¿Cuál es su diagnóstico del sector infraestructura? En términos de los recursos involucrados, prevemos que el subsector de la infraestructura privada debiera ser el más dinámico durante el año, con proyectos tan significativos como la planta de celulosa en Valdivia y la expansión de la planta de Metanol en Punta Arenas. Por su parte, también esperamos que las concesiones urbanas, como la Costanera Norte y la Autopista Central, tengan un desempeño positivo en el 2003. Asimismo, estimábamos que el gasto del MOP en obras públicas directas sería de un 9%, pero con los ajustes anunciados será menor, sólo de un 3 ó 4%. ¿Y cuál es el análisis respecto a vivienda? Teníamos previsto una menor expansión de la vivienda privada y una contracción significativa de la pública. Las políticas del MINVU están en transición y se han ido eliminando programas antiguos en los que el Estado mandaba a construir casas directa o indirectamente, en los cuales se transfería la iniciativa de construirlas y luego venderlas, por medio de sus programas o con subsidios. No obstante, vemos un renovado dinamismo en la venta de departamentos, sobre todo en la zona metropolitana, donde también observamos un repunte en los permisos de construcción, que cayeron hasta diciembre del año pasado, pero que seguramente aumentarán más para el año próximo. ¿Cómo asumen los "recortes" anunciados por el Ministro Etcheverry? Hay fluidez en la relación entre la Cámara y el Ministro Javier Etcheverry, quien ha impulsado una política de transparencia y ordenamiento de las finanzas de la cartera, que va más allá de una simple reacción a los recientes escándalos de corrupción. De hecho, en la reunión de Marbella, estas políticas fueron explicadas y entendidas por nuestros miembros en un diálogo sincero y profundo. Hasta hace un tiempo, el MOP gastaba más allá de su presupuesto corriente, cargando ciertas inversiones a los presupuestos venideros con los llamados "pagos diferidos", lo que generó una situación que se estaba saliendo de control, por lo que decidieron cerrar esa fórmula. Entonces, el ministro decidió desarmar este entramado financiero, lo que implica que dentro del presupuesto de 400 mil millones de pesos para el 2003, sólo se ejecutarán obras nuevas por un orden de 80 mil millones, y la diferencia corresponde a obras y pagos comprometidos en años pasados. En general, preveíamos un crecimiento del sector de un 3,9%, pero con los ajustes presupuestarios anunciados, esa cifra bajará a 3,5%. No obstante, una parte de estos recortes aún no es explícita, y si es sustancial, el crecimiento podría ser aún menor. ¿Eran estos ajustes la solución más adecuada para enfrentar el problema fiscal? Creo que ninguna de las opciones de las que disponía el Gobierno era grata, todas implicaban un costo. Por ejemplo, si hubieran decidido emitir deuda pública, posiblemente hubiera repercutido con un alza en las tasas de interés del mercado, que a su vez desincentiva la adquisición de viviendas. El alza de impuestos tampoco era una alternativa atractiva, por la restricción en el ingreso de las personas. Por eso, cualquier opción era compleja. |