¿Cuáles son los principales desafíos que ha asumido en su calidad de nuevo Presidente de la CChC?
Como nueva mesa directiva de la Cámara Chilena de la Construcción estamos centrando nuestra gestión en el bienestar de las personas.

Así, nuestros esfuerzos irán en la línea de encontrar las mejores soluciones que aporten al mejoramiento de la calidad de vida de cada uno de los habitantes del país. La preocupación por las personas también pasa por reforzar las confianzas tanto al interior del gremio como en nuestra relación con otras instituciones, especialmente con el Gobierno.

¿Qué le parece la polémica existente en torno al tema de los permisos de edificación?
Lo más preocupante de los congelamientos a los permisos de edificación que estamos viendo en los últimos meses, es que no se está abordando el problema de fondo de los planos reguladores, que es la falta de transparencia y participación.

Se están tratando de corregir eventuales problemas entregándole el poder de decisión sólo a los que se sienten perjudicados, sin tomar en consideración la opinión de entidades especializadas pertinentes, de los vecinos de la totalidad de la comuna (no sólo los que viven junto a zonas en proceso de transformación), de quienes quieren irse a vivir a ella, de los que quieren traer a sus familiares, de los comerciantes, de los que han llegado recientemente a la comuna, de los que quieren vender sus propiedades, de los que trabajan en la construcción y de los empresarios inmobiliarios. En definitiva, de tomar en consideración a todos aquéllos que alguna relación tienen con la comuna afectada.

Por otro lado, los efectos de estas decisiones son muy perjudiciales para el país. El sector de la construcción es uno de los principales motores de la economía y uno de los más activos en materia de generación de empleos, entonces cuando se ve afectado tiene importantes repercusiones.

Para poder dimensionar el impacto que pueden tener medidas de este tipo basta con mencionar que el sector representa del orden del 8% del PIB.

Según estimaciones de la Cámara, el atraso en el otorgamiento de permisos tiene un costo de unos US$ 100 millones al año para el sector.

¿Cómo espera sean las relaciones entre la Cámara y el Gobierno durante el 2007?
Tenemos la certeza de que trabajaremos codo a codo con la autoridad para impulsar el desarrollo del país y del sector, como ha sido hasta ahora. Por eso estamos disponibles para trabajar en conjunto para impulsar una agenda de trabajo que permita sentar las bases de un plan de mejoramiento e impulso a la industria, que permite el desarrollo de diversos sectores productivos.

¿Qué opina respecto de la asociación público privada en materia de concesiones... es un tema que debería agilizarse?
Como Cámara apoyamos decididamente la industria de las concesiones y por lo mismo ofrecemos toda nuestra experiencia para consolidar y perfeccionar su desarrollo.

Ahora que está en debate la modificación a la ley de concesiones, hemos llamado a la autoridad para que busquemos consensos respecto de los cambios a la ley y de esa manera beneficiemos a todos los chilenos y chilenas, que son finalmente los usuarios de las obras concesionadas.

¿A su juicio, ¿que medidas debe impulsar una empresa constructora para mantenerse eficiente en el tiempo?
Creo que una empresa, cualquiera sea el rubro en que se desarrolle, necesita ser dinámica para adaptarse a los cambios que van surgiendo.

Requiere capacitar a su gente, adaptar los métodos a las certificaciones de calidad, un respaldo financiero sólido e incorporar tecnología, entre otros elementos.

¿Cómo prevé el sector de la construcción para el 2007?
Según las cifras entregadas por nuestro Informe MACh 17 (19 de Octubre), la proyección de crecimiento de la inversión en construcción se estima en 5,5% para el año 2006. Esta cifra es un poco menos optimista que la entregada por la CChC en la versión anterior del mismo informe (6,9%), lo que se explica por el menor dinamismo de la economía en los últimos meses lo que afecta principalmente a la inversión en infraestructura productiva privada.

Sin embargo, esperamos que en el 2007 la situación mejore ostensiblemente. Nuestras primeras proyecciones para el 2007 indican que la inversión en construcción crecería 8,8%, la que estaría asociada principalmente al sector público y las empresas del Estado.