¿Cómo nació y qué características tiene el hormigón celular autoclavado? Este material nació en Suecia en 1914 producto de la mezcla de cemento, cal, agua, arena fina, aluminio y del posterior secado de estos elementos en una cámara de vapor presurizada. Luego de la Segunda Guerra Mundial se comenzó a utilizar masivamente en Europa, expandiéndose después a Estados Unidos, Rusia, Japón y el sudeste asiático. Concretamente, se trata de un producto con enorme potencial de masificación en Chile, ya que ofrece una solución constructiva integral, poniendo al alcance un sistema altamente eficiente, limpio, rápido y versátil, con un uso orientado a una amplia gama de aplicaciones que incluye muros estructurales armados y reforzados, tabiquería interior, molduras, cornisas exteriores y losas. Por otra parte, la aislación térmica del hormigón celular es 10 veces superior a la de un muro de hormigón tradicional y tres veces mayor que la del ladrillo, siendo otras de sus fortalezas su excelente aislamiento acústico, alta resistencia al fuego, estructura antisísmica, impermeabilidad, dura-bilidad, ventilación natural y que no es tóxico. Al mismo tiempo, es tan fácil de trabajar como la madera y se le puede dar diferentes formas, siendo sus costos directos los mismos de la albañilería tradicional estucada. ¿Cuáles son los plus de Celcon en este mercado? Entre nuestras ventajas están el que entregamos el producto instalado, brindamos asesoría a través de un Departamento Técnico con profesionales que ofrecen supervisión en terreno y también cursos de capacitación en nuestras oficinas de Providencia para profesionales, técnicos y maestros interesados en conocer. Asimismo, resulta fundamental nuestra experiencia al haber edificado 2.000 casas en Chile, lo que sumado a visitas y seminarios fuera del país, nos convierte en la fábrica productora con mayor experiencia internacional en este tema, llegando a crear accesorios y elementos necesarios para la realidad chilena. También destacaría que anteriormente importábamos el hormigón celular, pero desde hace seis meses lo estamos fabricando, logrando reducir los costos de venta en un 30%. Por otra parte, nuestra planta instalada en Melipilla es la más moderna de Sudamérica, con capacidad de ampliación de hasta 100.000 m³ anuales y una producción completamente automatizada. ¿Cómo ha sido la respuesta frente a este producto? Considerando que siempre es difícil lograr el cambio a un material nuevo, la aceptación ha sido alta, debido a que posee una gran cantidad de virtudes. Ya hemos construido alrededor de 2.000 casas íntegramente con este producto en ciudades como Valpa-raíso, La Serena, Santiago y Anto-fagasta y, actualmente, estamos construyendo más de 300 viviendas y 6.000 m² de tabiques. Además, esperamos que pronto se apruebe la norma de aislación térmica, siendo el hormigón celular el único producto en Chile que por sí solo podrá cumplir con esas exigencias. |