¿En qué consiste el concepto de desarrollo sustentable en la arquitectura? El desarrollo sustentable se inscribe en la necesidad de satisfacer los requerimientos actuales de las personas sin comprometer las propias de las generaciones futuras. En este sentido, el desarrollo sustentable en la arquitectura debe buscar un equilibrio entre las necesidades de confort de las personas y la explotación de los recursos disponibles, afectándolos lo menos posible, para así mejorar el bienestar actual y futuro de los ciudadanos. Por eso, el desarrollo sustentable en la arquitectura, como en cualquier otra disciplina, se encierra en un valor fundamental que es la preservación de la vida en el futuro del planeta. En la actualidad se cuenta con metodologías posibles de aplicar a los edificios y a toda obra de infraestructura para evaluar el impacto sobre el medio ambiente, tomando en cuenta la explotación de recursos naturales necesarios para su construcción, la energía utilizada en los procesos industriales y de transporte, y el impacto ambiental sobre toda la vida útil del proyecto, considerando por otra parte los beneficios logrados para el bienestar de las personas. En este contexto, por ejemplo, un edificio que se construye en determinada localidad, debe captar aquellos aspectos positivos del clima donde se encuentra, tales como el sol en invierno o el viento para producir ventilación o la iluminación natural; protegiéndose, por otra parte, de aquellos aspectos negativos del clima, como alta radiación solar en verano, y lluvia o humedad alta en invierno, de modo que se logre el confort con mínimo consumo de energía, aspecto que persigue la arquitectura biocli-mática, que se inscribe dentro del desarrollo sustentable en la arquitectura. ¿Cómo incide la sustentabilidad en la planificación de las ciudades? Las ciudades están hechas -entre otros elementos- por obras de infraestructura, edificios de diferentes destinos, sistemas de transporte, parques urbanos, fábricas y redes de electricidad, agua, alcantarillado y evacuación de aguas lluvias. Estas obras se deben concebir pensando en que las ciudades deben dar bienestar a las personas con un mínimo impacto ambiental, en armonía con el entorno, de modo que el medio se vea enriquecido y no violentado por la construcción de un edificio o de una obra urbana. En este sentido, Santiago presenta muchos defectos, ya que el sistema de transporte público es ineficiente, implica consumos de energía muy altos y severos efectos en la calidad del aire, provocando los conocidos problemas en la salud de las personas. Asimismo, las viviendas no cumplen con estándares mínimos de calidad térmica, lo que tiene efectos en la salud con un uso poco racional de los recursos energéticos en invierno. En el verano se produce un so-brecalentamiento en el interior de los edificios, generando malas condiciones de confort y consumiéndose en exceso energía para el acondicionamiento de aire. Y a nivel país la situación no es muy diferente, ya que se producen efectos similares dependiendo de la ciudad y el clima en que se inserta. No es posible que se encuentren edificios de idéntica arquitectura y materialidad en ciudades con climas extremadamente diferentes. ¿Qué trabas debe enfrentar el desarrollo sustentable en el país? Lamentablemente no contamos con muchos ejemplos de edificios que consideren en su diseño el clima en que se encuentran. En este aspecto debe existir una coordinación entre todos los profesionales involucrados en el desarrollo de los proyectos con el fin de lograr el mayor confort con la mínima demanda energética, tanto en períodos fríos como calurosos del año. Esto se asocia a la inexistencia de una cultura profesional de coordinación entre las diferentes competencias involucradas, ya que si desde el comienzo se considerara que un edificio debe ofrecer confort y un uso eficiente de la energía, nuestra arquitectura, incluyendo su materialidad, tendría que ser distinta. Esto también debiera ser preocupación de los empresarios de la construcción, quienes tienen que estar conscientes que, incluso con idénticos costos de construcción, podrían lograr edificios más amigables con el medio ambiente, ofreciendo mayor confort con un menor gasto en la operación de los edificios. ¿Qué camino debe seguir Chile para consolidar este tipo de desarrollo en la arquitectura? En primer lugar, que en la formación profesional de todos los involucrados del sector construcción se tomen en cuenta estos temas de modo transversal y continuo, para así obtener un cambio cultural que facilite la elaboración de proyectos que desde su concepción, valoren los temas medioambientales y de las necesidades de los usuarios, tanto en edificios como en obras de infraestructura urbana. Los profesionales chilenos tenemos mucho que aprender al respecto, considerando el camino que otros países han ido elaborando y desde donde se pueden extraer experiencias positivas, aprendiendo también de los errores que se hayan cometido. En este sentido, la Conferencia de PLEA 2003 constituyó un espacio para aprender de estas experiencias, ya que al realizarla en Chile pudimos valorar como una gran oportunidad la posibilidad de conocer el trabajo de 150 extranjeros de los más importantes centros de investigación del mundo. Por eso, la Escuela de Construcción Civil de la Pontificia Universidad Católica de Chile, que ha sabido reconocer los principios de PLEA Internacional, asumió el desafío de organizar la conferencia de este año en Chile, con el apoyo de académicos de otras importantes universidades del país. |