¿Cuál es la importancia que asigna al reciclaje de chatarra Gerdau AZA?
Este es un tema vital, pues a través del reciclaje obtenemos el 100% de la materia prima que utilizamos, sustentando así nuestro negocio. A ello se suma el aporte que realiza nuestra compañía bajo el concepto de Responsabilidad Social Empresarial, marco dentro del cual generamos casi 180 mil empleos, de acuerdo a un estudio de la Universidad de Chile, y ayudamos a limpiar las ciudades, lo cual permite indirectamente a los municipios ahorrar dinero en recolección y disposición final de residuos.

¿Cuántas toneladas reciclan al año y de qué fuentes proviene la chatarra?
Durante el 2004, reciclamos 404.000 toneladas, lo que en términos de vo-lumen equivale a llenar cuatro estadios nacionales. En atención a la realidad industrial de nuestro país, hemos orientado nuestra estrategia a la chatarra domiciliaria, correspondiente al 70% de nuestra reconversión, mientras que el resto proviene del sector industrial y de la obsolescencia.

¿Cómo aporta el sector construcción en este tema?
Este sector aporta al generar residuos cuando se construye una obra y, años después, cuando ésta es demolida. Sin embargo, dada la actual realidad de construcción en Chile, cuesta mucho separar el hormigón del acero, razón por la cual de un total de 35.000 toneladas por mes que reciclamos de chatarra, no más de 2.000 provienen de este ítem.

¿Qué destino tiene la chatarra reciclada?
La chatarra que reciclamos se orienta entre un 70% a 80% a la fabricación de barras de refuerzo de hormigón, en tanto que el resto a perfiles y alambrón, todos ellos dirigidos, principalmente, al rubro de la construcción.

¿Cuál es su actual estrategia de reciclaje?
Durante el 2003 comenzamos un trabajo destinado a llevar nuestra capacidad de planta a su plena carga, ya que hasta entonces funcionaba en torno al 60%. El 2004 definimos una estrategia de compra de chatarra consistente en instalar centros de acopio cerca de la comunidad, con lo que logramos aumentar casi en un 30% la cantidad de chatarra adquirida en comparación al año anterior. Nuestra próxima meta es que de aquí al 2010 podamos pasar de las 400.000 tone-adas anuales recicladas a un total de 800.000.

¿Quiénes componen su red de proveedores?
Nuestra empresa cuenta con un registro de 6.000 proveedores empadronados en tres niveles, los cuales en gran parte de los casos trabajan junto a su familia, lo que se traduce en la generación de 178 mil empleos. Tener una extensa red de chatarreros no sólo sustenta nuestro negocio, sino que favorece directamente a la comunidad al posibilitar la recuperación de chatarra férrica, preservando así la calidad medioambiental del país.

¿Cómo es la realidad chilena en materia de reciclaje?
Hoy el tema del reciclaje en Chile se desarrolla gracias al esfuerzo de las empresas privadas. Si bien consideramos que las leyes deben cumplirse, existen normativas que más que facilitar el tema lo dificultan, ya que no son compatibles con la realidad de este negocio y con el nivel de preparación de los proveedores de chatarra. En el caso puntual de Gerdau AZA, nuestra labor rivaliza con la recolección de basura domiciliaria. Las municipalidades gastan grandes sumas por concepto de retiro y disposición final de estos desechos, en circunstancias de que si un mínimo porcentaje de ellos se reciclara, estos municipios podrían contar con valiosos recursos para invertir en su comuna en educación, cultura y arreglo de calles, entre muchos otros ejemplos.

¿De qué manera su empresa fomenta el reciclaje de chatarra?
Estamos impulsando dos campañas; la primera de ellas consistente en una guía educativa para el reciclaje, cuya segunda versión lanzamos este año, la cual se entrega a profesores para que trabajen el tema con sus alumnos. Por otra parte, mantenemos una exposición permanente en el Museo Interactivo Mirador (MIM), donde exponemos una película sobre la materia e impartimos un taller de reciclaje, iniciativas con las que hemos obtenido muy buena acogida.

Un dato interesante a tener presente es que en Chile sólo se recicla el 9% de todos los residuos domiciliarios, mientras que en naciones más desarrolladas el porcentaje fluctúa entre un 40% y un 45%, lo cual deja en evidencia el largo camino que aún debemos recorrer a nivel país.