Desde que se introdujeron los moldajes al proceso constructivo, hace más de 10 años, el mercado de la construcción ha obtenido importantes beneficios, debido, especial-mente , a la gran cantidad de provee-dores que participan de este mercado. Como señala Wenzel Mennert, Constructor Civil de Ulma, "las empresas se han ido seg-mentando por volumen de mercado, como, por ejemplo, obras civiles y edificación, y pequeñas y medianas empresas constructoras".

En opinión de Guillermo Schenone, Gerente Comercial de Soinsa ADOC, la característica de la oferta del mercado de andamios y encofrados, está en algunas diferencias técnicas de los productos y en los nichos de mercado de cada empresa. "En cuanto al tipo de producto, existe el andamio tradicional y el utilizado para fachada; en cuanto a moldajes, tenemos moldajes pesado, semi pesado y liviano, y dentro de éstos moldaje mixto y 100% metálico", indica.

Según señala Arturo Molina, Jefe Departamento Area Técnica y Marketing de Tulsa, otra particularidad importante de este mercado -que traspasa este negocio y se extrapola a la industria en general- es que existe un gran predominio del precio por sobre la calidad, "por lo que se hace necesario buscar alternativas más convenientes para responder a ese requisito de los clientes".

La tecnología en los productos

Respecto a la evolución y actualización de los productos como moldajes y tableros, entre otros, los proveedores de esta industria señalan que el cambio es lento y que más que transformaciones sustanciales, se trata de pequeñas mejoras a los productos tradicionales.

En opinión de Felipe Boetsch, Gerente de Boetsch y Tasco, es indudable que aportes importantes en materia de construcción se han logrado gracias a algunos avances a nivel tecnológico en el moldaje. "Por ejemplo, hoy, prácticamente, no se piensa en estucar -sólo se sigue haciendo en obras civiles- es decir, los moldes se diseñan para saltarse esa etapa y el moldaje ha entregado ese beneficio. Asimismo, también permiten decidir el tipo de acabado que se le quiere dar a un edificio, con la menor cantidad de mano de obra posible", explica Boetsch.

En el caso de los tableros, Jorge Valdés, Gerente Comercial de PERI, indica que la evolución es menor porque se justifica muy poco el aplicar tecnología. "En una oportunidad trajimos un tablero contraenchapado de Finlandia, más caro y técnicamente muy superior, pero nos dimos cuenta que la diferencia de costo no se justificaba porque se perdía por el uso que se le daba. Finalmente, entendimos que el mercado siempre opta por el tablero más barato", agrega Valdés.

En este sentido, Schenone explica que quizás se podría avanzar más rápido en materia tecnológica en este tipo de productos, "pero es complicado porque son herramientas de trabajo y en la construcción cuesta entender que es un bien que hay que cuidar. Eso nos obliga a diseñar productos pensando en cómo van a ser tratados y eso lógicamente es una limitación", comenta el ejecutivo de Soinsa ADOC.

Alberto Velasco, Ejecutivo de Soinsa, señala que los moldajes que actualmente se utilizan en Chile y que comenzaron a ser usados en el país hace 15 años aproximadamente, "son el resultado de una intensa evolución que se llevó a cabo en Europa por cerca de 100 años, lo que explica en gran medida el por qué no se producen cambios tan importantes ahora".

Servicio y compromiso

Como señala Juan Esteban Toro, Gerente General de Soinsa, a pesar que la evolución tecnológica de los productos no es un elemento diferenciador entre una marca y otra, los proveedores logran diferenciarse de su competencia de acuerdo al tamaño de la empresa que atienden y al servicio que entregan.

Según explica Toro, otro valor agregado es el compromiso que asumen, en mayor o menor medida, las empresas de moldajes que participan en una obra. "Es necesario que las empresas constructoras tomen conciencia y valoren la responsabilidad que tienen los proveedores respecto al desarrollo de los planos, las visitas a la obra y la capacitación de los trabajadores. Realmente, estamos entregando un servicio tremendo, que ni siquiera en Europa se da de esa manera, y eso requiere de un reconocimiento mayor".

La tendencia del mercado es, a juicio de Pablo Scotti, Gerente General de Moldajes y Andamios TH, el arriendo, especialmente, porque los equipos son caros y esta modalidad permite acceder a una garantía y al servicio adicional que entregan las empresas. "Sin embargo, este servicio implica para los proveedores una gran responsabilidad, porque por el hecho de diseñar los planos para facilitar el uso correcto del moldaje, existe el riesgo que se le atribuyan a esos planos cualquier desperfecto en el resultado final de la obra", indica Scotti.

Por su parte, Armando Pérez, Product Manager de Moldajes Alsina Chile, explica que las empresas proveedoras podrían asumir lo que eso significa, como parte de un servicio y garantía más completo aún, "pero no tenemos control sobre quienes ejecutan el proyecto y esa es una de las problemáticas que más nos complica".

Guillermo Schenone señala que ADOC ha tratado de resolver ese problema a través de un sistema de estimaciones de costo, donde se integra al cliente al estudio de la propuesta. "Hemos tenido muy buenos resultados porque el cliente se siente partícipe del estudio de la propuesta y de la forma en que se va a llevar a cabo la obra. Desde el momento de estar trabajando con nosotros las empresas se sienten involucradas en el tema del moldaje y no le traspasan toda la responsabilidad al proveedor", explica.

2004: Un año de crecimiento

Para avanzar en el uso eficiente de los sistemas de moldaje, en opinión de Gabriel Muñoz, Gerente General de RMD Kwikform Chile, es necesario hacer llegar la capacitación a los arquitectos, que son en definitiva quienes especifican los productos.

Eso conlleva también al tema de la ausencia de normativa y de la necesidad que para los edificios existan especificaciones claras respecto al uso de moldajes. La norma actual no especifica el moldaje, sino sólo cómo debe quedar el acabado final, por lo tanto, el cliente no sabe cuál es la solución correcta hasta que no ve el resultado final de la obra.

Eso hace imprescindible, a juicio de Gabriel Muñoz, un trabajo coordinado entre el proveedor de mol-dajes, arquitecto y la constructora, y como propone Jorge Valdés, una participación organizada de los proveedores a través de una asociación que permita resolver la falta de normativas y regular la responsabilidad en el diseño de planos de los fabricantes de moldajes.

Asimismo, el ejecutivo de PERI señala que la gran competencia de este mercado garantiza a las empresas constructoras una alta calidad de servicio y que las proyecciones que se auguran son mucho más positivas que las de años anteriores. "Las expectativas de crecimiento son de 4% ó 5 % y creemos que el mercado de la construcción va a ser uno de los de mayor crecimiento. Asimismo, estamos seguros que lentamente va a haber una recuperación de precios al alza y que nuestros clientes gradualmente van a entenderlo así".