra meta, de acá a 15 años más, es posicionar la ingeniería chilena en todo el mundo.