Natalia Arancibia, Directora (s) Ejecutiva de la AChEE “La meta de eficiencia energética al año 2025 es un desafío país”

La Agencia Chilena de Eficiencia Energética (AChEE) está decidida a impulsar una nueva perspectiva en torno al buen uso de la energía y el desarrollo sustentable de nuestro país, lo cual no solo implica implementar medidas y tecnologías para reducir el consumo, sino que tiene que ver también con cultura, gestión y una profunda concientización a todo nivel.

¿Cómo evalúa el avance de la eficiencia energética en el país? La Agencia viene trabajando desde 2011 en la "preparación" del mercado, promoviendo y consolidando el uso eficiente de la energía tanto entre los consultores como en las empresas beneficiarias. En ese sentido, se ha generado, por una parte, un aumento en la calidad de los consultores, porque poseen más conocimiento y experiencia en esta materia; y por otra, un mayor interés de las empresas respecto a lo que significa implementar medidas de eficiencia energética en sus organizaciones. Considerando lo anterior, me parece que ha habido una evolución importante del mercado de servicios energéticos. ¿Qué desafíos genera un cambio de gobierno en esta materia? La AChEE es una fundación de derecho privado, sin fines de lucro, que recibe financiamiento del Ministerio de Energía, por lo que el desafío es poder hacer una ejecución presupuestaria acorde con la Agenda de Energía y las políticas que se están promoviendo. El proyecto de ley de eficiencia energética será sin duda un impulso fuerte a este tema y con ello probablemente dejará de ser una opción voluntaria para pasar a ser una medida obligatoria. ¿Cómo generar mayor conciencia en las empresas respecto a este tema? Las empresas deben saber que la eficiencia energética es disminuir el consumo energético, pero además reducir costos de operación y de mantenimiento, lo que garantiza la seguridad y protege el medioambiente, entre otras cosas. En ese ámbito, la Agencia aporta líneas de cofinanciamiento para el levantamiento de información de consumos a través de auditorías energéticas, asistencia técnica a asociaciones gremiales, estudios de pre-factibilidad y factibilidad en cogeneración y ofrece asesoría para implementar la norma ISO 50001, entre otras acciones. ¿Qué iniciativas falta concretar para lograr mayores ahorros? Primero que todo, que se materialice definitivamente la ley de eficiencia energética para que la disminución del consumo energético sea obligatoria. Por otra parte, es necesario que las empresas que prestan servicios energéticos sean más robustas. El objetivo es que cuenten con mayor nivel de información, que tengan la posibilidad de abordar varias soluciones a la vez y que sean capaces de manejar la gestión completa de una instalación. ¿Cuál es el impacto del anuncio gubernamental de reducir en 20% el consumo para 2025? Para el año 2025 se va a trabajar fuertemente en reducir el consumo de los edificios públicos, especialmente los hospitales, que son grandes consumidores. El desafío para la Agencia es preparar el mercado a fin de cumplir con esa meta, mientras que el reto de este es desarrollarse adecuadamente para cumplir este objetivo. Si los beneficiarios quieren mayor información e implementación, el mercado debe ser capaz de cumplirlo. Nuestra sociedad aún debe madurar bastante en esta materia; falta generar un mayor volumen de información de parte de las empresas y se requiere, además, un trabajo de concientización y preparación muy profundo. También se anunció el cambio de luminarias de alumbrado público, ¿qué aporta esta iniciativa? Ese tema lo maneja directamente el Ministerio de Energía, pero puedo comentar que la Agencia trabajó previamente el tema del alumbrado público. La idea es que las decisiones que se tomen sean más informadas y con tecnologías más adecuadas, ya que las herramientas que estamos usando actualmente no son tan eficientes. El año pasado concluyó un programa, realizado junto a PNUD, que buscaba ofrecer apoyo en la toma de decisiones a los municipios, pues ellos deciden respecto a sus luminarias, pero deben considerar aspectos relativos a la tecnología y fundamentalmente a la gestión. La idea es generar un programa nacional basado en fondos regionales. En ese aspecto, nosotros prestamos asesoría en cuanto a la toma de decisiones informadas. ¿Qué ocurre con el consumo energético en las viviendas? A nivel de viviendas, se está trabajando actualmente en la calificación energética voluntaria de viviendas, a través de la cual se obtiene información del consumo energético de una vivienda y, por otra parte, permite tomar decisiones respecto a cambios futuros por parte del propietario, o bien, para que quien está buscando una vivienda pueda saber cuánto consume energéticamente su futura casa. ¿Qué opina de agilizar la aprobación de proyectos de generación eléctrica? El tema de la participación ciudadana y la judicialización de procesos tiene mucho que ver con la capacidad de responder a todas las inquietudes en el momento que se lanza un proyecto; de esta forma se puede evitar una serie de problemas en cadena. Es muy importante que en todo este proceso de recabar información y generar políticas energéticas esté siempre presente la ciudadanía. La opinión pública tiene una imagen no muy positiva frente a este tipo de proyectos, pero resulta importante reconocer también que Chile necesita energía para seguir creciendo. En este país, nos preocupamos mucho de la oferta, pero poco de la demanda. ¿Qué estoy haciendo yo para lograr un cambio? Todos tenemos que comenzar a pensar en reducir el consumo energético, pues el desarrollo país no puede estar vinculado directamente al crecimiento energético.