Luego de casi 10 años trabajando en la comercialización de equipos automáticos para la elaboración de hormigón, Armaqsubiri ha desarrollado un modelo de planta dosificadora y elaboradora de hormigón compacta, diseñada completamente en Chile y fabricada en un 90% con componentes locales.

Este equipo tiene un desempeño equivalente a cualquiera de su categoría de procedencia europea y una relación precio-calidad muy competitiva. Cuenta con un panel de control diseñado para operar el equipo automáticamen-te (PLC), evitando los errores propios que se registran al ejecutar estas operaciones manualmente y maximizar la productividad del equipo. También permite almacenar distintas fórmulas e imprimir los datos de consumo. La dosificación de áridos y cemento la realiza por peso, a través de una balanza de pesaje electrónica (montada sobre células de carga), y el control de agua y aditivos se administra por medio de contadores de pulso electrónicos.

Su sistema de carga de áridos se compone de un brazo rascante eléctrico de rotación hidráulica, lo que permite autoalimentarse sin requerir de obras civiles especiales. Se pueden dosificar hasta cuatro áridos distintos hasta una medida de árido de 11/2" y una capacidad de almacenamiento de hasta 120m3. La carga de cemento se efectúa por medio de tornillo sinfín conectado a un silo de cemento de 30, 40 ó 50 toneladas que generalmente es provisto por la compañía cementera en forma gratuita.

Actualmente, empresas como Mén-des Junior, Sacyr y Constructora Internacional, entre otras, están utilizando estos equipos en distintos tramos de la construcción de la nueva línea del Metro de Santiago, los cuales se encuentran sometidos, en algunos casos, a trabajos de hasta tres turnos diarios.

Ventajas

Este tipo de plantas es ampliamente utilizado en el mundo entero en forma creciente, porque presenta múltiples ventajas, ya que facilita la logística y programación en obra, fácil y rápido montaje, ocupa un espacio reducido dentro de una faena, entrega una amplia flexibilidad al poder fabricar hormigón cuando se requiera, controla los costos en la fabricación, homogeneidad en la calidad del hormigón, permite elaborar varias calidades de éste, minimiza su variación en la resistencia y, finalmente, el costo unitario de producción de un m3, incorporando costos directos e indirectos, es entre un 10% a un 15% inferior al hormigón premezclado en zonas urbanas. Fuera de zonas urbanas los ahorros se pueden doblar fácilmente, donde en algunos casos el equipo se paga con menos de 2.000 metros de producción.