El mundo avanza a un ritmo que cada vez exige más en menos tiempo. Esta condición va acompañada además de requerimientos que tienen que ver con estándares de calidad y seguridad. La construcción no es un área ajena a este nuevo escenario comercial, y las empresas del sector poco a poco van dándose cuenta de lo importante que es incorporar a sus faenas procesos más estandarizados e industrializados, capaces de garantizar estas nuevas determinantes, y por ende hacerlos más competitivos.


Aumentar la productividad

Para Juan Carlos León, Gerente General de la Corporación de Desarrollo Tecnológico de la Cámara Chilena de la Construcción “hoy uno de los temas principales en el mundo de la construcción es el aumento de la productividad. Y en ese sentido no cabe duda de que uno de los caminos o estrategias que tienen gran impacto respecto del aumento de productividad es todo lo que tiene relación con la industrialización, prefabricación, modularización y estandarización en todo el ciclo de vida de la construcción”, explica.

Y este proceso va de la mano de la innovación, que aparece como la herramienta diferenciadora si una empresa busca destacar en un mercado cada vez más competitivo. “En el mundo de la construcción es un fenómeno relevante, dada la competencia que existe y que exige a las empresas aumentar su valor, de modo de adelantarse a las expectativas del cliente respecto de los bienes y servicios que producen. Asimismo, a esto se suman exigencias no sólo constructivas sino también que ambientales, sociales, de planificación urbana, entre otras”, describe Juan Carlos León.

Hoy en día, en el sector construcción una de las tendencias apunta hacia el uso de moldajes y andamios industrializados. Esto se debe principalmente a que están ligados a la obtención de mayor productividad y costos más acotados y precisos, así como también a la calidad y seguridad de los proyectos.


Andamios y Moldajes

Aunque no representan la parte más importante en los costos, los andamios y moldajes influyen fuertemente en el resultado final de un proyecto. El paso del tiempo los ha vuelto indispensables en todo tipo de obras de edificación y civiles. Es precisamente por esta razón que optar por moldajes y andamios industrializados se ha convertido en una opción rentable para las empresas del sector.

“A la fecha el estándar en edificación de altura habitacional en etapa de obra gruesa es de cuatro pisos al mes, llegando incluso a valores de seis pisos al mes. Este avance sólo es posible a través de la utilización de moldajes y andamios industrializados junto con nuevas tecnologías de bombeo de hormigón y enfierradura prearmada”, comenta el Gerente General de la CDT, mientras afirma que “en el mercado chileno hoy ya no es económicamente viable realizar un proyecto sin el uso de moldajes y andamios industrializados”.

La razón salta a la vista pues la rentabilidad de los proyectos está marcada por la velocidad de construcción que permiten los sistemas ya mencionados, ventaja que se suma a la menor cantidad de mano de obra que requieren para su uso. Según fuentes del Servicio CALIBRE de la CDT, en moldajes de muros el rendimiento promedio de los moldajes artesanales era de 8m²/HD, versus los 20m²/HD que en promedio se alcanzan con el uso moldajes industrializados y los cerca de 40m²/HD que ha registrado el servicio de la CDT.

“En la mayor parte de las obras, el moldaje y su ritmo de colocación determinan y marcan el ritmo del desarrollo del proyecto, si bien su costo en términos del presupuesto, en edificación en altura, es del orden del 4% del total y dentro de éste el insumo, costo de arriendo de los moldajes, supone tan sólo un 2.5% del presupuesto de ejecución del proyecto”, expresa Juan Carlos León.

Asimismo, en el caso de los moldajes industrializados, según cifras de la CDT la diferencia entre la velocidad de avance del proyecto puede llegar a ser más de un 200% en función de la efectividad de la gestión interna de la obra y la coordinación de recursos.

Otro factor importante a considerar es que los andamios y moldajes industrializados contribuyen a mejorar la seguridad y la calidad del producto final respectivamente. En términos de calidad del producto final, los moldajes industrializados minimizan la ocurrencia de desalineamientos de muros e irregularidades en la terminación superficial de los elementos constructivos. Ahora bien, si se habla de seguridad, estos sistemas también son actores relevantes en la prevención de accidentes laborales, en especial el uso de andamios.

“Adicionalmente a su rápida velocidad de armado y remoción de los mismos, aseguran el cumplimiento con los estrictos parámetros de seguridad que se exige para trabajos en altura. Alcanzar esos estándares con andamios artesanales sería extremadamente difícil y a un costo poco rentable”, señala el Gerente General de la CDT.

Aunque el uso de moldajes y andamios industrializados por un lado disminuye la necesidad de mano de obra, por otro implica una mayor capacitación del personal que participa del proyecto. Es la manera de asegurar un estándar de calidad acorde a los requerimientos del mercado. Como afirma Juan Carlos León “la capacitación de los trabajadores es otro factor relevante, más aún en este momento en que la escasez de mano de obra es tan marcada, ya que el desempeño de estos sistemas también está condicionado fuertemente por el adecuado uso de los mismos, aunque cada vez son más similares y el tiempo de aprendizaje a la hora del uso de un sistema u otro es reducido”.

De esta manera, los procesos y sistemas industrializados van cobrando cada vez más importancia en el sector construcción. Su implementación, sin lugar a dudas, trae beneficios como ahorro de costos, aumento de calidad y seguridad, y por supuesto, mayor productividad.