| | Cristian Darvich, JACUZZI CHILE | | | | Andrés Barriga, ABA PISCINAS | | | | Ramón Schmidt, PISCINAS VIGIL | | | | Javier Poblete, PISCINAS SPLASH | | | | Marco Becerra, TECNO SPORT | | | | Roberto Rodríguez, AGUA EQUIPOS | | | | Christian Derpich, SHERWIN WILLIAMS | | | | Francisco Jacob, PISCINAS SPLASH | | | | Francisco Jacob, PISCINAS SPLASH | | | | Francisco Jacob, PISCINAS SPLASH | | | | Francisco Jacob, PISCINAS SPLASH | | | | Francisco Jacob, PISCINAS SPLASH | | | Calidad, productividad, seguridad y economía son algunos de los beneficios que los sistemas de mol-dajes industrializados proveen a una obra constructiva. Eso explica en gran medida el éxito que este tipo de productos ha tenido en la construcción, aproximadamente desde el año 1990. A partir de 1996, el moldaje comenzó a cambiar la forma de hacer construcción en Chile, especialmente, como señala Felipe Boetsch, Gerente de Tasco Ltda. y de la constructora Boetch, «por su impacto en la velocidad y calidad de las obras». Leandro González, Gerente General de Moldajes Form-Scaff, indica que ésta ha sido la principal causa del éxito de los moldajes en la construcción y la razón de que exista una oferta tan amplia de marcas, nacionales y extranjeras, que ofrecen este servicio». Para Bernardo Von Beck, Gerente de EFCO Chile S.A., una de las primeras empresas que comenzó en el país con el negocio del moldaje, «el mercado adoptó esta tecnología porque poco a poco comenzó a darse cuenta que era rentable. Luego, cuando la crisis de 1997 y 1998 se hizo sentir con más fuerza en el sector de la construcción, en vez de disminuir la demanda por los sistemas industrializados de moldaje, ésta aumentó y, por ende, también creció la oferta, por los beneficios en términos de costo-calidad que ya hemos mencionado». Calidad: Un punto incuestionable Armando Pérez, Product Manager de Alsina, insiste en que «aunque en 1998 el mercado de la construcción estaba deprimido, las empresas se atrevieron, apostaron por esta tecnología y se beneficiaron al ver disminuir significativamente sus costos, lo que en tiempos de crisis es fundamental». El modelo comercial de los sistemas de moldaje industrializado es, básicamente, el arriendo. Juan Horstmann, Gerente General de PERI Chile señala que el negocio de los moldajes es uno de los más complejos a nivel logístico. «Requiere de mucha expertise para armar y desarmar perfectamente moldajes en obras, lo que significa trabajar constituyendo partes y piezas complejas, además del fuerte trabajo de mantención que implica». La calidad de los moldajes presentes en el mercado es un punto incuestionable según los proveedores de este negocio. Como indica Héctor Cifuentes, Gerente de Operaciones de Uni-Span, «la mayoría de los sistemas de moldajes que existen en el mercado nacional son de procedencia extranjera y cumplen con estrictas normas, sin embargo, hay un porcentaje que se fabrica en Chile, también bajo altos estándares de calidad». A pesar de que el mercado local reconoce la calidad de estos productos, las empresas proveedoras señalan que todavía existe la tendencia de dejarse llevar por el precio de los moldajes, sin analizar el costo general que implica aplicar un sistema industria-lizado en una obra. Según explica Pablo Scotti, Gerente de Operaciones de Thyssen Hünnebeck, «muchas constructoras hacen su análisis fijándose en el precio inicial, pero el moldaje involucra mucho más que eso: equipos, mano de obra, terminaciones, etc. Entonces, es importante que las empresas amplíen su análisis y entiendan que a veces el ahorro no está solamente en el fierro, sino que en la cantidad de mano de obra a utilizar y ahorro de material, entre otros factores». De la madera al encofrado Según los proveedores, existen tantos tipos de moldajes como tipos de obras o proyectos constructivos. Sin embargo, es un hecho que con el tiempo ciertos materiales han pasado a la historia, mientras que otros están en pleno auge. Es el caso del encofrado, que desde hace años reemplaza con éxito a la madera. A pesar de que la norma especifica la utilización de andamios de madera, Agnes Leger, Constructor Civil de la División de Normas del Area Construcción del Instituto Nacional de Normalización (INN) indica que «la razón es porque la norma no se ha actualizado y, producto del avance tecnológico en estas y otras materias, ha quedado descon-textualizada. Por eso es que, por ejemplo, en las regiones extremas del país aún es posible ver obras donde se utilizan andamios de madera en vez de encofrados». Nemesio Sangroniz, Gerente General de Moldajes TMI, indica que «a pesar que el material encofrado es muy adecuado para la mayoría de los moldajes, si se utiliza madera de buena calidad, como en Estados Unidos o en países desarrollados, se pueden hacer moldajes excelentes y que sirven para algunas obras específicas. El problema que había hace años con la madera es que en Chile se utilizaba una de muy mala calidad, pero si se construyen moldajes con una buena madera es posible trabajar eficientemente con este tipo de moldajes en obras con distintos niveles de losa, por ejemplo. El moldaje metálico, en cambio, es el más adecuado para la construcción de más de cuatro pisos en altura y sobre cuatro casas». La oferta de moldajes en Chile es amplia y además del material de que están hechos, existen distintos tipos de tecnología aplicada a cada una. Así, por ejemplo, existen sistemas de moldaje deslizantes y sistemas trepadores, cada uno orientado a distintos tipos de aplicación. Planificación y capacitación Una de las tareas más importantes que queda por mejorar en el mercado del moldaje es la planificación con que las empresas constructoras los encargan a los proveedores y la capacitación de quienes deben aplicarlos en obra. Gabriel Muñoz, Gerente General de RMD indica que es fundamental que las empresas constructoras valoren la importancia del moldaje en la obra gruesa. «Lo que les falta es preocuparse más de los sistemas de moldaje y en obras importantes y de mayor magnitud integrar ingeniería de moldaje», explica el ejecutivo. El tema de la planificación y capacitación es de vital importancia para los proveedores de sistemas industrializados de moldaje. En opinión de Fernando Inostroza, Gerente de Ventas Nacionales de Tulsa, «no existe una adecuada planificación del moldaje dentro de la obra. Si bien constituye un hito menor dentro del total de ítems que forman parte de una construcción, el moldaje es fundamental en la obra gruesa y después pueden haber consecuencias, incluso en las terminaciones si el proceso no se ha hecho adecuadamente». Pero esta tendencia parece estar cambiando porque, como explica Juan Esteban Toro, Gerente General de Soinsa, «hay empresas que están planificando con la debida anticipación la contratación de sistemas de moldajes y, junto con eso, otras ya están implementando oficinas de moldaje para hacer más eficiente su gestión y no descuidar ningún aspecto que tenga que ver con la instalación o puesta en marcha y proceso de los moldajes en una faena». Sin embargo, la tarea pendiente es la capacitación de la mano de obra que finalmente es quien trabaja la obra gruesa en la construcción y, por otra parte, la actualización de la norma, que a juicio de las empresas proveedoras ha sido sobrepasada bastante por la tecnología aplicada a los sistemas industrializados de moldaje. Estos dos factores podrían ser decisivos en el crecimiento de este mercado, especialmente porque a través de ellos se incrementaría la productividad y beneficios de los moldajes en las obras constructivas. |