Sustituimos los criterios variables por estándares y criterios objetivos para adecuar las exigencias de los ascensores antiguos a los modernos y para entregar a mantenedores y certificadores una pauta de cómo trabajar.

Este trabajo se hacía necesario, puesto que la Ley 20.296 dice que en la instalación, mantención y certificación de equipos de transporte vertical debe “darse cumplimiento a las Normas Técnicas Chilenas vigentes sobre la materia. Dichas normas deberán actualizarse permanentemente”. Ya contamos con la regulación para ascensores en edificios con permiso de edificación posterior al 23 de octubre de 2010; en estos casos se aplican las normativas vigentes NCh440/1 y 2 para su construcción e instalación, y las normas NCh 2840/1 y 2 para su inspección. Sin embargo, para los demás equipos todavía no existen normas y, por lo tanto, no se pueden certificar en la actualidad.

La Norma que el Comité está desarrollando cerrará este vacío legal y permitirá una certificación con estándares unificados.


Más seguridad

No es una tarea fácil desarrollar una Norma para la certificación de ascensores antiguos, montacargas, funiculares, escaleras mecánicas y pasillos rodantes sin regulación, porque la norma debe comprender desde los equipos más antiguos hasta los recién instalados en los años 2010 y 2011. Y como la tecnología aplicada en estos equipos ha avanzado mucho, estamos uniendo la experticia de los distintos participantes, en el afán de crear una Norma para todos los equipos no regulados.

Afortunadamente nos hemos encontrado con que todos los actores en la industria están a favor de este trabajo, porque elimina la subjetividad y los supuestos, puesto que la nueva norma dará un marco de orientación a las empresas. La información sobre mejoras y modificaciones necesarias en los equipos estará a disposición de todos, y como consecuencia, la seguridad en el trabajo de mantención aumentará.

El personal de mantención trabaja en los edificios de sus clientes y las condiciones de seguridad no dependen directamente de su empleador. En el pasado era difícil exigir al cliente mejoras en el edificio con el propósito de evitar accidentes antes de que ocurran. En cambio, con esta Norma el certificador independiente revisará tanto las condiciones de seguridad de los ascensores como la labor de mantención ejecutada y exigirá tanto a los propietarios como a los mantenedores las medidas para garantizar la seguridad en los ascensores.

Si bien el énfasis del trabajo está en mejorar la seguridad en los ascensores existentes lo máximo posible, se entiende que todo debe darse dentro de un marco razonable. Hay que estar conscientes de que existen muchas comunidades con una capacidad económica limitada, donde los propietarios de los departamentos se esfuerzan cada mes para cancelar los gastos comunes.

Exigencias fuera de lo razonable podrían generar la clausura de muchos ascensores o fomentar la evasión de la certificación, hecho que entorpecería el espíritu del aumento de la seguridad de la Ley 20.296.

El Comité empezó a trabajar con la norma NCh 2840 como base y definimos qué criterios de ella se deben cumplir. Estamos trabajando en distintos subcomités en paralelo para entregar un borrador de todas las partes de esta nueva norma dentro de este año.

Tenemos que estar conscientes de que no podemos redactar las normas completas dentro de un año de trabajo voluntario. Es una tarea que otros países fueron elaborando y modificando durante décadas y nosotros estamos recién empezando a regular un mercado, que está acostumbrado a absoluta libertad y ausencia de cualquier supervisión e instrucción. Tenemos muchos años de trabajo por delante para llegar a un nivel normativo comparable con el de los EE.UU, Japón o la Unión Europea.

Por otra parte, cabe destacar que una Norma en sí no garantiza la seguridad, son los propietarios y usuarios de los ascensores en conjunto con las empresas mantenedoras los que deben asegurar la seguridad en los equipos. Esta Norma, con las ya existentes, cubrirá casi todos los equipos de transporte vertical instalados en el país y definirá el marco legal dentro del cual la industria podrá actuar. Consecuentemente, la aplicación de la Ley, con ayuda de las sanciones definidas, aumentará la seguridad para usuarios, propietarios y ascensoristas al mismo tiempo.