Sin duda, el 2004 generó dividendos interesantes para los proveedores de andamios y moldajes para la construcción. Como indica Alberto Velasco, Gerente de Desarrollo de Soinsa, "fue un año positivo y hoy se está viviendo, para la mayoría, un período tremendamente positivo en el universo de la construcción y en el particular mundo del andamiaje y los encofrados". Para Giancarlo Persi, Gerente de Ventas de Soinsa, "los años en que la economía y en particular este rubro estuvieron frenados son historia pasada y el movimiento del sector parece tomar cada día un ritmo más constante". Sin embargo, Guillermo Schenone, Gerente Comercial de las empresas ADOC y Soinsa, indica que a pesar de este auspicioso escenario "hay que ser cautelosos y entender que como en todos los mercados, este proceso puede ser cíclico".

El crecimiento de la demanda

A juicio de Jaime Domínguez, Gerente General de DOM, el boom de la construcción lleva más de dos años. "El mercado chileno es sorprendente porque hay mucha oferta y aparentemente éste, un mercado relativamente pequeño, la resiste bastante bien. Actualmente, la demanda ha sido insistente, al punto de que la mayoría de las empresas tiene más del 70% de los activos arrendados".

Respecto a esta señal, Héctor Cifuentes, Gerente General de Uni-Span, indica que el mercado está recién tomándole el peso. "La posible escasez de andamios y moldajes a futuro es un tema que seguramente preocupa a las empresas constructoras, pero nosotros estamos invirtiendo como una manera de prever esta situación. Sin embargo, lo estamos haciendo con cuidado porque se trata de inversiones a largo plazo que nos podría costar recuperar".

En opinión de Ronnie Dacre, Gerente de Distrito de EFCO Chile, "respecto al abastecimiento de equipos, creo que las empresas no han tomado en serio el tema, ya que si se concretan todas las obras proyectadas podría llegar a ser crítico proveer adecuadamente a todas las empresas constructoras".

Y es que según los especialistas en el rubro no es difícil pensar que las obras proyectadas para los próximos meses no se lleven a cabo. Como señala Antonio Carlos Machado, Gerente Comercial de Ulma, "es muy probable que la economía siga creciendo a un ritmo positivo más allá del año 2007. Está claro que hay variables que en ocasiones detienen los ciclos económicos exitosos, como las inversiones extranjeras, por ejemplo, pero Chile está generando las condiciones para que éstas se consoliden. Estoy convencido que la actividad va a seguir, que no habrán retrocesos en este crecimiento, pero quizás con proyectos y obras constructivas más distribuidas en el tiempo".

Evolución en moldajes y andamios

El crecimiento del mercado ha ido también de la mano de la evolución tecnológica de los andamios y moldajes, y las inversiones de las empresas han tendido a mejorar los productos en términos de productividad y especialmente en el aspecto seguridad. Según Schenone, la inversión de su empresa ha estado orientada a reemplazar el andamio estándar por un andamio para fachada mucho más seguro, cumpliendo así con todo tipo de normativas.

Para Dacre, más que nuevas tecnologías, los proveedores han tendido a buscar con más detalle el producto adecuado para cada tipo de obra. "Hay productos como el panel manual, que existe hace muchos años pero que aún es muy válido y que tiene mucha demanda. A pesar de que existen nuevas tecnologías, los productos existentes no quedan obsoletos, sólo hay que ubicarlos en cada segmento de mercado".

Sin embargo, Machado insiste en que los clientes siempre están generando nuevas necesidades, especialmente en moldajes. "Este es un mercado muy exigente, por eso creo que las empresas deben estar permanentemente incorporando mejoras tecnológicas. Además, hay que tener en cuenta que ciertos clientes seguirán usando productos antiguos, en cambio otros están ávidos de incorporar nuevas tecnologías a sus procesos constructivos".

En este sentido, Pablo Scotti, Gerente General de TH, señala que el mayor cambio ha estado en los mismos clientes. "El hecho de que existan tantos proveedores ha redundado en que el cliente tenga más conocimiento y sepa lo que quiere. Cuando uno va y les presenta una solución, ellos están mucho más al tanto que antes y, por lo tanto, exigen más".

Según Jaime Bustamante, Ejecutivo de Mecanotubo, "muchos proveedores lo han entendido así y eso ha provocado que muchos productos, incluso con tecnologia aplicada, se estén transformando poco a poco en commodities". La diferencia entre las distintas ofertas está, por lo tanto, como asegura Scotti, en el servicio.

Como señala Domínguez, "es una suerte para las empresas constructoras chilenas tener a su disposición una gran variedad de moldajes y de empresas de servicio dedicadas a ello, pero es necesario hacerles ver que si un producto es más caro, es mejor y más seguro. No tenemos que esperar que ocurra un accidente para usar productos seguros".

Capacitar para crecer

Para que las empresas masifiquen el uso de productos con tecnología en sus obras, Andrés Ferrando, Gerente Comercial de RMD Kwikform, explica que tiene que cambiar la cultura que existe respecto al tema. "Muchas de las tecnologías de moldaje parten de la base de que ciertos productos necesitan conocimiento para ser usados, pero en Chile la mano de obra no está calificada. Ahí es donde cobra importancia el servicio del proveedor y el asesoramiento en terreno".

El tema de la educación y capacitación de la mano de obra es, para los proveedores de este mercado, un problema que se resolverá a largo plazo. Para eso, según Juan Horstmann, Gerente Regional de PERI, "hoy tenemos que dar un servicio muy fuerte en la obra y muchas veces somos nosotros los que tenemos que definir qué producto exactamente mandamos a cada construcción". Como indica Mario Letelier, Presidente de Wall Systems Chile, "la realidad es distinta en Estados Unidos y Europa, porque en esos países son las constructoras las que hacen las definiciones y se han logrado excelentes resultados".

Respecto de este punto, Horstmann agrega que "como empresa estamos conscientes de que hay que invertir en capacitación para que eso ocurra. Por eso, hemos establecido acuerdos con institutos profesionales para hacer cursos se seguridad en la construcción y también para informar sobre las nuevas tecnologías, y estamos convencidos de que ese es un buen comienzo".

Para poner fin a un problema antiguo en Chile, como la falta de calificación de la mano de obra, Jorge Valdés, Subgerente General de PERI, propone canalizar alguna iniciativa a través de la Cámara Chilena de la Construcción.

Como señala Gabriel Muñoz, Gerente General de PERI, "poco a poco las constructoras están entendiendo cuánto pierden por no contar con mano de obra capacitada para utilizar productos como andamios y especialmente moldajes y es nuestro rol como proveedores ayudarles a determinar el impacto de no trabajar adecuadamente con andamios y moldajes en una obra".

En la medida que las constructoras entiendan que a mejor utilización de estos productos, mayores beneficios, la capacitación de los trabajadores de la construcción en estas y otras tecnologías va a dejar de ser una utopía de los proveedores, para transformarse en una necesidad de los clientes.