La oferta de equipos de aire acondicionado dirigida al segmento de viviendas es acotada, ya que como el costo de la implementación de estas unidades es elevado por cada recinto climatizado, aún se trata de una tecnología que no está disponible y al alcance de todo hogar. Además, se tiende a creer que al utilizar energía eléctrica el costo operacional es más elevado, lo que no es así por la alta eficiencia de los equipos. A nivel industrial los equipos de aire acondicionado son un estándar básico requerido en edificios de oficina o industria, utilizándose en ellos la gama completa de tecnologías disponibles para la implementación de climatización según sea el tamaño, tipo de uso y costo de implementación.

En un edificio de oficina, clínicas y hospitales la utilización de energía para climatizarlo corresponde entre el 50% y 60%, que es posible de reducir entre un 10% al 20% con sistemas más eficientes y con control centralizado; de aquí la importancia de realizar la elección del sistema a instalar sea el adecuado para el edificio, pero lamentablemente no siempre se hace un análisis exhaustivo de este tipo en el área de la climatización. Es muy importante que los profesionales de esta industria se capaciten sobre nuevas normativas, certificaciones, software y tecnologías, entre otros temas.

Hace algunos años se introdujo las tecnologías de sistemas de VRV de diversas marcas y que tienen la ventaja de implementar sistemas de control y medición de consumos de menor complejidad en la instalación que otros sistemas de control para sistemas hidrónicos, como son los sistemas de chiller tradicionalmente implementados. Los sistemas hidrónicos han avanzado con nuevas tecnologías de compresores y configuración de equipos como son los chiller bomba de calor, polivalentes y la recuperación de calor, los que permiten, siempre y cuando la selección sea la correcta, la reducción en el consumo de energía.

Entre las tecnologías que potencian el rendimiento de estos equipos destacan los equipos condensados por agua con COP entre 4 y 5,5, los sistemas polivalentes pueden lograr otras eficiencias cuando operan en modo frío y calor de forma simultánea, aunque en el dimensionamiento de este tipo de equipamiento no se considera que las demandas y la eficiencia final es similar a equipos bombas de calor o solo frío. Además, equipos con tecnologías con variador de frecuencia, controlan el o los compresores permitiendo la reducción del consumo de energía en cargas parciales y pueden operar en bajas temperaturas.

En el caso domiciliario, una alternativa recomendable es la instalación de equipos multisplit con variador de frecuencia incorporado porque permite la operación en el domicilio climatizando a lo menos tres habitaciones sin que la instalación monofásica sea afectada. En caso de requerir un mayor consumo, se debe solicitar un aumento de empalme. En el caso de la industria no es sencillo realizar esta tarea; en la actualidad la selección de los equipos se realiza con una gran falta de información, considerando solo las eficiencias de las unidades condensadoras, sin analizarse el consumo del sistema completo en operación. Esto tiene como consecuencia, en ocasiones, instalar sistemas ineficientes para el edificio en el que es instalado. En este caso la selección del equipo más adecuado debe efectuarla un especialista que considere un análisis climatológico, utilización de edificio y demanda térmicas y de consumo de energía.

En el caso de las tecnologías de VRV o VRF, el control centralizado es más sencillo de instalar y más barato, debido a que todo está pre programado y la comunicación entre las unidades se debe realizar en la instalación del sistema, lo que permite reducir costo de implementación y programación pero limita la operación solo a quipos de climatización de la misma marca. Estos sistemas pueden incorporar la programación horaria de cada una de las unidades, medición de consumo de cada una de las unidades.

En el caso de los chiller en toda su gama (solo frío, bomba de calor, polivalente) cada vez incorporan más tecnología y en algunos casos es posible implementar un sistema similar que los sistemas VRV o VRF, pero en general el sistema de control en estas unidades se debe construir a medida y según el nivel de control que requiera el mandante. Estos sistemas no siempre son bien implementados y se generan problemas en la operación o en algunos casos no se cumple la función de controlar la operación de estos sin efectos en la reducción de energía.

En general todos los cálculos están basados en normativas extranjeras como ASHRAE, las que deberían adaptarse a nuestra realidad económica, climatológica y capacidades técnicas.

En materias de políticas públicas, en tanto, con el fin de reducir el daño a la capa de ozono y por acuerdos internacionales se han realizado un gran número de cursos para el manejo de refrigerantes que permiten capturar los gases que dañan la capa de ozono, pero esto encarece los costos de mantención y por este motivo es muy escasamente implementado, almenos que sea una política de la empresa. Esto debería evolucionar y pasar a ser una exigencia por medio de una normativa nacional.

En otros temas como en la climatización renovable, como geotermia, la actual legislación no está pensada para el desarrollo de la geotermia de baja o media entalpía, esto, sumado a la falta de fiscalización y al no tener una institución que regule el uso de este tipo de geotermia de forma efectiva, lleva a que la implementación actual de estos sistemas sea en su mayoría ilegal al no cumplir con los procedimientos descritos en la ley de geotermia.

Cabe señalar que la climatización actual tiende a limitarse a la instalación de equipos o sistemas por edificios y no en sistemas distritales en las cuales sea posible la implementación de centrales de cogeneración o trigeneración según las demandas energéticas del lugar. Esto es una deficiencia que viene desde la selección de fuentes de nuestra matriz energética y de la legislación actual que no permite el desarrollo de este tipo de instalaciones.

Además, las fuentes energéticas están muy ligadas a las fuentes tradicionales como electricidad y combustibles fósiles y no a tecnologías renovables, como la biomasa, geotérmica o solar, las que requieren de políticas dirigidas y complementarias con el mundo técnico para el desarrollo e implementación de estas tecnologías y a la que el Estado debe dar mayor importancia, considerando los tratados internacionales sobre el cumplimiento de la reducción de la huella de carbono. No hay que perder de vista que los sistemas de climatización en su mayoría consumen electricidad y, con nuestra matriz energética actual, la que se genera en base a combustibles fósiles, es imposible reducir nuestra huella de carbono por kWt de climatización siendo este más elevado que el de otros países de la Región.