A su juicio, ¿qué papel le corresponde a la industria de la construcción en el desarrollo del país?
La construcción desempeña un rol preponderante en el crecimiento del país, ya que es la actividad que genera mayor valor agregado al proporcionar más empleo, constituyendo un verdadero motor de desarrollo. Por eso, cuando la construcción está en buen pie quiere decir que el país se encuentra bien, porque normalmente nuestro rubro crece más que el resto de las actividades económicas, "apalancando" el crecimiento hacia arriba.

¿Cómo ha enfrentado el sector la crisis del último tiempo?
La crisis que surgió en 1998 encontró a las empresas constructoras consolidadas, con una buena situación financiera y sin niveles de endeudamiento excesivos, por lo que pudieron sostener este trance, que no fue tan duro como el ocurrido en 1982. Por otra parte, las empresas se han profesionalizado mucho y obtenido importantes avances en productividad y eficiencia, compitiendo de igual a igual con empresas extranjeras. Por eso, hoy están muy bien preparadas y con capacidad ociosa, por lo que tenemos la obligación de tratar de expandir el mercado para retomar los niveles de crecimiento anteriores a la crisis.

¿De qué manera se ha comportado el mercado inmobiliario en Santiago?
Se encuentra bastante sano, ya que lleva nueve meses de expansión con altas tasas de crecimiento. Respecto al primer trimestre del año pasado crecimos un 9,9% y respecto al mes de Marzo del año anterior un 15,7%, así que estamos optimistas. En este sentido, el fenómeno más especial que hemos visto en los últimos años es el repoblamiento de la comuna de Santiago, que es el lugar más atractivo para las familias que quieren vivir en la capital, vendiéndose entre 200 y 300 departamentos mensuales, lo cual se explica, principalmente, a raíz del proceso impulsado por el subsidio de 200 UF de renovación urbana y porque el sector cuenta con una completa infraestructura instalada. En cuanto a ventas de casas en la Región Metropolitana, las tres comunas que tienen los niveles más altos son Puente Alto, Quilicura y Maipú. Gracias a la extensión de la Línea 4 del Metro, la primera de ellas se ha transformado en una comuna muy atractiva para vivir, con casas de hasta 2.500 UF. De hecho, el 55% de las ventas en el Gran Santiago corresponde a este segmento de vivienda.

¿Qué proyecciones tiene el rubro para los próximos años?
Confiados en que este año vamos a crecer un 4,1%, estamos medianamente optimistas frente al futuro. Además, existen proyecciones que señalan que el sector productivo privado va a tener un crecimiento considerable, gracias a la construcción de algunos proyectos importantes como la planta celulosa Valdivia y el desarrollo del proyecto Doña Inés de Collahuasi. Asimismo, el sector público también está invirtiendo en grandes proyectos, especialmente de infraestructura urbana, como la Línea 4 del Metro en Santiago, el Metro de Valparaíso, los proyectos de concesiones urbanas como el anillo Américo Vespucio y la Costanera Norte.

En ese sentido, nuestra intención es proponerle a la autoridad ciertas medidas que permitan impulsar el crecimiento del sector. De acuerdo a nuestra Gerencia de Estudio, se están vendiendo 30.000 casas nuevas al año sobre 800 UF, existiendo un potencial de 95.000 adicionales para vender, por lo que es nuestra obligación buscar la manera de incorporar esa cifra y hacer crecer nuestro mercado. Para ello estamos estudiando los seguros de créditos que permiten comprar prácticamente sin pie, analizando los créditos para la tercera edad y estudiando la movilidad habitacional, que corresponde a aquellas personas que obtuvieron viviendas sociales en los años 80 y 90 y que actualmente pueden venderlas para comprarse otras de mejor calidad, permitiendo que otras personas más pobres y que carecen de vivienda puedan acceder a ella. También estamos estudiando algunas medidas con el objeto de tener un sistema "fast track" de concesiones pequeñas y en el sector productivo privado buscando cómo acelerar las aprobaciones ambientales de los proyectos industriales que hay en este momento.

¿Qué condiciones se deben dar para que aumenten las inversiones en el sector?
En primer lugar que el crecimiento anual sea mínimo de un 6% ó 7%, con lo cual tendríamos una industria de la construcción plenamente ocupada. Asimismo, el desarrollo tecnológico es un aspecto muy necesario para el desarrollo de las empresas, ya que aquellas que no se adecúan a los últimos adelantos pierden rápidamente la competitividad y su porción del mercado. En ese contexto, las empresas constructoras nacionales están bien posicionadas, situándose al nivel de las empresas extranjeras, ya que nuestra industria es completamente abierta y se encuentra muy bien organizada. A eso hay que añadir que Chile es el país, en cuanto al tamaño de su población, que tiene la mejor infraestructura de América Latina, con los mejores planes de vivienda pública, por lo que el mercado inmobiliario está más desarrollado.