La certificación LEED® (Leadership in Energy & Environmental Design), es un sistema de certificación mundialmente conocida, desarrollada por el US Green Building Council (USGBC) en marzo de 2000, y que tiene por objeto entregar herramientas para identificar e implementar soluciones prácticas y medibles en un edificio, tanto para sus procesos de diseño como en su construcción y operación.

"La certificación LEED® se basa en identificar y asegurar la implementación y ejecución de diferentes prácticas sustentables presentes en la totalidad de la vida útil de una edificación, en su construcción, diseño y puesta en marcha. Las áreas que son analizadas por la certificación son: Ahorro en el uso de Agua; Materiales y Recursos; Sitios Sustentables; Calidad del Ambiente Interior; Energía y Atmósfera; y la Innovación en el Diseño del proyecto. Además, son cuatro las categorías de esta certificación: certificado, plata, oro y platino", indica José Ignacio Gana, Gerente Técnico de Chile Green Building Council.

Estándares de eficiencia energética: Passivhaus v/s LEED

Estas son dos corrientes, una europea y la otra norteamericana, y ambas, bajo distintos parámetros, apuntan a fijar estándares de eficiencia energética. En el caso de Passivhaus, esta entidad ha fijado los parámetros más exigentes con el fin de lograr que una construcción reduzca a un 15% su consumo de energía.

La certificación Passivhaus fiscaliza la eficiencia energética del edificio y calidad ambiental interior, regulando potencias por m², calidad térmica de la envolvente, ventilación controlada, consumo de energía primaria por m², demandas de calefacción y refrigeración anuales.

En cambio, la certificación LEED® está concebida como una certificación ambiental integral de edificios, donde la eficiencia energética es uno de sus múltiples aspectos.

En el caso de nuestro país, según el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, podríamos contar este año con un Sistema de Certificación Energética para Viviendas y de esta forma avanzar en los estándares de exigencia de sustentabilidad para la construcción.

De acuerdo a Marcelo Huenchuñir, representante de Passivhaus, para comprender las diferencias de estándares que se aplican en Chile y cómo éstos se incrementarán en el futuro, se puede tomar a modo de ejemplo, un edificio de vivienda que cumple la reglamentación térmica local actual. Puede alcanzar una nota E en el futuro sistema nacional de etiquetación de edificios, en una escala de la A a la G. Edificios mejor implementados pueden llegar a la categoría superior. En ese contexto, el Passivhaus sería un A+ o superior".

Además, cuenta que ya tienen proyectos vigentes en Chile: "Este año, inauguramos la primera sucursal de un banco con estándar Passivhaus en Vitacura y está por comenzar la construcción de una vivienda en La Dehesa. La aplicación del Passivhaus en un clima benigno como es en el grueso de las ciudades chilenas, permite reducir al máximo la demanda de energía en los edificios, con menos esfuerzo que en países fríos como Alemania".

Chile está cambiando su mentalidad

Una de las empresas proveedoras que está contribuyendo en nuestro país a la edificación sustentable mediante ahorro energético es la transnacional Metecno.

Su Gerente General, Hernando Vallejo, destaca que construir con materiales que contribuyan a reducir el consumo de energía, como es el caso de los paneles de acero aislados con poliuretano, marca una tendencia que cada vez toma más relevancia en nuestro país, principalmente porque Chile está empezando a dar pasos para elaborar sus propios estándares.

A juicio de Vallejo, las empresas chilenas están buscando invertir en materiales de construcción que aporten eficiencia energética, considerando que estas nuevas tecnologías enfatizan que el crecimiento de un país no puede desligarse del cuidado de su entorno.

"Eso ha llevado a derribar mitos como creer que edificar en armonía con el medioambiente es más caro o que estos son gestos románticos para salvar el planeta. Nosotros nos especializamos en construir con paneles que cumplen con los estándares más exigentes en términos de calidad y sustentabilidad y con ello estamos demostrando que, mediante una aislación térmica de alta eficiencia, es posible disminuir el consumo de energía destinado al uso de equipos de refrigeración, calefacción y aire acondicionado. Eso indica que se puede construir en forma sustentable y a la vez ahorrar costos operacionales y de mantención de una casa, de manera sustancial", concluyó.