Los sofás en “L” son ideales para espacios reducidos.

Dado que hoy las salas de estar son un punto de encuentro y reunión de la familia y sus amigos, potenciándose su uso en los meses de invierno, el diseño de interior de estos ambientes tiene gran importancia, primando estilos sencillos que potencien el confort.


Colores de pinturas que marcan tendencia

Al momento de pintar las paredes y el cielo de una sala de estar, la tendencia va por usar colores y texturas informales y funcionales, que permitan sentirse cómodo y acogido. Los colores deben ser en una mayor proporción de tonos suaves y/o cálidos, en tanto que las formas y materialidades deben ser simples, lisas y sin puntas. La textura debe ser lo más suave y esponjosa posible y la organización del mobiliario debe ser versátil y multifuncional para los distintos usos que se le dará.


Salas de estar pequeñas

Para lograr una sensación de amplitud, es necesario pintar los muros y ambientes con colores claros y neutros, siendo el clásico blanco una muy buena opción. En cuanto al techo existe una técnica de ilusión que aporta altura al cielo: para eso las cortinas deben colgar desde lo más cerca del techo posible llegando a ras de suelo, estilo store o rollen, que son excelentes alternativas. Para potenciar el espacio se debe contar con la menor cantidad de muebles posibles, privilegiando un estilo minimalista.

En cuanto a tendencias imperantes, los sofás en “L” son ideales para estos espacios reducidos, ya que permiten ser usados para sentarse a conversar, ver televisión, relajarse, dormir una siesta, etc.

En espacios amplios es posible ocupar colores saturados.

Salas de estar grandes

Si se dispone de un espacio amplio, es posible pintar los muros con colores saturados y/o oscuros, debiéndose ocupar para el techo un tono más oscuro que las paredes. Se puede usar doble cortina, tener muebles grandes e incluso dividir los ambientes, estableciendo, por ejemplo, una zona de juegos y otra para descansar y ver televisión.


Nueva vida para la sala de estar

Una forma audaz y atrayente para transformar la sala de estar es pintarla con una nueva tendencia llamada 60/30/10, que significa aplicar tres colores complementarios en el espacio, mediante porcentajes. Para esto, hay que seleccionar los tonos que se usarán y distribuirlos bajo ese concepto: 60% para el dominante en paredes principales, 30% para el tono secundario (que puede ser a nivel de detalles como cortinas u otra pared más pequeña) y un 10% orientado a decoración, como cojines, muebles o cuadros.