dentro de ellos. Es importante destacar que, como fenómeno de expansión, ocurre sin que necesariamente exista una planificación por parte de algún organismo regulador, siendo consecuencia de varios elementos sociales y económicos y de las interacciones entre ellos. La ciudad es en sí misma «un mercado del ser urbano» y en ella juegan un papel muy importante las decisiones políticas, porque los países hoy día, sobre todo en un mundo globalizado, compiten entre sí a través de sus ciudades más que en términos generales. Y por eso, para un DU eficiente se requiere tomar decisiones políticas trascendentales ligadas al cómo la nación enfrentará el desarrollo de sus ciudades para dotarlas de la competitividad necesaria, proceso que implica reorganizar y planear la evolución de una urbe.

¿En qué consisten los alcances fundamentales que plantea la actual reforma?
C. González: La reforma propone un cambio en la manera de «hacer ciudad», una renovación en la forma de pensar la ciudad por parte de aquellos actores que están más directamente vinculados al DU como, por ejemplo, los arquitectos, directores de obras, constructores y, por supuesto, los responsables de formular las normativas y ordenanzas. Este proceso se ha enmarcado en seis principios básicos: democracia de la ciudad, diversidad del sistema urbano y territorial, la ciudad ambien-talmente sustentable, integra-lidad de la gestión urbana, gestión urbana flexible y efectividad en la administración. Asimismo, se ha estructurado en torno a tres áreas de acción: gestión, regulación y normativa; inversiones y proyectos urbanos; y gestión del transporte urbano. Lo medular se ha centrado en la mejora de la calidad de vida de la población.

marcos jurídicos, para lo cual se conformó un equipo multidisciplinario compuesto por parlamentarios, ministros, profesionales técnicos de jerarquía y el sector privado.

¿Cómo operan los instrumentos que permiten la implementación estas acciones?
M. Tala: Es importante establecer relaciones de trabajo y responsabilidad conjunta entre los diferentes sectores que intervienen en este proceso. Es así, como además de asociaciones del tipo público-privada-ciudadanos, es necesario contar con una estructura institucional adecuada y propiciar la coordinación entre los entes responsables del DU. Por otra parte, la reforma incorpora aspectos transversales que tocan todos los programas como lo son: la participación ciudadana, el cuidado por el manejo medioambiental en todas las acciones formuladas y las comunicaciones entendidas como una manera de escuchar y difundir los temas de la reforma, transmitiendo eficientemente las iniciativas y oportunidades que ofrece este proceso de transformación de las ciudades.

el territorio de la nación, no sólo urbano sino que también del mundo rural. Tenemos una ley general de urbanismo y construcción que está lista para entregarse a los parlamentarios, por lo que estamos a las puertas de ingresar a trámite legislativo.

¿Está la nueva propuesta inspirada en algún modelo de ciudad y normativa extranjera?
M. Tala: Se han analizado muchos modelos internacionales como los de Estados Unidos, Canadá y Europa, pero hemos sido también creativos porque no se puede copiar uno en particular, tan sólo se pueden obtener ejemplos de varios de ellos, ya que las realidades son muy distintas.

¿Cuál es el nivel de conciencia de la población?
M. Tala: Siempre se ha discutido cuánta responsabilidad y participación le compete al Estado, al sector privado y a la población en general. En realidad, hay muchas líneas de acción y perspectivas por las cuales aproximarse al tema, pero, sin duda, la principal es tener claro el modelo económico macro que tiene el país, pues a partir de él es que se formulan las políticas que intervienen en este complejo proceso que, aunque no se tenga una conciencia total al respecto, requiere del compromiso de todos. No por nada las ciudades son los principales centros de la vida de un país. Para dimensionar el papel de las ciudades chilenas en el desarrollo económico, social y cultural, se puede señalar que en ellas habita más del 85% de la población y que el 86% del producto que se genera en las ciudades representa el 65% de la riqueza total que produce el país.

C. González: Hasta ahora hemos encontrado una actitud muy participativa de todos los involucrados y confiamos en que las acciones que se están ejecutando vayan impregnadas del interés por transformar a nuestras ciudades en espacios gratos para vivir y en centros poblados dotados de oportunidades de inversión muy atractivas.