En el último tiempo se ha generado un cambio en las familias apoyadas por el Estado, pasando paulatinamente de ser "beneficiados" a "clientes" conscientes de sus derechos, y con capacidad de decisión y opinión respecto del producto "vivienda". Estas condiciones, sumadas al siempre presente desafío de hacer más con menos, han motivado que el Ministerio de Vivienda y Urbanismo apoye el desarrollo de la vivienda industrializada, por las ventajas económicas derivadas de estos sistemas constructivos que permiten una mayor eficiencia y aseguramiento de la calidad. En el proceso se han modificado sustancialmente las bases de licitación SERVIU, definiendo las condiciones técnicas de los proyectos por requisitos, permitiendo la participación de diversos sistemas constructivos. En paralelo se han ido incorporando a la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones, modificaciones tendientes a reemplazar los métodos descriptivos por requisitos por comportamiento. Este nuevo concepto en las especificaciones define las características esenciales del elemento, según los requerimientos a los cuales estará sometido finalmente en la obra y no el elemento mismo. Las normas de protección al fuego, la reglamentación térmica y las definiciones de requerimientos estructurales son aplicables a cualquier materialidad y son un claro ejemplo de este concepto. Una opción competitiva El Ministerio tiene información de 30 empresas dedicadas a la producción de viviendas industrializadas, pero la gran mayoría están enfocadas a viviendas para sectores con densidad media, en base a viviendas aisladas, pareadas o continuas, en uno y dos pisos, las que presentan estructuras basadas principalmente en madera, perfiles livianos de acero galvanizado y hormigón de baja sección. En ese sentido, el acero ha cubierto exitosamente con diversos productos y sistemas la construcción habita-cional en alturas bajas y altas, pero ha mostrado una inercia en cuanto a las alturas medias. Por eso, la opción de construir en acero es una decisión de base, y para ello debe reforzarse la difusión a nivel de arquitectos e ingenieros, en cuanto a las ventajas comparativas de la edificación en media altura (tres a cinco pisos), siendo que las estructuras son combinables con otros elementos modulares prefabricados, los que permiten una faena de calidad constante y de rápida ejecución. En el ámbito de las instalaciones industriales, de infraestructura, mineras y comerciales, la construcción en acero ha demostrado ser una opción competitiva. El paso siguiente es visualizar las mismas estructuras pero en un concepto más cerrado y acogedor, de forma de constituirse, por la adición de otros elementos, en edificios capaces de acoger la vida familiar. Por ello, es prioritario que se desarrollen códigos del acero para construcciones habitacionales en densidad media, adoptando o generando las respuestas adecuadas a los requisitos que plantea la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones. Es necesario, entonces, generar capacidades de coordinación entre los tradicionales proveedores de estructuras de acero y los proveedores de piezas y partes, de tal forma de desarrollar un proyecto de construcción basado en el montaje, a la manera de los vehículos motorizados. Esta metodología demanda mucho tiempo en la planificación, pero éste se ve compensado en los plazos reales de ejecución en la obra, que es cuando el tiempo cuesta plata. Existe un nicho que no ha sido suficientemente explorado y que puede ser una fuente de negocios para el sector del acero, pero es necesario propiciar las alianzas y los conocimientos entre las partes para alcanzar el éxito. |