Lograr una mayor penetración de tecnologías desarrolladas en nuestro propio país, como los pavimentos delgados de losa corta y los pavimentos ultradelgados de hormigón con fibras, es uno de los grandes desafíos del sector en el corto plazo, tomando en cuenta que son soluciones probadas y que aportan soluciones eficientes a menores costos.
Así lo asegura Mauricio Salgado, quien agrega que resulta clave modificar aspectos culturales y normativos, entre otros, con el fin de consolidar este tipo de alternativas como solución a problemas de pavimentos, especialmente en el contexto urbano en donde todavía falta que alcancen el reconocimiento y posicionamiento que tienen en el ámbito interurbano, dado que aún se percibe reticencia, quizás por desconocimiento, a la aplicación de estas tecnologías en sus diferentes proyectos de pavimentación.
Adicionalmente, existen algunas restricciones en la normativa que impiden que técnicas probadas técnicamente puedan implementarse. “Resulta increíble que se exijan espesores de hormigón, en calles urbanas y pasajes, superiores a los que ya se utilizan en carreteras con alto tránsito; un ejemplo de lo anterior es el caso de los pavimentos delgados con losa corta que existen en la Ruta 5 y otras carreteras del país que operan sin problema, mientras que aún se cuestiona implementar esta aplicación en una calle de un pasaje pequeño en la ciudad”, comenta.
Esta situación se presenta debido a la restricción impuesta por la existencia de elementos normativos que no se han adecuado a la par con el desarrollo tecnológico. “En la actualidad por restricciones normativas puede darse el caso de pavimentos que como mínimo deberían tener un espesor de 12 cm de pavimento de hormigón, dentro de un contexto en donde ya se habla de soluciones que ofrecen la posibilidad de tener pavimentos de hormigón de 8 o 10 cm, que cumplen con las prestaciones que se le solicita”, agrega.
A su juicio, la masificación de este producto, especialmente en vías urbanas, resulta clave para lograr mayor competitividad y ofrecer una solución alternativa de menor costo para los demandantes. El ingeniero Salgado comenta que “en el MOP se ha logrado,trabajando desde hace algunos años, que cada vez este tema de los pavimentos delgados de losas cortas esté más difundido y sea ampliamente aceptado, al igual como ya sucede en proyectos privados (residenciales e industriales)”. “Solamente falta que suceda lo mismo en los SERVIU y las municipalidades, donde existe todavía mucha gente que aún no conoce esta tecnología, y es allí donde nos interesa trabajar también en conjunto, para lograr la difusión de estas tecnologías para su consolidación, de modo que alcancen y beneficien a un número mayor de usuarios y vecinos”, explica Salgado.
Un aspecto que es importante resaltar es que el desarrollo tecnológico no sólo proviene de las innovaciones, como los pavimentos de losas cortas o los pavimentos ultra delgados de hormigón con fibras, sino del trabajo que en paralelo se lleva a cabo, constantemente en el ICH, que ha logrado el mejoramiento y optimización de las prácticas y procesos tradicionales, incorporando elementos que contribuyen a responder a las exigencias y forma de funcionamiento de estos nuevos tipos de pavimentos, así como también contribuyen con respuestas y soluciones a los estándares y problemáticas actuales como es el caso de la serviciabilidad, el confort o la rápida apertura al tránsito.
En ese sentido, el uso de tecnologías de corte delgado para la generación de juntas, lo que a su vez sugiere que las mismas no se sellen, o la incorporación de técnicas que faciliten la maduración del hormigón procurando reducir la ventana de tiempos para habilitar la apertura al tránsito, son un ejemplo de aportes que contribuyen obviamente a una mayor competitividad en rendimiento y costo de los pavimentos de hormigón respecto a otras soluciones, indica Salgado.
Resistencia al cambio
Las razones, de acuerdo a Salgado, se centran básicamente en aspectos normativos, pero también culturales y de gestión. “No sólo estamos hablando del SERVIU, sino que también de las municipalidades, las cuales poseen esquemas tradicionales de hacer las cosas”, explica. “Algunos, incluso, pese a explicarles sobre los logros y avances alcanzados en proyectos del MOP, se resisten al cambio, aun cuando estas tecnologías han sido utilizadas incluso en aplicaciones con solicitaciones superiores a las que ellos deben enfrentar. Claramente hay factores que influyen en la toma de decisiones como costumbres, tradición o enfrentar el cuestionamiento al cambio, que no favorecen la innovación”, agrega.
En el contexto urbano se presentan casos en donde un contratista teniendo la tecnología para hacer un corte delgado en las juntas, no lo hace o habiéndolo hecho debe repasarlo y abrirlo para incluir el sello que no necesita, sólo porque así lo indica la especificación. También se da el caso de pavimentos que pudiendo ser abiertos al tránsito, como lo corrobora una medición con madurimetro como el que utiliza el MOP para este fin, no se utiliza por desconocimiento del mandante y del contratista.
En este contexto, el desafío para el ICH es dar a conocer al mayor número de personas las ventajas de este tipo de tecnologías (losas cortas, pavimentos ultradelgados, control por madurez, cortes delgados, etc.) y los beneficios de su aplicación a través de capacitación, difusión, investigación y seguimiento de proyectos que incorporan estas tecnologías innovadoras, así como también con aportes que optimicen y mejoren los estándares y procesos tradicionales.
Aunque se ha logrado con estas innovaciones cerrar la brecha histórica de costo inicial que debía enfrentar el hormigón, este esfuerzo se ha hecho sobre la base de no sacrificar las ventajas y beneficios del hormigón tradicional.“Las autoridades deben tomar conciencia que las solucionesde pavimentos de bajo costo de escasa durabilidad que normalmente han venido usando, en el largo plazo son más costosas que las alternativas que ofrecen los pavimentos de hormigón”, añade.
Tecnología chilena y sustentabilidad
El otro aspecto fundamental, de acuerdo al ejecutivo, radica en que esta tecnología de los pavimentos delgados de losas cortas es de origen chileno, la cual es empleada ampliamente en múltiples países en la actualidad. “En ese sentido, es destacable el apoyo de Vialidad apoyando y aplicando estas innovaciones en sus obras”, señala.
En ese sentido, agrega Salgado, cabe destacar que en la 10ª Conferencia Internacional de Pavimentos de Hormigón, realizada en Canadá, entidades de renombre mundial como la American Concrete Pavement Association (ACPA) destacaron las cualidades de la losa corta y su intención de utilizarla ampliamente. “Estamos siendo valorados positivamente por actores y estamentos públicos y privados de diversos países, pero llegó el momento de que los demandantes a nivel local crean también”, afirma.
El tema de la sustentabilidad es otro aspecto fundamental al momento de hablar de la aplicación y difusión de este tipo de innovaciones dentro del mercado local. “De acuerdo a la literatura internacional existe un sinnúmero de estudios que hablan de los beneficios directos e indirectos delos pavimentosde hormigón desde el punto de vista de la sustentabilidad: ahorros energéticos, reducción del consumo de combustible, optimización de la iluminación y aumento de seguridad para los usuarios, entre otros”, enumera Salgado.
Sin embargo, el Jefe del Area de Pavimentación del ICH señala que la diferencia pasa por que dichos estudios son realizados por países donde la toma de decisiones se basa en los beneficios que significa utilizar una tecnología y no sólo por el costo inicial de los proyectos. “Resulta clave también generar ese punto de quiebre aquí en Chile”, sostiene. “Lamentablemente, el tema de la sustentabilidad hoy por hoy se queda sólo en el discurso. Debemos trabajar en convencer a quienes toman las decisiones para que además del costo inicial, consideren valorar el ciclo de vida de los proyectos, que incluyen los costos de conservación y, obviamente, los temas asociados a la gestión sustentable”, concluye.
