¿Cuál es el objetivo de estos seminarios? Estos encuentros, realizados cada dos años, se iniciaron a mediados de los años 80 por iniciativa de un grupo de arquitectos latinoamericanos interesados en cómo desarrollar una arquitectura moderna, pero apropiada a nuestra realidad, recogiendo nuestra cultura. Para realizarlos, cada edición es organizada por las distintas facultades de arquitectura de las universidades y los colegios profesionales pertenecientes a los países donde se llevan a cabo estos eventos, y que en esta ocasión recayó en la Universidad de la República, de Uruguay, junto a la Intendencia de Montevideo. En Chile se hizo un seminario de este tipo en 1991, junto a la Bienal de Arquitectura de ese año. ¿Qué conclusiones se sacaron de este encuentro? Hubo muchas visiones, se presentaron 130 ponencias, por lo que cada uno de los participantes sacó su propia conclusión. Unos de los temas más recurrentes fueron la segregación social urbana y la protección del patrimonio urbano histórico. En el primero, se estableció que cada vez va aumentando la fragmentación entre la ciudad de los ricos y la de los pobres, en muchas urbes latinoameri canas. Se mencionó la necesidad de volver a desarrollar barrios, en contraste con la proliferación periférica de grandes condominios "fortificados" con malls cercanos, donde la gente se va a encerrar, ya que lo que se requiere son espacios públicos abiertos, retomando el concepto de vecindad que implique la interacción social entre las personas, fundamental en la calidad de vida de nuestras ciudades. ¿En qué consistió su participación? Desarrollé dos ponencias, una sobre la segregación de Santiago, donde planteé que se están generando "ghettos", sobre todo en la periferia. Mi visión es que las antiguas divisiones, del barrio oriente con estratos altos, y poniente y sur con estratos bajos, están cambiando, ya que actualmente existen comunas populares donde se están estableciendo centros comerciales y sectores de altos ingresos que viven en condominios. Por eso, cabe preguntarse si se está produciendo una mayor integración social o no. Mi hipótesis es que se está generando una micro segregación distribuida en diversos puntos de la capital. En la otra ponencia, en cambio, planteé que la arquitectura no es de los arquitectos, ya que la conciencia, percepción y experiencia humanas surgen junto con el entorno. No existe una separación del sujeto con el objeto, por tanto, el arquitecto sólo puede ser el guía de un proceso interdisciplinario que debe considerar el sentido común, la memoria individual y colectiva, la historia, la gestión socioe-conómica, la experiencia vivida, la cultura y la política, donde puedan participar directa y activamente los ciudadanos. ¿Cómo está Chile en materia de desarrollo y protección urbana? En la mayoría de los países latinoamericanos existe una mayor conciencia ciudadana en torno a la conservación de los barrios, como en Uruguay, Perú, Bolivia y Argentina, a diferencia de Chile en donde se ha demolido demasiado. Basta recordar la destrucción del barrio El Golf y lo que hasta hace un tiempo se estaba haciendo en Santiago Poniente, donde no se respetaron muchas construcciones históricas. En otros países, en cambio, han sabido integrar tradición con modernidad, habiendo varios ejemplos que destacar, como la intervención efectuada en Puerto Madero en Buenos Aires, que ha tenido gran rentabilidad sin la necesidad de tener que derribar edificios, y el plan para la Ciudad Vieja en Montevideo. Ese es un ejemplo que hay que imitar, para que sea posible unir la historia con los nuevos tiempos. |