El sector CPR, tanto a nivel mundial como local, es quizás el sector de la economía con mayor potencial de eficiencia energética, comprendido entre un 30% a 50% tanto para edificios nuevos como existentes (WBCSD, 2009). Calefacción, artefactos, iluminación y calentamiento de agua son los usos con mayor potencial de eficiencia energética en edificios.


Trabajo a nivel local

El Ministerio de Energía y la Agencia Chilena de Eficiencia Energética (AChEE) han venido trabajando en esa línea. El “Plan Nacional de Eficiencia Energética 2010-2020 (PAEE20)” y la “Estrategia Nacional de Energía 2012 – 2030” enfocan los esfuerzos en mejorar la calidad de la envolvente térmica en la edificación existente, promoviendo la eficiencia energética en la edificación nueva, e incentivando la oferta de productos y servicios relacionados. Asimismo, distintas reparticiones públicas relacionadas a la edificación, como el Ministerio de Obras Públicas, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, el Ministerio de Educación y el Ministerio de Salud, están desarrollando herramientas e instrumentos para el mejoramiento de la infraestructura pública y la vivienda.

Pero estos avances son sólo el comienzo de un largo camino por recorrer. Tal como recomienda la OCDE y la AIE, es necesario crear instrumentos económicos para generar un mercado que permita invertir en eficiencia energética, y por sobre todo se debe coordinar y generar sinergias entre herramientas de información e instrumentos públicos y privados, regulatorios y no regulatorios.


Edificación sustentable

Al respecto, el Instituto de la Construcción ha venido desde hace años desarrollando instancias de diálogo y trabajo en torno a la eficiencia energética y la edificación sustentable, convocando a representantes del sector público y privado. En base a esta experiencia han surgido proyectos concretos como el desarrollo de la Reglamentación Térmica, los recientes manuales de “Diseño de edificios Públicos Sustentables”, y la “Certificación IC – Edificio Sustentable”, actualmente en desarrollo.

El proyecto “Certificación IC – Edificio Sustentable”, que cuenta con el cofinanciamiento de InnovaChile de CORFO, tiene por Mandantes a la Dirección Nacional de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas (MOP), la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) y el Colegio de Arquitectos de Chile, entidades que están impulsando y respaldando esta iniciativa, en representación de los sectores público, privado y profesional del área de la construcción. También participan como Instituciones Interesadas el Ministerio de Salud, Ministerio de Educación, Colegio de Ingenieros, Fundación DuocUC y Chile Green Building Council.

Este apoyo transversal demuestra el consenso sobre el importante rol que juegan las certificaciones de sustentabilidad en la edificación -que tienen un fuerte componente de eficiencia energética- como instrumentos para evaluar y comunicar la calidad ambiental de los edificios, mejorar su diseño y construcción, e incentivar el mercado de servicios y tecnologías asociadas. Y si en un principio estas certificaciones fueron iniciativas locales de países desarrollados, en la actualidad conviven sistemas de certificación que se ajustan a parámetros y realidades locales junto con métodos más globales, que hacen posible comparar con una misma vara edificios construidos en realidades y climas diferentes.


“Certificación IC – Edificio Sustentable”

Esta certificación estará disponible a partir de diciembre de 2013, y cubrirá los criterios esenciales de las principales certificaciones internacionales, adaptados a la realidad nacional (normativa, tipo de edificación, brechas locales, información disponible). También se apoyará en normas y estudios locales, buscando establecer un comportamiento de los edificios por sobre el mínimo aceptable. Para la adaptación de los criterios internacionales de sustentabilidad, se considerarán las características representativas de la mayor parte de los edificios de uso público en Chile, en cuanto a sus destinos y tamaños; materialidad, sistemas y procedimientos, y capacidad técnica, sin quedar excluida su aplicación en edificios con características especiales ni en la edificación existente.

Las exigencias para obtener la certificación, así como los costos asociados a certificarse, buscarán generar los mayores beneficios al menor costo posible, basado en mejoras reales en los proyectos, y las exigencias serán fácilmente verificables, mejorando la trazabilidad y transparencia de la certificación. Se basará en información disponible y herramientas de libre acceso entregadas por el propio método. Con ello, se pretende incentivar la implementación de buenas prácticas en el diseño, la construcción y la operación de los edificios.

Para el desarrollo de este proyecto, el Instituto cuenta con el apoyo de profesionales del IDIEM de la Universidad de Chile. Este trabajo se extenderá por 21 meses divididos en tres etapas, iniciadas el 22 de agosto de 2012. En los primeros 12 meses se desarrollará el método de certificación; en la segunda etapa de tres meses se deberá realizar la transferencia de este desarrollo, para luego difundir estos resultados.