¿Qué cambios son necesarios en torno a la situación existente en el tema puentes? Creo que si bien existe un buen nivel en la construcción de estas obras, en los últimos 30 años se ha producido un desmejoramiento de la ingeniería, debido a que el MOP actúa como única entidad rectora que aprueba los proyectos, centralización que, a mi juicio, debe revertirse para hacer frente a problemas muchas veces evitables. ¿Cómo el caso del Puente Loncomilla? El colapso de este puente, más allá de las consideraciones técnicas, deja en evidencia, precisamente, la crisis que viven las instituciones encargadas de llevar a cabo el proyecto y construcción de las obras públicas en Chile, así como la imperiosa necesidad de efectuar un replanteamiento de tales organizaciones, como ocurre con el MOP, que requiere de cierta flexibilidad en su labor. ¿Cuál es la propuesta del Colegio de Ingenieros? Nuestra proposición como Colegio es reestructurar el MOP y crear una empresa de obras públicas, con su directorio independiente, con el objetivo de administrar las obras públicas del país y asumir bajo su responsabilidad la parte técnica. Otro desafío es recibir los recursos físicos y humanos necesarios para lograr un control de calidad adecuado. En definitiva, se debe apuntar a que las etapas de proyecto se realicen en base a una buena práctica de ingeniería y que las fases de control cumplan realmente con su finalidad. ¿Qué ocurre con la innovación tecnológica? En este tema es necesaria una mayor flexibilidad, ya que en ocasiones se observa cierta rigidez para la incorporación de nuevas tecnologías, técnicas de proyección o sistemas constructivos. Creo que en lo que respecta también a uso de materiales debe existir una mayor apertura, ya que, por ejemplo, hay una suerte de freno en torno al uso del acero, en circunstancias de que en muchos países desarrollados este material es altamente utilizado en la construcción de puentes, convirtiéndose éstos, incluso, en atractivos puntos de atracción turística. |