| | Francisco Sanz, SIKA | | | | José Miguel Ferrer, TECPRO | | | | Carola Valenzuela, PRODUCTOS CAVE | | | | Agustín Cortés, CHILCORROFIN | | | | Leonardo Alvarez, PIZARREÑO | | | | Vlade Covacic, BAUTEK | | | | Loreto García, ASFALCHILE | | | | Mauricio Muñoz, DRYMIX | | | | Claudio Parada, GRACE | | | | Jorge Mondaca, ASFALCHILE | | | | Hugo Poblete, DRYMIX | | | Aunque en alguna medida todas las empresas constructoras incorporan tecnología a sus procesos -a través del uso de computadores y programas de cálculo, por ejemplo- sólo cerca de un 35% trabaja con sistemas tecnológicos de avanzada. De ese porcentaje, según indica Pedro Hidalgo, Gerente General de Ungasoft, las grandes empresas- cerca de un 10% del total- operan con aplicaciones robustas y consolidadas; aproximadamente la mitad de las constructoras medianas, que alcanzan el 40% del universo total, utiliza algún software administrativo importante que se suma a los sistemas de planificación y de control de proyectos, mientras que las Pymes ocupan programas de cálculo y software contables de muy bajo precio. Probablemente, el intenso trabajo de inicio de cada obra esté impidiendo a las empresas constructoras invertir en un software especialmente orientado a la planificación y control de la obra, perdiéndose así la oportunidad de minimizar los costos totales de cada proyecto y aumentar su eficiencia. Las TI en la obra A diferencia de países como Estados Unidos, Juan Contreras, Project Manager de Metacontrol, afirma que en Chile falta atreverse a incorporar tecnología en la obra. "Falta tomar el riesgo de introducir tecnología y falta cultura en el área construcción, tanto en el aspecto de planificación y control de proyectos como en la aplicación de las TI al área construcción". En este sentido, para Germán Mu-ñoz, Gerente de Sucursal de Procad, una muestra de la poca cultura tecnológica es la alarmante tasa de piratería de software que existe en nuestro país. Y aunque la gran mayoría de las empresas constructoras planifican y controlan sus proyectos, los especialistas de este mercado señalan que no lo hacen de la manera más adecuada. Aunque algunas utilizan software especializados, finalmente derivan en programas de cálculo básico o en el lápiz y el papel. ¿Por qué ocurre este fenómeno? En opinión de Juan Contreras, porque los beneficios de las aplicaciones tecnológicas no se han presentado claramente y porque las empresas viven el día a día y su realidad va más rápido que los software, los que requieren nutrirse de datos, los que muchas veces no son de la mejor calidad y derivando en desiformación y desconfianza respecto a la tecnología. Todo esto producto de un mal manejo y falta de cultura en el uso de las TI. Por su parte, Gonzalo Gaju, Gerente División Sistemas de Gestión de Sonda, asegura que los proveedores intentan ordenar los procesos, pero que el rubro es en sí un tanto desordenado, "y esa es la razón de por qué nuestros sistemas no dan la nota siete que todos quisiéramos". Se requiere, en opinión de Eduardo Quinlan, Gerente General de Unysoft, urgentemente de una reingeniería del negocio, y a juicio de Pablo Roa, Gerente de Servicios de Unysoft, que los software se ajusten a las necesidades del mercado, "por lo tanto, las aplicaciones tienen que ser más dúctiles y prácticas". Según Eduardo Quinlan, las TI deben introducirse a como de lugar en el sector, y en todas las empresas. "En unos años más todas las constructoras deberán estar certificadas en sus procesos y en sus herramientas, por lo tanto, no se trata de querer o no incorporar tecnología, sino de una obligación de hacer el cambio". La gestión del cambio Como señala Christian Hurtado, IT Business Specialist de Beyond Technologies, para avanzar en el desarrollo de Tecnologías de Información en la construcción es necesario considerar distintas variables, entre ellas, la capacitación del personal, los sistemas y las redes. Se trata, en opinión de Aquiles Manhey, Gerente de Ventas de Aminfo, de un tema complejo, en el que intervienen diferentes actores, dentro de los cuales la mano de obra se vuelve un aspecto crítico, fundamentalmente porque no ha sido capacitada para trabajar este tipo de productos. La falta de entrenamiento del personal a cargo de llevar adelante el sistema impacta negativamente en la entrada de datos, lo que redunda en que el software no de los resultados esperados. Es fundamental, a juicio de Gonzalo Gaju, que los clientes estén conscientes que la implantación de TI requiere más que sólo instalar un software, y que es vital, como indica Pedro Hidalgo, un compromiso con el proyecto de parte de la gerencia de las empresas. Uno de los inconvenientes más frecuentes a los que se ven expuestas las compañías, en opinión de Rodrigo Olavarría, Product Manager de Ondac Chile, es que mientras se implanta la nueva aplicación, los encargados de admnistrarla continúan trabajando paralelamente con la herramienta que utilizaban antes, lo que les demanda más tiempo y un esfuerzo adicional, el que muchas veces termina por menoscabar al nuevo software. En este sentido, para Juan Contreras, existen dos puntos críticos en la introducción de tecnología en las empresas constructoras. El primero es que dentro de una implementación de TI se requiere un buen manejo de la gestión del cambio -apoyado desde la gerencia- y el segundo es operar exclusivamente con la nueva aplicación. Más eficiencia y menores costos Como señala Pablo Straub, Gerente de Aplicaciones de Negocios de Novared, los beneficios de la tecnología tienen que verse reflejados ciento por ciento en el negocio, una relación causa efecto que puede apreciarse claramente en el caso de las TI aplicadas a la construcción. Y es que según estudios y cálculos estimati-vos, las empresas constructoras pierden un 25% de productividad por falta de adecuadas herramientas de planificación y control de las obras. Concretamente, según los expertos, el no tener un sistema adecuado puede significar desde el 15 a 20% del costo total de una obra. |