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| | | Camilo Rojas, Coordinador General de Concesiones del MOP | | Hemos duplicado en inversión real el presupuesto del ministerio | | | | | De profesión Ingeniero Civil, Camilo Rojas lleva ligado por más de 13 años al Ministerio de Obras Públicas, donde se ha desempeñado en la Dirección de Vialidad y, desde 1999, en el área de concesiones, no obstante haber inspeccionado obras concesionadas desde 1993, como el Camino La Madera y la Autopista del Sol. Posteriormente, en Abril del año 2000, ocupó el cargo de Coordinador de Construcción y Explotación de Obras Concesionadas, para a partir de Abril del presente año, asumir su actual función. Desde esta posición, Rojas encabeza un proceso que se inició en 1992 y que le ha cambiado el rostro a la infraestructura del país, sacando adelante una gran cantidad de proyectos de modernización, especialmente, con miras al bicentenario de Chile, aspecto que, entre otros, nos comenta en la siguiente entrevista. | | | | | | ¿Qué balance hace del proceso general de concesiones? Llevamos US$5.500 millones invertidos, porque los inversionistas han creído en este sistema, que hasta ahora ningún país latinoamericano ha logrado consolidar. Es así como, hasta la fecha, hemos licitado 36 proyectos de concesión, destacando las carreteras interurbanas, donde tenemos alrededor de 2.500 kilómetros construidos, de los cuales 2.300 son autopistas. Asimismo, hemos aumentado la infraestructura aeroportuaria, a través de la construcción de nueve modernos terminales a lo largo del país. Ahora, si sumamos lo ya realizado con los proyectos que van surgiendo y de nuevas áreas que se van incorporando, como la construcción de recintos penitenciarios y de obras de regadío en distintas partes del país, las cifras aumentan. Por eso, las concesiones significan un instrumento válido e importante, porque permiten licitar desde micro proyectos hasta obras de gran envergadura, con lo cual hemos logrado disminuir, prácticamente, en un 50% el déficit en infraestructura y disminuir las pérdidas anuales, por carecer de una infraestructura adecuada, también en un 50%. Sin embargo, lo más importante es que hemos logrado optimizar los recursos y derivarlos para obras sociales de gran importancia, las que no se habrían podido realizar si no hubiésemos contado con el aporte de los privados, lo cual para nosotros es un motivo de orgullo. Hemos duplicado en inversión real el presupuesto del Ministerio de Obras Públicas, por lo tanto si no hubiésemos logrado este mecanismo que nos permitió atraer la inversión privada a la infraestructura pública, sin duda estaríamos avanzando mucho menos y gastando el resto del dinero en mantener y conservar las rutas existentes. ¿Cómo ha enfrentado el sistema los escándalos que han afectado al MOP? Concesiones cuenta con un equipo profesional, técnico y administrativo altamente calificado, el cual trabaja con todas sus energías para sacar adelante los proyectos de concesiones. Lo anterior es lo que mejor demuestra que el sistema en ningún caso ha estado paralizado. No olvidemos que las obras concesionadas se iniciaron hace bastante tiempo, con contratos que se están construyendo y con los que ya se encuentran en explotación, los cuales debemos mantener y controlar, ofreciendo servicios diversos al usuario, entre otras funciones. En todo caso, el sistema se ha puesto más exigente, aumentando la rigurosidad de los controles, lo que quizás ha generado alguna demora en aspectos que antes tenían mayor rapidez. ¿En qué áreas se producirán las nuevas concesiones? Hemos generado tres grupos de proyectos, uno correspondiente a los que ya están llamados y forman parte de nuestra cartera actual, como el acceso Nororiente de Santiago, el Puente Bicentenario sobre el Canal de Chacao y la infraestructura Penitenciaria Grupo III, equivalentes a más de US$560 millones. Después están los proyectos que se van a llamar a licitación, con una inversión de US$622 millones; y, finalmente, hemos incorporado posibles proyectos para ser desarrollados en el período 2003-2004, con una nómina que suma US$750 millones. Asimismo, hemos incluido algunas iniciativas privadas dentro de esta cartera de proyectos, ya que ofrecemos la posibilidad de que cualquier privado pueda presentar una idea y la profundice con los estudios que se le exigen, para, de esa manera, ser declarada de interés público, licitada y construida. ¿Cuáles son los proyectos emblemáticos a desarrollar de cara al año 2010? Algunos de nuestros principales proyectos son la Plaza de la Ciudadanía frente al Palacio de La Moneda; el Centro de Justicia, en el marco de la Reforma Procesal Penal; las Estaciones Intermodales; y el plan TranSan-tiago, de transporte público. En general, la mayor parte de los proyectos de concesiones forman parte del Plan Bicentenario, es decir, todas las transformaciones urbanas que se están desarrollando en la Región Metropolitana, como la generación de autopistas urbanas a través de sistemas de libre flujo -con peajes electrónicos- y el reordenamiento del plan de transporte público, del mismo modo como todos los proyectos regionales, tales como la construcción de aeropuertos, embalses y obras camineras. ¿Qué proyecciones tiene el ministerio para los próximos años? En primer lugar, hemos creado el Mecanismo de Distribución de Ingresos (MDI), el que fue presentados a todas las sociedades concesionarias viales interurbanas en explotación. Este permite incorporar recursos frescos del orden de los US$130 millones, los cuales serán invertidos en obras que van en directo beneficio de las comunidades colindantes a las autopistas conce-sionadas, tales como pasarelas, calles de servicios, atraviesos y mejores conectividades. En segundo lugar, hemos logrado diseñar una atractiva cartera de proyectos de aquí al año 2004 que, esperamos, sea en gran parte licitada. Además, cada vez iremos enfrentando mayores desafíos, ya que las obras se irán diversificando para abarcar otras áreas, como, por ejemplo, la recuperación de terrenos ribereños, edificación pública y las obras destinadas para solucionar el problema de las aguas lluvias, si se aprueba la ley que las deja en manos de las concesiones. Sumado a ello, si tomamos en cuenta la infraestructura hospitalaria, educacional y penitenciaria, así como la posibilidad de trasladar el plan TranSantiago a las regiones, las concesiones seguirán constituyendo un instrumento válido, porque la ley que las rige garantiza el interés del Estado sin dañar el interés privado, permitiendo que esta industria se desarrolle. De esta forma, nuestro gran anhelo es resolver, en el corto plazo, el déficit de infraestructura que el país tiene y así recibir el Bicentenario de la República con un Chile absolutamente renovado. | | | |
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Junio 2003 |
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