Pero, ¿qué tan importante es atreverse a innovar? Demasiado. Una empresa que adopta la innovación como parte de su cultura, mejora su competitividad y avanza hacia el desarrollo. De lo contrario, simplemente se estanca y muere.


Un proceso formal

En numerosas ocasiones tuve la oportunidad de comprobar que en distintos países la innovación es un proceso formal, en ningún caso involuntario, sino por el contrario, es sistemático e intencionado, donde juega un papel importante el grado de conexión que la empresa tenga con el entorno, orientada hacia una aplicación concreta que ambiciona situar a la empresa en una posición privilegiada.

Hoy, la innovación deja de ser un acto puntual, de aplicación de ideas iluminadas, para convertirse en un proceso susceptible de ser gestionado, medido y controlado sistemáticamente. El objetivo es que avancemos hacia una “cultura de la innovación”, que permita que este proceso fluya en cada momento y sea considerado una parte más de la organización, un gen relevante de su ADN.

¿Cómo logramos que la innovación sea parte de nuestro día a día? La respuesta no es simple, pero requiere voluntad y constancia. Y es que el querer crear o integrar innovación, involucra una serie de cambios que, muchas veces, nos vemos temerosos de asumir.

Tendremos que hacer una radiografía interna, evaluar procesos, integrar a los colaboradores, generar instancias que fomenten la creatividad y la gestión de proyectos, diseñar y realizar vigilancia tecnológica, a través de misiones al extranjero, cursos, seminarios, charlas, sólo por nombrar algunos de los desafíos y cursos de acción.


Gestión de innovación

En palabras simples, el objetivo es dar curso a un modelo de Gestión de Innovación, que nos permitirá ver las cosas desde otra perspectiva, descubriendo nuestras potencialidades, optimizando los recursos, impulsando el crecimiento y contribuyendo al éxito de la empresa. Conscientes de la importancia de este proceso, es que en la Corporación de Desarrollo Tecnológico contamos con un área de Innovación que impulsa proyectos en esta materia, asesorando a diferentes organizaciones en la implementación de modelos de gestión y formulación de proyectos.

Prueba de este trabajo constante son los Grupos de Gestión de la Innovación, el servicio de formulación de proyectos a líneas de subsidio a la innovación y el Encuentro Internacional de Innovación, que cada año congrega a profesionales y representantes del rubro.

Utilizar la innovación como parte fundamental de la estrategia de la organización, aumentará nuestra competitividad, fomentará nuestro desarrollo, dará rienda suelta a la creatividad, y sobre todo, ayudará a “crear valor”. Sólo hay que atreverse al cambio, dar el primer paso.