CRISTAL Mucho más que un material translucido

Desde que la modernidad incluyó al cristal en las soluciones arquitectónicas, ya no sólo como ventanas sino que como paños completos transparentes o como muros cortina, es que el cristal dejó de ser solamente un material translúcido y pasó a ser un material con el cual se buscan atributos cada vez más específicos, como el color, hasta la búsqueda de baja transmitancia de luz y calor.

Sebastián Cifuentes, ex alumno y académico de la Universidad Mayor. Cada proyecto arquitectónico busca distintas propiedades de sus cristales. En general, los principales atributos que se buscan son: • Transparencias: Por muy obvio que pueda ser, es propio de las posibilidades espaciales y estructurales con que cuentan los proyectos de arquitectura. • Seguridad: Si se van a emplear cristales que estarán en directo contacto con la gente, éstos deben garantizar un grado mayor de resistencia a empujes horizontales y de seguridad al minuto de colapsar. Es por esto que se emplea cada vez más cristales templados y laminados, que, gracias a una película plástica, permiten proteger a las personas de la caída de grandes paños afilados de cristal. • Bienestar interior: Esto se logra por tres factores, el primero es el color del cristal; el segundo es la capacidad de transmitir calor y luz a través del material; y el tercero es el grado de reflexión del cristal. Diseño y estética El aporte del cristal al diseño queda absolutamente supeditado a la obra arquitectónica, por ejemplo, se puede pensar como material predominante como lo es en la casa Farnsworth de Mies Van der Rohe, donde es el cristal el que permite que la expresión pura del acero se destaque, hecho que no podría realizarse de no ser por la cantidad de cristal que se utiliza en la obra. Alta demanda Los muros cortina han evolucionado enormemente en su desarrollo tecnológico, en la calidad de las extrusiones de aluminio, en la manera en que se conectan entre componentes y a la estructura del edificio. Se trata de avances que han llevado al muro cortina a ser la solución de mayor utilización en el desarrollo de la arquitectura de oficinas y comercial. Pero es en la calidad de los cristales donde los saltos son aún mayores. Su capacidad de absorber calor, luz, etc., y la consolidación (en la mayoría de los casos) de los termopaneles como solución a los paños acristalados, ha mejorado notoriamente el confort interior en edificios. En cuanto a los sistemas de instalación más usados en el país, básicamente son dos: el de muro cortina propiamente tal, el cual se instala sobre la estructura del edificio en paneles o sobre una estructura secundaria previamente instalada de manera que se mueva de modo independiente a la estructura del edificio por medio de fijaciones móviles; y el sistema de cinta de ventana, que se instala dentro de la estructura del edificio, es decir, se apoya y se mueve de manera solidaria con la estructura portante del edificio. A considerar Respecto de qué precauciones deben tomarse en este ámbito, considerando la sismicidad de Chile, básicamente se deben tomar todos los resguardos sugeridos por los fabricantes y por los requerimientos establecidos por ingeniería estructural. Sin embargo, es en los elementos de fijaciones donde se debe tener mayor cuidado, permitiendo siempre que las fuerzas de los sismos puedan ser absorbidas por los sellos estructurales antes de que las deflexiones terminen por quebrar los cristales. En materia de eficiencia energética, en tanto, es clave la calidad de los cristales y la composición de los termopaneles que constituyen los muros cortina. Dentro de los aspectos principales cabe mencionar los cristales de baja emisividad (Low E), los cuales reflejan la mayor cantidad de radiación de calor, este se compone de 3 láminas de cristal y 2 cámaras de aire. También se pueden incorporar piezas móviles a los paneles de muro cortina para generar ventilaciones cruzadas en verano y conservar energía en invierno. Conclusiones Desde la consolidación del edificio de muro cortina gracias al estilo internacional, que esta solución ha sido la más popular, lo que se debe a varios motivos. Primero, destaca la rapidez con la que se puede revestir el edificio, reduciendo el tiempo de construcción. En segundo lugar, sobresale la posibilidad de habilitar oficinas en plantas libres de la manera que se desee, obteniendo siempre espacios iluminados con luz natural, lo que permite que el edificio sea absolutamente flexible en su ocupación. Por último, estos edificios son absolutamente climatizados, por lo tanto mantienen temperaturas estables durante todo el año, haciendo del espacio de trabajo un lugar estable y parejo.