Las últimas cifras económicas no han sido buenas para el sector construcción y, según el análisis de expertos, el último trimestre del año no traerá noticias alentadoras. La falta de renovación de proyectos inmobiliarios y de infraestructura -privados y públicosen medio de la desaceleración del país son algunos de los factores que explican las preocupantes cifras del desempleo.

La tasa de cesantía en este sector subió a 10,4% en julio pasado, la cifra más alta desde octubre de 2010, según la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) con datos del Instituto Nacional de Estadísticas. En abril y junio de 2014, este indicador se movió entre el 9,7% y 9,5%. Así, entre el sexto y séptimo mes de este año aumentó casi en un punto porcentual. En este marco, las empresas constructoras valoran cada vez más al personal calificado y cobra fuerza la necesidad de contar con trabajadores competentes para las funciones que deben cumplir en las faenas. La CChC, a través de la Escuela Tecnológica de la Construcción (ETC) materializa esta idea con el Programa de Formación en Obra. Con una innovadora metodología, que incluye clases presenciales y prácticas, pero en la misma faena, ha capacitado a más de 13 mil 500 “maestros”, en cerca de 400 obras pertenecientes a más de 125 empresas.

Andreas Breit, Gerente General de la ETC, sostiene que este programa busca modificar los paradigmas metodológicos y sociales que impiden darle a la capacitación el valor que realmente tiene. “Estamos preocupados por el nivel productivo de los trabajadores y la calidad con la que se desempeñan, pero también nos inquieta la baja escolaridad de los mismos. Un 59% tiene escolaridad incompleta”, comenta.

El Programa de Formación en Obra es un éxito y las estadísticas así lo demuestran. Por ejemplo, durante la semana de capacitación, el 32% de los trabajadores capacitados logró completar su oficio y el 76% aumentó su nivel de calificación. Competencias conductuales y funcionales de cada trabajador también fueron medidas con resultados sobresalientes al término de los cursos.

Desde la ETC destacan que la formación continua es clave para los trabajadores, ya que, además, de perfeccionarse en su oficio, les permite conocer su nivel de calificación y aumentarlo, generándoles mayor empleabilidad. Las empresas se benefician teniendo información sobre sus trabajadores y les facilita la contratación de trabajadores con certificados de calificación. Hay una relación directa entre el nivel de capital humano y la productividad. Por eso la educación y la experiencia laboral son factores tan relevantes, afirman.

“En tiempos de cambios e implementación de nuevas tecnologías, suele importar que los colaboradores estén en permanente perfeccionamiento. Para ello, la formación continua es clave en este escenario”, sostiene Breit. Añade que un trabajador con mayores competencias tiene más posibilidades de asumir nuevos desafíos y por tanto más oportunidades laborales. Es decir, establecer niveles, donde cada persona tiene el incentivo de avanzar hacia un puesto superior, con el fin de ir mejorando su salario. Si bien los sueldos en la construcción sufrieron un frenazo, la especialización en oficios demuestra que un jornal puede, con esfuerzo, talento, perfeccionamiento y disciplina, llegar a ser capataz, pasando de una remuneración bruta cercana a los $500 mil a superar $1.000.000.